Así titula el New York Times su perfil de los sábados, enfocado en el coronel retirado uruguayo, Tomás Casella, extraditado a Chile por el caso Berríos.
El Perfil del Sábado del New York Times, casualmente el mismo espacio que ocupó el presidente Mujica algunos meses atrás en el afamado periódico, fue protagonizado este 29 por el coronel retirado uruguayo Tomás Casella.
Casella, 66, fue extraditado a Chile en 2006 junto a otros dos militares uruguayos por ser uno de los sospechosos del secuestro del químico chileno Eugenio Berríos, quien apareció en la playa de El Pinar con dos balazos en la cabeza en 1995.
El perfil se titula “Enfocado en el arte de sanar tras ser acusado de secuestro” porque Casella se ha convertido, de acuerdo a lo que establece Pascale Bonnefoy, corresponsal del Times en Santiago, en un maestro del reiki.
“Vestido con una bata médica, jeans y medias gastadas, Tomás Cassella gentilmente desliza sus manos sobre su paciente mientras que suena suave música New Age. Con movimientos de barrido, el señor Casella, una persona mansa, simbólicamente atrapa todas las energías negativas, las envuelve en sus manos y las hace ir”, encabeza el artículo.
Casella ahora es voluntario en el hospital Luis Calvo Mackenna, en donde ayuda de forma gratuita brindando servicios de reiki. Gabriel, uno de sus clientes, establece que “Tomás me ha ayudado tanto, de forma incondicional, nunca me ha cobrado nada. Por lo que cuando supe de su pasado preferí ni pensar al respecto. No tiene ningún sentido”.
Vive de una pensión militar generosa, está a cargo de todos los grupos sintergéticos del hospital. Todos los que se relacionan con las terapias alternativas en Chile lo conocen. “No me importa el caso Berríos. No leo lo que dicen los diarios y no participo de lo que hace la corte si no tengo que hacerlo. No voy a envenenarme con eso”, dice Casella en la nota. También describe que se convirtió en un experto del reiki cuando se enteró que su hermano tenía cáncer, a comienzos de los 90. Al llegar a Chile y tras salir bajo fianza después de estar cinco meses tras las rejas, perfeccionó tres niveles de reiki y aprendió otro tipo de terapias alternativas.
La armada uruguaya lo ayudó a alquilar un apartamento al lado de un centro de yoga y reiki que lo puso en contacto con el hospital en donde terminó trabajando. Durante los últimos seis años, Casella se ha dedicado de “cuerpo y alma” al reiki y las sintergéticas, incluyendo homeopatía, medicina china e hindú, reiki, terapia del color, esencias de flores, chamanismo, magnetoterapia y otras técnicas del sanado.
“El caso Berríos fue un punto de quiebre en mi vida y en mi carrera, pero para el bien”, dice.
El caso
La nota del New York Times señala que una vez que se terminó la dictadura de Pinochet, fue llevado a cabo un plan de protección de militares. Esto hizo que algunos uniformados de aquel país vinieran a vivir a Uruguay. Contaban con una persona de contacto, también militar, que podría ayudarlos ante cualquier contingencia. Esa persona, para Berríos, era Casella.
Además, apuntan que la inestabilidad de Berríos, su abuso en el consumo de alcohol y un episodio escandaloso en el que se presentó en una seccional diciendo que estaba siendo perseguido, fue clave para su final, por haber puesto en peligro el nombrado plan.
En 2010 Casella fue sentenciado a ocho años por asociación ilegal y secuestro y ahora está en el proceso de apelación. Reconoce que conoció a Berríos pero dice que los cargos son absurdos.
“No sabía que estaban usando nombres falsos, quiénes eran o qué estaban haciendo en Uruguay”, dijo de los agentes chilenos y agregó: “Berríos nunca fue secuestrado. Vivía en un apartamento lujoso con una billetera llena de dinero y era libre de moverse a donde quisiera. Su esposa lo visitaba. No había una organización ilegal. Yo era solamente un contacto en caso que necesitaran algo”.
Por más de seis años Casella ha vivido en Chile producto de un “limbo legal”. Se le ha prohibido salir del país y mientras tanto decidió seguir con las terapias de sanado. Dice que ha curado ciegos, redujo tumores e hizo que niños se levanten de sus sillas de ruedas”.
“No creo en la coincidencia, pero sí en las causalidades. Por esto, debe haber un motivo por el que estoy acá y tiene que ser muy importante como para tenerme por tanto tiempo aquí”, afirma Casella.
Casella “enfocado en el arte de sanar tras ser acusado de secuestro”, titula sobre el uruguayo el diario neoyorquino
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