En la jornada de hoy estamos celebrando un año más de la denominación de ciudad a lo que en su momento era el Pueblo del Salto Oriental.

Hay varios “mojones” y muchos son los actores que han sido parte de lo que primero fue una aldea para ir de manera progresiva constituyendo lo que hoy somos. Incluso, los intereses comerciales y la puja por nuestras tierras ayudaron para ser el Salto al norte de Montevideo.
El profesor José Buslón, mediante sus estudios de la rica historia que tiene nuestro departamento, nos narra en esta entrevista los distintos procesos y momentos ordenados cronológicamente. Dejando claro los distintos pasajes para que hoy seamos ciudad.
¿Qué celebramos los salteños en la jornada de hoy?
¿Cuál aniversario? ¿El aniversario doscientos sesenta y siete, doscientos sesenta y seis?, ¿doscientos ochenta y seis? ¿Por qué hacemos estas cuentas?
Porque primero, tenemos que discutir sobre algunas cuestiones necesarias de la historiografía.
Lo primero es decir, que las fechas fundacionales siempre resultan arbitrarias; no existe un momento exacto a partir del cual decimos, bueno, acá nació Salto, o acá nació cualquier ciudad o cualquier país.
No hay un texto que dice, bueno, a partir de hoy, tal cosa…Entonces, generalmente se habla de procesos.
Y cuando nosotros hablamos de procesos fundacionales, abrimos un paréntesis, y el problema de abrir un paréntesis es que dentro de ese paréntesis se nos cuelgan un montón de cosas, una serie de hechos que quedan comprometidos en ese lapso. Entonces, lo que se hace generalmente es crear una especie de mito fundacional; digo esto porque el mito establece muchas cosas que no son físicamente comprobables ni empíricamente, y ese es un problema que tiene Salto y a partir del servicio fundacional, yo trato de generar orgullo, de la nación, del pueblo, o de la localidad, este es un elemento aglutinador de todo.”
La separación Salto-Paysandú.
“Hubo una serie de sucesos dónde hay una fecha tradicional que es la de mil ochocientos treinta y siete. En este caso, estamos hablando de ciento ochenta y seis años estaría cumpliendo Salto en junio.
Esta fecha tiene que ver, ya que por ley por un decreto del presidente Oribe, donde Salto se separa de Paysandú, todavía comprende la ciudad de Artigas, la que seguirá unida hasta el veinte de septiembre del cuarenta y ocho, donde se crea el departamento norteño. Ahora, las descripciones que hacen de esa época es que Salto era una aldea con no más de cinco casas con azotea, con una iglesia que era un rancho, no había iluminación en las calles. Son los saltos de agua los que dieron nombre. Estamos hablando de una aldea, una porción de tierra muy reducida y muy precaria como describíamos. Geográficamente tiene importancia, otros hablan de importancia geográfica histórica, Porque hay una verdad; el Río Uruguay tiene aproximadamente ochocientos ochenta kilómetros, de los cuales solo ochenta no son navegables; esos son los kilómetros comprendidos entre Monte Caseros y Salto Chico.
Era muy difícil la navegación por lo rocoso y accidentado de nuestro río. Los ingleses no lo descubrieron, de lo contrario hubiesen presionado para crear un estado ‘tapón’ a las intenciones del imperio Portugués primero y luego Brasil. Salto paso a ser entonces, un punto de apoyo ribereño. Es decir, venían las embarcaciones se desarmaban, se transportaba por tierra la mercadería para luego, excepto que fuera época de inundaciones (donde había que navegar con mucho cuidado) para luego volver a cargar y salir nuevamente. Esta es una teoría, la teoría oficial que sí tuvo a Salto en mil ochocientos treinta y siete.”
El Gobernador de Viana en nuestra historia
“Hay otra teoría, es la que hace referencia a la fundación de Salto por Joaquín de Viana en el año mil setecientos cincuenta y seis.
En el momento cuando establece el cuartel y galpones para las tropas.
En esos años estamos en plena confrontación del imperio Portugués y después con el imperio de Brasil, una vez que Brasil se independiza. Entonces, habían puntos que eran esenciales, por ejemplo, Montevideo y Pando, tener allí misiones militares para evitar que los brasileños antes los portugueses primero, entraran en nuestro territorio.
Joaquín de Viana en el lugar logra ausentar algunos portugueses que estaban instalados, genera aquí un lugar para la resistencia.”
El Virrey Del Río de la Plata y una acción determinante.
“Hay una acción que viene de Buenos Aires, el ocho de enero de mil setecientos cincuenta y ocho, la que certifica que, de ninguna manera Salto fuera una ciudad.
Pedro Antonio de Cevallos virrey del Río de la Plata, que si esta teoría fuera cierta, tendríamos que tener nuestra calle Pedro de Antonio de Cevallos en la ciudad. Se habla de que mandó a hacer un plano y levantó a partir de su gobernación algunas construcciones. A lo que había hecho Viana ahora Ceballos querían solidificar. Dejar de ser un lugar transitorio para establecer uno permanente.
En mil setecientos sesenta y tres, unos años después, Ceballos retira las tropas, porque tenían un problema serio en Colonia con los portugueses, los que estaban entrando en el territorio y había que defender.
El Virrey abandonó este lugar, cinco años después, se ordena nuevamente reconstruir el fuerte que había sido destruido, pero seguimos hablando todavía de fuerte militar.
Ahora, es en esta fecha que se lo comienza a ver a Salto como un lugar de comunicación con las misiones, un buen sitio de comercio, y es el Coronel Francisco de Paula Bucarelli, que a partir de ese momento trata y hace esfuerzo para que se consolide una población en Salto, una población civil.
Ahí podemos estar hablando, entonces, de mil setecientos sesenta y ocho, cuando Coronel Bucarelli, cubre la necesidad de instalar acá una población civil.”
La Parroquia del Carmen aporta datos a la historia a través de su sacerdote Crisanto López en el 1800.
“La otra teoría de Salto es la que maneja Isidoro de María quien fue un gran historiador nacido en nuestro país el 2 de enero de 1815.
Esta teoría es apoyada por el sacerdote Crisanto López, que en su momento estuvo a cargo de la parroquia del Carmen.
Crisanto hizo mucho por salto; de hecho, la historia que se conoce, resulta de los archivos de la Parroquia. Se encargó de abrir, de documentar. Viene después el sacerdote Rafael Firpo, que tomando los elementos de Crisanto escribe un rico libro sobre la historia de Salto Oriental.
¿Qué dice Isidoro de María, apoyado por el cura Crisanto López? Y posteriormente por Rafael Firpo? Algo que para nosotros es una de las teorías con más fundamentos.
Dice que fue Coronel Sebastián Barreto (Militar Portugués), que en mil ochocientos diecisiete estableció en el paso de las Piedras del Daymán un campamento totalmente militar, también conocido como ‘Campamento Viejo’.
Al ver el movimiento en la zona portuaria donde llegaban comerciantes y familias a afincarse en el lugar, Barreto decide llevar sus tropas a la zona del Salto Chico. Allí según los escritos de De María, Salto comienza a ser un poblado interesante.
La población civil, más las tropas militares van conformando lo que hoy somos.
Un punto estratégico que fue sufriendo cambios y bajo el mando de militares los que después dieron paso a la población civil y todo lo que trajo el Puerto, sus aguas navegables hasta el Salto Chico.”
En esta entrevista compartimos una rica historia de relatos que han ido confirmando nuestros orígenes. Salto es un lugar donde han pasado muchos de los personajes de la historia grande del Río de la Plata. Nuestro pueblo es digno de los sucesos, digno de los acontecimientos que nos conforman.
