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lunes, 5 de mayo de 2025
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Dos músicos defensores de la cultura popular

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Diario EL PUEBLO digital
Enlace para compartir: https://elpueblodigital.uy/pur0
“Treinta y un minutos quedan
treinta y un minutos nada más.
Para ir hasta la vereda
y mirar el sol cuando se va…
Cuando el sol calienta el cemento en el barrio Lazareto, se escucha el canto de la guitarra y las voces sonoras de dos jóvenes que aprendieron a amar el lenguaje murguero.
Se conocieron en el ámbito de la murga y al poco tiempo se percataron que entre ellos existía la química suficiente como para armar un dúo de música popular.
Ramiro “Pato” Achigar (18) y Guillermo “Paco” Etchagüe (22) han logrado consolidar  – con algunos meses de ensayo – un dúo con personalidad y estilo propios, donde dan a conocer sus propias composiciones, alternándolas con clásicos del Canto Popular.
Hoy se han sumado a la joven figura del carnaval salteño Germán Figueroa (guitarra – voz), que con su gran talento ha sumado a la banda, junto a Martín Arriondo (bajo) han dado lugar al nacimiento del conjunto “Cuando chifle la caldera», que competirá en el Encuentro de Arte y Juventud.
Pato toca la guitarra desde que era chico, mientras Paco se dejó seducir por la ejecución del instrumento hace un tiempo atrás.
Unidos por la música y una gran amistad decidieron conformar un dúo de canto popular donde dan rienda suelta a sus propias creaciones.
Ramiro comenzó a estudiar música a los 8 años en la Escuela de Música y este año intentó inscribirse en la Facultad de Música, pero lamentablemente no pudo salvar el examen.
Entonces decidió estudiar Ciencias Sociales y ya ha superado el primer semestre.
– ¿Desde el principio hubo una empatía entre ambos?
Pato – “Nos dimos cuenta que compartíamos los mismos gustos musicales, además de la murga (ambos han sido integrantes de “Los Charoles”).
– Dentro del estilo popular ¿Por qué tipo de música se inclinan?
Paco – “Nos gusta el estilo de Zitarrosa, y la música uruguaya que por allí, no es tan conocida”.
– Con respecto a los temas propios… ¿Componen en conjunto?
Pato –  “Cuando algo se nos ocurre lo compartimos… a veces la música o la letra y vamos haciendo distintos aportes, en cuanto a los arreglos.
Treinta y un minutos, uno de los temas al que le hemos dado mayor difusión, surgió al inspirarme en un programa televisivo, protagonizado por unas marionetas que hacían una  especie de informativo.
UN ESPACIO PARA
ENSAYAR E INSPIRARSE
Pato y Paco buscan para ensayar sus canciones espacios abiertos, como es el muro de la facultad o las plazas… buscando siempre el calor del sol, sobre todo en esta estación del año.
Con la integración de Germán pueden realizar armonización de las voces y se enriquece con el aporte de otros instrumentos.
“CUANDO CHIFLA
LA CALDERA”
El nombre del grupo surgió de una manera muy espontánea… “Debíamos  inscribirnos on line y teníamos tiempo hasta la medianoche.
«Mi computadora es muy lenta… recordé que alguien dijo Cuando chifle la caldera en una ocasión en que alguien había puesto agua a calentar, seguramente para el mate” – rememoró Ramiro “Pato” Achigar.
Usualmente muestran su arte en peñas y eventos y está en sus planes de futuro participar de festivales folklóricos cuando el grupo esté más consolidado y preparado para grabar.
Escuchan todo tipo de música… desde la cumbia hasta la expresión más encumbrada que les permite nutrirse y plasmar esa mistura de influencias en los arreglos musicales.
– ¿Ya se entienden bien en el escenario con tan solo hacerse una seña?
Paco – “Efectivamente… el haber compartido la murga nos favoreció”.
-¿Qué significa ser un cantante de murga?
Pato – “Algo muy especial…único… se aprende mucho…cada uno lo siente de forma diferente… algunos como una militancia del pensamiento político.
Otros pueden experimentar como una forma de expresarse musicalmente”.
– ¿Cómo ven la movida del folklore y la música popular en nuestra ciudad?
Pato – “Algo se hace pero creo que seguimos fallando en la difusión… es necesario promover más aún la música que hace a nuestra identidad.
Creo que ha decaído el apoyo con respecto a otros años.
Como jóvenes debemos preservar lo nuestro.
Hay que darles una nueva oportunidad a las murgas jóvenes, a las que hoy no se le da el lugar que se merecen.
Reflotar esos tablados que llevaban los artistas a los barrios… es la forma de apostar en serio a nuestra cultura.
Por eso, quisiéramos contar con el apoyo necesario a nivel municipal”.
Pato y Paco se identifican con su música y desean transmitirla a sus pares y cabe la probabilidad de que en algún momento visiten los diferentes centros de enseñanza compartiendo la verdadera esencia del mensaje folklórico y popular.
Son partidarios de darle un espacio trascendental a la música, uno de los mejores canales para transmitir mensajes.
Y por el camino de ¡Soy Joven! van intentando crecer y rescatar a nuestra cultura… como lo han hecho muchos valores uruguayos en nuestro país y proyectados al mundo. María Fernanda Ferreira
Compartimos la letra de una de sus canciones:
TREINTA Y
UN MINUTOS….
Treinta y un minutos quedan
treinta y un minutos nada más.
Para ir hasta la vereda
y mirar el sol cuando se va.
Hay un frío que me frena,
cuando voy saliendo a caminar
para ir hasta la vereda
y mirar el sol cuando se va
Creo que estoy
por llegar…
Deben faltar
treinta y un minuto…
nada  más.
