“Realidad de la Cárcel de Salto es alentadora y vista con buenos ojos”, dijo a EL PUEBLO el Comisionado Parlamentario

Con un promedio de 300 internos en una estructura construida para albergar a poco más de la mitad, la situación de la cárcel de Salto “es prometedora, alentadora y se mira con expectativas desde otros lugares”, dijo ayer a EL PUEBLO el Comisionado Parlamentario para el Sistema Penitenciario, el Dr. Juan Miguel Petit.
En el marco de las 21º Jornadas Regionales de Criminología realizadas en la Posada del Siglo XIX, que organiza la Cátedra de Criminología de la sede Salto de la Universidad de la República, en conjunto con la Unidad de Educación Permanente de Salto, hubo varios invitados destacados y temas interesantes abordados por los especialistas que se dieron cita el lluvioso fin de semana.
Entre ellos estaba el Comisionado Parlamentario, que habló de la realidad general del sistema penitenciario con el cual trabaja e hizo un somero repaso en su alocución.
Abordado por EL PUEBLO, Petit habló que una cárcel que es cerrada y ajena a la sociedad de por sí es peligrosa, pero que si la misma es “abierta, transparente e integrada a la comunidad es muy positiva para la reinserción social de los reclusos”.
PROMETEDORA
Consultado sobre la realidad de la cárcel de Salto, la cual ha visitado en varias oportunidades desde que asumió el cargo, Juan Miguel Petit dijo que “es una realidad muy prometedora, creo que está muy bien encaminada, modelos perfectos no hay ninguno, siempre se pueden mejorar todos, hay que saber que las instituciones todas pueden tener problemas, todas pueden tener errores y carencias, lo importante es la orientación general, el sentido y la piedra sobre la cual está basada su política de trabajo. Yo creo que la experiencia que están teniendo en la cárcel de Salto es muy alentadora y por eso se mira con expectativa desde otros lugares”.
Hablando sobre las posibles soluciones que aporte un establecimiento de esa naturaleza a una sociedad de la que forma parte, el jerarca dijo que “lo central para una cárcel es que haya actividades para que se cumplan con los postulados de reinserción, de vuelta a la sociedad, de vuelta a la vida, esto requiere de recursos, pero no siempre son necesariamente recursos financieros, pueden ser recursos humanos, a veces institucionales, abrir las puertas para que se presenten otras instituciones como la Universidad, los sindicatos, las empresas, las entidades no gubernamentales”, aclaró.
Y subrayó que “son necesarios recursos, sin dudas, pero sobre todas las cosas es actividad institucional la que se precisa para apostar a que en el día a día haya mucha actividad, mucha cosa para hacer y que las personas puedan encontrar allí un espacio donde desarrollarse”.
PELIGRO
Con respecto a si vivimos con cárceles donde hay personas que pueden catalogarse como peligrosas o si se trata de mitos sociales, el Comisionado Parlamentario manifestó que “personas peligrosas hay en todos lados, adentro y afuera de la cárcel, lo que tiene que haber son dispositivos para que las personas, según sus distintas realidades, puedan encauzarse, puedan tener un proyecto de vida pacífico, sin violencia, y eso aplica a todas las personas. Lo que no genera violencia, es tener una vida normal, una vida de integración, una vida en la cual los derechos de las personas se puedan tener aquellas cosas que son nuestra esencia para ser felices, familia, salud, trabajo, vivienda, todo eso tiene que ser accesible para bajar la violencia adentro o afuera de la casa”.
Respecto del aporte del Estado uruguayo para promover esto dijo que “el Estado uruguayo todavía tiene agujeros negros respecto al sistema carcelario, en las cárceles hubo períodos de poca inversión y de poco trabajo, de poca consolidación de políticas y por lo tanto hay mucha tarea por hacer. En muchos lugares todavía el Estado tiene que corregir su rumbo, ya que las cárceles deben cumplir con las normas, los parámetros constitucionales y las normas internacionales, porque sino, están fuera de juego y no puede haber cárceles que no cumplan con las normas”.
“La primer señal es esa, cárceles que sean legales, que abran caminos y no que los cierren, por eso, no debe haber nada más peligroso que pensar en una cárcel como una caja cerrada, que no se vea lo que pasa adentro y que esté lejana a la sociedad. Pero una cárcel integrada, transparente y abierta es la cárcel mas segura”, afirmó Juan Miguel Petit.
Sobre el hecho de que Salto cuenta con una población promedio de reclusos en torno a las 300 personas sobre una cantidad de 100 mil habitantes, el Comisionado aseguró que “habría que calcular exactamente para tener datos ciertos sobre varios temas que hacen a la cantidad de personas encerradas, pero la cifra en cantidad que tiene Salto es manejable, Uruguay tiene un porcentaje de prisionización muy alto, un poco más de 300 personas cada 100 mil habitantes es un poco alto, pero en el caso de Salto que por lo general siempre está un poquito más abajo, todavía es algo que es bueno”.