back to top
viernes, 14 de marzo de 2025
13.8 C
Salto

Que los impostores sean descubiertos siempre

- espacio publicitario -
Liliana Castro Automóviles
Enlace para compartir: https://elpueblodigital.uy/2hbd

Una vez escuchamos que en Argentina a todos los líderes políticos les denominan “doctores”.
La verdad que no nos cierra por ninguna parte, sobre todo ahora cuando vemos que existen políticos que han llegado a destacarse por otras cualidades, aunque no han terminado su bachillerato.
Viene al caso porque uno de los temas más hablados en los últimos días se refiere al ministro de ambiente, quien habría firmado como licenciado en Administración de Empresas, cuando aún no lo era y estaba cursando la carrera.
El hecho considerado menor por sus filas no deja de llamarnos la atención, no por el “error” cometido por el ministro, sino por el hecho que desnuda un concepto que para nosotros es grave.
Cuando uno se hace pasar por profesional cuando no lo es, está diciendo que considera que es más importante el titulo que la persona misma.
Cuando esto decimos nos acordamos de un estudiante de medicina, que incluso ejercía en el Hospital Salto durante mucho tiempo y sin embargo jamás se recibió. Se dice que era un médico (que no lo era) brillante y la gente lo conocía más que nada por su apodo. Como ya es desaparecido y no lo nombraremos dejamos constancia que el tema no es nuevo.
Aunque “depende del cristal con que se lo mire…”
Cuando uno acepta que lo llamen de cual o tal manera, anteponiéndole un título profesional, debería de hacerle saber a quien lo menciona de esta forma, que está en un error, que no se tiene aún el mencionado título.
Si no se lo hace, se comete un grave error. No cabe aquí la disculpa de que como se trata de un estudiante de esta profesión bien puede denominárselo así. Existen disposiciones legales muy claras y específicas al respecto e incluso al transgredirlas puede cometerse un delito.
Lamentablemente hemos conocido casos en que algunos estudiantes, a los que sólo falta la tesis, no la presentan jamás. Está todo bien, pero lo que no se puede admitir es la denominación oficial.
No podemos entender por qué tratándose de una autoridad se tiene este tipo de actitudes. No podemos entender qué es lo que le agrega el ser profesional universitario o nó.
Eso sí, todos los que cometen este “error” deben ser tratados de la misma manera. En caso contrario se estaría cometiéndose una discriminación injusta.
A.R.D.

Enlace para compartir: https://elpueblodigital.uy/2hbd
- espacio publicitario -