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LA LEYENDA DEL PALACIO DÍAZ

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Una nota exclusiva de JUANJO ALBERTI, desde Montevideo

UN GIGANTE EN EL CENTRO DE MONTEVIDEO
Hoy en día quizás muchos transeúntes distraídos ni cuenta se dan que en ese lugar existe un edificio emblemático de la tan bonita Montevideo. Metido en la historia misma de aquellas construcciones excepcionales que se hacían cuidando hasta el más mínimo detalle de su interior, la fechada, de sus comodidades y de su elegancia arquitectónica. Inspirado en los rascacielos neoyorkinos pero a la uruguaya, de 20 pisos, realizado por los Arqtos. G. Vázquez Barriere y Rafael Ruano, se inauguró en el año 1929, y es testigo fiel de carnavales, hazañas deportivas -como la consagración de la selección uruguaya en Maracaná 1950 y las copas internacionales de Peñarol y Nacional- desfiles militares y políticos, manifestaciones, pasaje de grandes estrellas del cine, la música y la televisión, entre muchos festejos y algunos lamentos, sigue en pie tan campante y tan firme que parece que los años no hubiesen pasado para este gigante del centro de nuestra capital. En la Avda. 18 de Julio 1333 entre Ejido y Yaguarón se deja ver con sus balcones, enormes ventanales, galería y hasta el subsuelo, el tan famoso Palacio Díaz. Cuna de muchas historias, y una verdadera leyenda de ayer y de hoy.

UNA RADIO DE DAMAS
Este verdadero ejemplo de la arquitectura moderna rioplatense asociada a la vanguardia y al mundo contemporáneo, supo albergar en su interior a algunas familias de cierto poder adquisitivo, a solitarias y solitarios pasajeros, parejas de amantes, músicos, cantantes, consultorios de abogados y escribanos, oficinas, relacionistas públicos, agencias de publicidad, representaciones, managers, discográficas, estudios y fonoplateas de radios am., entre otros. Allí, se encontraba por ejemplo C X 48, Radio Femenina, que siempre tenía en sus planteles locutoras; voces de damas solamente se escuchaban en el transcurso de su programación intercalada de buena música. La estación se inauguró en el Palacio Díaz en octubre de 1935, y fue la primera broadcasting en aplicar el formato «solamente mujeres» en el orbe. Aquí, Ana María daba lectura a románticos poemas de Gustavo Adolfo Bécquer y Amado Nervo, y Gilda brindaba consejos con temas de Charlo y Mercedes Simone. Pero el tiempo cambió el lineamiento de la emisora, que pasó por varios propietarios, donde se fueron incluyendo audiciones políticas socialistas. Debido a eso, por un tiempo no salió al aire, recuperando su licencia en 1945, pero ya había decaído muchísimo en audiencias. Así y todo se fue manteniendo en el Palacio de manera activa hasta 1972, no pudiendo soportar la dictadura del año siguiente y cerró sus puertas definitivamente.

LA FONOPLATEA DE RADIO CARVE
En el subsuelo del Palacio Díaz estaba la fonoplatea de C X 16, Radio Carve. La estación ya se había mudado varias veces hasta llegar a los altos de un popular bar que estaba en 18 de Julio y Ejido, Café Sportman, tendiendo un verdadero puente musical -y el cableado- a través de 18 para propalar desde la sala del Palacio, las presentaciones estelares procedentes de todo el mundo. Eran tiempos de fonoplateas grandes, repletas de gente, para vivir sábados y domingos por la tarde y noche a noche, la presencia y el mensaje de las más gigantescas luminarias del cine y la música. Desde radioteatros a preguntas y respuestas, pasando por programas de humor en directo -«Los Risatómicos» de Jorge Cazet y Antonio Ceti- Carve marcó una época reafirmando su prestigio dentro y fuera de fronteras. Antes de descender la escalera rumbo a la platea, ya existían jovenes y bonitas promotoras que entregaban al público las conocidas muestras sin valor, que no eran otras que productos y artículos de las firmas anunciantes. Existía una lista bien nutrida sobre todo de alimentos: Surtido de enlatados, chocolates, dulces, o sobres especiales con salsa pomodoro. Aunque Ud. no lo crea.
El auditorio se mantuvo allí hasta casi finales de los cincuenta, hasta que fue sustituído por el de Tacuarembó 1311. Inmediatamente, recalaron allí las primeras maquinitas flippers, las fonolas de discos simples tragamonedas, futbolitos, mesas de billar y el bowling, lugar donde era fanático el actor uruguayo afincado en Buenos Aires: César Bertrand. A veces recuerdo al pasar, que al salir del liceo No. 17 pasaba por ahí…

EL SECUESTRO DE ULYSSES PEREIRA REVERBELL
También en el Palacio Díaz la guerrilla tupamara secuestró al presidente de UTE, Dr. Ulysses Pereira Reverbell. El Movimiento de Liberación Nacional se había enterado de que el político visitaba a su dentista cada semana en el tercer piso del edificio.
Vigilaron el lugar buscando el momento oportuno y en una tarde muy nublada lo esperaron frente a la puerta del odontólogo, le taparon el rostro y envuelto en un cubre cama lo bajaron por el ascensor y luego lo hicieron ascender a un vehículo donde acto seguido partieron raudamente rumbo a la cárcel del pueblo en la zona del Parque Rodó. Hoy en día, el Palacio Díaz se mantiene restaurado en parte, manteniendo oficinas, viviendas y galerías comerciales.
Es bien de interés municipal desde 1995. Más allá de la nostalgia.

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