Es un tema reiterado en estas columnas, porque hemos sostenido y seguiremos sosteniendo, en tanto no se nos de prueba en contrario, que la educación es el punto de partida y la esencia para la transformación de la sociedad en que vivimos.
En tanto no asumamos debidamente esta premisa, «no habrá nada nuevo», en nuestra desordenada comunidad.
¿Cree de veras algún salteño que aún quedan adolescentes y jóvenes que no hayan escuchado sobre los riesgos de conducir alcoholizados, de conducir a una velocidad excesiva, de andar sin casco protector o sin luces?.
¿Cree alguien que quede un solo joven sin haber visto una de las crueles imágenes de los accidentes de tránsito fatales que asiduamente ocupan las portadas de los medios de comunicación masiva?.
¿Es posible creer que haya un solo centro educativo que no se haya ocupado de instruir a sus alumnos en materia de educación vial, de respeto a las normas de tránsito y demás?
Sinceramente, no creemos que sea así.
¿Dónde está el tema entonces?
Pasa por el hecho de que en nuestra comunidad, como en la enorme mayoría de comunidades del mundo, los jóvenes fijan sus propias normas, sus propias reglas, se guían por los consejeros circunstanciales y no por lo que sepan teóricamente que deben o deberían hacer.
Sabemos que hablamos en generalidades, porque felizmente hay muchos jóvenes que no son así, pero son excepciones.
¿Qué es lo que ha fallado entonces?
Entendemos que se trata de lo que les hayamos trasmitido como concepto de vida y con nuestro propio ejemplo de vida.
Los jóvenes que aman la vida, que han recibido de sus padres un concepto claro del valor de la vida, que merece vivirse, que merece prepararse para ganarse su lugar en ella, no «la rifan» en la primera oportunidad que alguien quiere que lo hagan.
Por estos días nos han hecho llegar una máxima que nos ha parecido muy acertada en este sentido.
Dice así: «El maestro que intenta enseñar sin inspirar en el alumno el deseo de aprender está tratando de forjar un hierro frío».
Horace Mann (1796-1859) Educador estadounidense.
De esto se trata.