“Treinta y un minutos quedan
treinta y un minutos nada más.
Para ir hasta la vereda
y mirar el sol cuando se va…
Cuando el sol calienta el cemento en el barrio Lazareto, se escucha el canto de la guitarra y las voces sonoras de dos jóvenes que aprendieron a amar el lenguaje murguero.  patoypaco (1)
Se conocieron en el ámbito de la murga y al poco tiempo se percataron que entre ellos existía la química suficiente como para armar un dúo de música popular.
Ramiro “Pato” Achigar (18) y Guillermo “Paco” Etchagüe (22) han logrado consolidar  – con algunos meses de ensayo – un dúo con personalidad y estilo propios, donde dan a conocer sus propias composiciones, alternándolas con clásicos del Canto Popular.
Hoy se han sumado a la joven figura del carnaval salteño Germán Figueroa (guitarra – voz), que con su gran talento ha sumado a la banda, junto a Martín Arriondo (bajo) han dado lugar al nacimiento del conjunto “Cuando chifle la caldera», que competirá en el Encuentro de Arte y Juventud.
Pato toca la guitarra desde que era chico, mientras Paco se dejó seducir por la ejecución del instrumento hace un tiempo atrás.
Unidos por la música y una gran amistad decidieron conformar un dúo de canto popular donde dan rienda suelta a sus propias creaciones.
Ramiro comenzó a estudiar música a los 8 años en la Escuela de Música y este año intentó inscribirse en la Facultad de Música, pero lamentablemente no pudo salvar el examen.
Entonces decidió estudiar Ciencias Sociales y ya ha superado el primer semestre.
– ¿Desde el principio hubo una empatía entre ambos?
Pato – “Nos dimos cuenta que compartíamos los mismos gustos musicales, además de la murga (ambos han sido integrantes de “Los Charoles”).
– Dentro del estilo popular ¿Por qué tipo de música se inclinan?
Paco – “Nos gusta el estilo de Zitarrosa, y la música uruguaya que por allí, no es tan conocida”.
– Con respecto a los temas propios… ¿Componen en conjunto?
Pato –  “Cuando algo se nos ocurre lo compartimos… a veces la música o la letra y vamos haciendo distintos aportes, en cuanto a los arreglos.
Treinta y un minutos, uno de los temas al que le hemos dado mayor difusión, surgió al inspirarme en un programa televisivo, protagonizado por unas marionetas que hacían una  especie de informativo.
UN ESPACIO PARA
ENSAYAR E INSPIRARSE
Pato y Paco buscan para ensayar sus canciones espacios abiertos, como es el muro de la facultad o las plazas… buscando siempre el calor del sol, sobre todo en esta estación del año.
Con la integración de Germán pueden realizar armonización de las voces y se enriquece con el aporte de otros instrumentos.
“CUANDO CHIFLA
LA CALDERA”
El nombre del grupo surgió de una manera muy espontánea… “Debíamos  inscribirnos on line y teníamos tiempo hasta la medianoche.
«Mi computadora es muy lenta… recordé que alguien dijo Cuando chifle la caldera en una ocasión en que alguien había puesto agua a calentar, seguramente para el mate” – rememoró Ramiro “Pato” Achigar.
Usualmente muestran su arte en peñas y eventos y está en sus planes de futuro participar de festivales folklóricos cuando el grupo esté más consolidado y preparado para grabar.
Escuchan todo tipo de música… desde la cumbia hasta la expresión más encumbrada que les permite nutrirse y plasmar esa mistura de influencias en los arreglos musicales.
– ¿Ya se entienden bien en el escenario con tan solo hacerse una seña?
Paco – “Efectivamente… el haber compartido la murga nos favoreció”.
-¿Qué significa ser un cantante de murga?
Pato – “Algo muy especial…único… se aprende mucho…cada uno lo siente de forma diferente… algunos como una militancia del pensamiento político.
Otros pueden experimentar como una forma de expresarse musicalmente”.
– ¿Cómo ven la movida del folklore y la música popular en nuestra ciudad?
Pato – “Algo se hace pero creo que seguimos fallando en la difusión… es necesario promover más aún la música que hace a nuestra identidad.
Creo que ha decaído el apoyo con respecto a otros años.
Como jóvenes debemos preservar lo nuestro.
Hay que darles una nueva oportunidad a las murgas jóvenes, a las que hoy no se le da el lugar que se merecen.
Reflotar esos tablados que llevaban los artistas a los barrios… es la forma de apostar en serio a nuestra cultura.
Por eso, quisiéramos contar con el apoyo necesario a nivel municipal”.
Pato y Paco se identifican con su música y desean transmitirla a sus pares y cabe la probabilidad de que en algún momento visiten los diferentes centros de enseñanza compartiendo la verdadera esencia del mensaje folklórico y popular.
Son partidarios de darle un espacio trascendental a la música, uno de los mejores canales para transmitir mensajes.
Y por el camino de ¡Soy Joven! van intentando crecer y rescatar a nuestra cultura… como lo han hecho muchos valores uruguayos en nuestro país y proyectados al mundo. María Fernanda Ferreira
Compartimos la letra de una de sus canciones:
TREINTA Y
UN MINUTOS….
Treinta y un minutos quedan
treinta y un minutos nada más.
Para ir hasta la vereda
y mirar el sol cuando se va.
Hay un frío que me frena,
cuando voy saliendo a caminar
para ir hasta la vereda
y mirar el sol cuando se va
Creo que estoy
por llegar…
Deben faltar
treinta y un minuto…
nada  más.
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