Esta semana Radio Libertadores comenzó a entregar gratuitamente una revista de más de 60 páginas, que se convierte en su “Suplemento N° 2”. Se titula “50 años del Liceo 4 – Horacio Quiroga- de Salto Nuevo”, y aparece luego de haber lanzado (en diciembre del año pasado) el suplemento de iguales características “IPOLL – 150 años”. En este nuevo trabajo periodístico se lee, a modo de presentación:
“El éxito del Suplemento N° 1 de Radio Libertadores, publicado sobre fines del año pasado con motivo de los 150 años del Instituto Politécnico Osimani y Llerena, se evidencia al comprobar que los más de 1.000 ejemplares impresos resultaron escasos. La avidez de los salteños por leerlo y, muy especialmente, por conservarlo como documento histórico, ha llenado de contento a todos quienes fuimos parte del trabajo. Y ha sido, por supuesto, un aliciente más para concretar este segundo, con el que Radio Libertadores homenajea al Liceo N°4 “Horacio Quiroga”, de Salto Nuevo. Se trata de un liceo más joven, más pequeño, pero de una importancia fundamental para la población de una amplia zona de Salto, la populosa Zona Sur. Corresponde dejar plasmado aquí el agradecimiento a los entrevistados, a todos quienes aportaron datos durante el tiempo de trabajo periodístico, así como a los auspiciantes que apostaron para alcanzar este resultado. No es más que una sucesión de testimonios con que se pretende, al decir de García Márquez, “recomponer con tantas astillas dispersas el espejo roto de la memoria”. Si las páginas siguientes contribuyen con ese objetivo, Radio Libertadores se da por satisfecha”.
Saludo de la Directora General de Secundaria al Liceo 4 de Salto en su 50° Aniversario
En una de las páginas iniciales, se incluye el siguiente saludo especial de la Prof. Jenifer Cherro, Directora General de Secundaria:


“La educación es un derecho fundamental. Es la piedra angular para lograr una sociedad más justa y equitativa. Es el camino para crear una sociedad con plena libertad. En este 2024, el Liceo N.° 4 de Salto cumple 50 años de vida. Cincuenta años de ofrecer oportunidades para los jóvenes, y de ser un lugar trascendental para cambiar el rumbo de la vida de los adolescentes. En este momento de reflexión y celebración, nos sumergimos en las páginas de este libro para recorrer un viaje extraordinario a lo largo de medio siglo de dedicación a la educación y al servicio de la comunidad educativa de Salto. Fundado en el año 1974 por iniciativa popular y con el propósito de brindar una educación de calidad a los jóvenes del Barrio Salto Nuevo, el liceo inició sus actividades el 13 de mayo en la Capilla Santa Teresita, ubicada en el corazón de la zona sur de la ciudad. Desde sus comienzos, ha sido un símbolo de superación y perseverancia, ofreciendo Educación Media Básica y 1.° año de Educación Media Superior a miles de estudiantes que han pasado por sus aulas. Hoy en día atiende a más de 800 estudiantes. En 1988, el liceo fue nominado por Ley No. 16.013 en homenaje al escritor Horacio Silvestre Quiroga Forteza, ilustre hijo de Salto y una de las figuras más destacadas de la literatura latinoamericana. Su legado literario, marcado por la maestría en el cuento y la exploración de la psicología humana, ha inspirado a generaciones de lectores y escritores en todo el mundo. Este libro es más que un simple recuento de hitos y logros; es un testimonio vivo de la pasión, el esfuerzo y el compromiso de todos aquellos que han contribuido al éxito y la trayectoria del liceo a lo largo de estos 50 años. Desde directivos, docentes, funcionarios, hasta estudiantes y familias, cada página de este libro está impregnada con historias de superación, sacrificio y dedicación, que han dejado una huella imborrable en la comunidad salteña. Es importante celebrar el proceso, el camino, los logros. Valorar la experiencia y el trabajo de miles de docentes y estudiantes que han pasado por esta institución es de suma importancia para ubicar al centro educativo en el lugar que se merece dentro de nuestra sociedad. La educación pública desempeña un papel central en la promoción de la movilidad social, genera oportunidades y posibilidades de mejora. Que esta publicación, sirva como un tributo sincero a la historia de este centro y como una inspiración para las generaciones futuras, que continuarán escribiendo el próximo capítulo de la historia del Liceo N.° 4 de Salto. ¡Feliz 50 años!”.
Falleció el Director Jorge Pereira
Al día siguiente de comenzar a entregarse este Suplemento (jueves 30), sorprendió la noticia del fallecimiento de Jorge Omar Pereira Fernández, el Director que más años estuvo en el cargo. El Suplemento pudo recoger su testimonio:
“El profesor de Biología Jorge Omar Pereira Fernández, es de los más recordados en el cargo de Director, por quienes actualmente ejercen la docencia o lo hicieron hasta hace poco tiempo. Es que Pereira estuvo allí muchos años, de 1985 a 1999.
Ingresó a Secundaria en el año 1964: “y estuve diez años desempeñándome en el Liceo de Bella Unión, trabajando con el Plan 63. Después vine en el año 1979 directamente a dar clases en el Liceo N° 4 de acá de Salto. Ingresé para cubrir espacio de personal que había sido trasladado al Liceo N° 2, Piloto. Así que mi vínculo con el Liceo 4 fue en 1979, siendo el Director Ventura Silva Lagrilla, en el local de la Capilla Santa Teresita. Luego vino el tiempo del edificio nuevo con el profesor Fernandez Moyano, “Balo”.
Asimismo recuerda Pereira el momento en que “tomó la Dirección el profesor Miguel Bellagamba, quien pasó más tarde al Liceo 2 y en el año 1985 me hice cargo yo de la Dirección, jubilándome en setiembre de 1999”.
Este docente, cuenta que en su juventud hizo teatro y siempre gustó de participar de diversas actividades artísticas. Por eso, dice emocionado que “me es muy grato hablar de estas cosas, porque veo que muy poca gente se adentra en estos temas que tienen que ver con la actividad cultural en general”.
Rememora además que “siendo director se recordó los 15 años del liceo y oficialmente tomó el nombre de Horacio Quiroga, propuesta que hice directamente a la Cámara de Representantes, quien aprobó”.
Y luego cuenta: “cuando el liceo cumplió 15 años estuvo todo el CODICEN, estuvo todo el Consejo de Secundaria con la profesora Cantoné, que era la Presidente en ese momento. Después vino el tiempo de Germán Rama con su plan, que nos dejó con toda la libertad en todo. Este fue un liceo del plan de Rama, se trabajó de forma totalmente distinta…Y hay tantas pequeñas historias…Hay tantas anécdotas…Por ejemplo, un profesor detectaba determinadas carencias en un alumno, que le dificultaban estudiar, venía y me hablaba. Me decía: ¿se podrá hacer tal cosa? A veces eran necesidades de alimentación, entonces se hacía una canasta hasta en secreto, nadie se enteraba. Una de esas docentes era Rita Proserpio, por nombrar una. Pero yo no podría hablar de un docente en particular por ejemplo; lo que puedo decir es cómo trabajaban los docentes y cómo se apoyaban entre sí”.
De allí emergieron varios Directores: “En cuanto al material humano -prosigue Pereira-, por un lado los alumnos eran muy variados; en cuanto a los profesores puedo decir que algunos incluso pasaron después a ser directores de diferentes institutos. Raquel (Galluzzo) por ejemplo en el Vaz Ferreira, ella se inició como profesora de Matemática en el Liceo 4, y llevaba a sus hijos. (Jorge) Buslón, que está de director en el Liceo 5, las primeras clases que dio fueron en el Liceo 4. (Miguel) Texeira, que ya falleció, fue director de UTU. Tuvimos una muchacha también que después fue directora del Liceo 2, y así podría seguir nombrando sucesivamente. La actual directora del Liceo 1, también daba clases en el Liceo 4 en el tiempo que yo trabajaba. La directora de Inmaculada Concepción, Lourdes Etchevers, una profesora que nunca dejó de dar clases de Idioma Español en el Liceo 4. Y así podría nombrar a todos”.
Otras anécdotas…“cosas que a veces nadie se entera”: Por otra parte, destaca que “además se trabajó mucho en dos o tres actividades extra curriculares”. En ese sentido, menciona que “una profesora hizo cosas maravillosas en el tema del desarrollo de cultivos en determinados suelos, determinados animales, se criaron pollos, de todo un poco, era muy particular….”. También, que “la comunicación que teníamos con UTU era constante, profesores de UTU a veces necesitaban espacio físico y se les autorizaba a dar las clases dentro del liceo, en espacios que nosotros les cedíamos. Y asimismo, ellos nos ayudaban en algunas necesidades que nosotros teníamos, en la parte de electricidad por ejemplo. Así que hay muchos de esos espacios que marcaron toda una época…”.
“Las travesuras que hubo que hacer para conseguir la extensión del predio del liceo hasta donde era el cerco de la cancha de Salto Uruguay (Estadio Julio Pozzi, hoy demolido). No fue fácil pero se hizo viable gracias a los planteamientos que se hicieron. Son cosas que a veces nadie se entera”.
