-La carta abierta de un padre de dos hijos, incluída en la edición del lunes, generó consecuencias. O repercusiones. Sobre todo, por lo que implicó la multiplicación del texto a través de las redes sociales.
En buen romance, la carta abierta implicó tantísimas adhesiones de parte de quienes son parte del Consejo Único Juvenil, en el rol que fuese.
Queda como conclusión acaso, que la autocrítica “no se ha planteado en los últimos años y frente a determinadas complejidades o transgresión al sentido común, todo ha tendido a ser ratificado”.
Por eso no faltó quien apuntaría en que “se machaca con el error, por lo que la solución sigue distante”.
Igualmente en EL PUEBLO, recepción de mensajes y audios. Uno de ellos, es testimonial a manera de interrogante: “¿por qué no dicen que en el Consejo Único Juvenil, la seguridad no existe?. Se pueden armar líos entre los jugadores o gente que en calidad de aficionados, se metan en la cancha y si quisieran agredir en patota, no tendrán obstáculo. Lo podrán hacer”.
“NO ES UNA TRADICIÓN”.
A ese respecto la consulta de EL PUEBLO derivada a quien hasta semanas atrás fue presidente de ASA (Agrupación Salteña de Árbitros). José Gabriel de los Santos, admitió que “no es una tradición a nivel de equipos juveniles del medio, en este caso como partes del Consejo Único, que tengamos guarda policial. Años atrás, problemas que fueron puntuales y agresiones que no faltaron en más de una cancha. Fue cuando se apretó un poco y en algunas fechas se dispuso que no ingresaran aficionados. Pero en las canchas abiertas, ¿qué es lo que pasa y qué es lo que puede suceder, si estamos expuestos sin más vuelta?”.
José Gabriel de los Santos no es el único árbitro que reconoce: “estamos regalados, pero la solución claramente no está en nosotros”.
DEL DIÁLOGO DE
PADRES Y DIRIGENTES
En los partidos del Consejo Único Juvenil, la ausencia de guardia policial es concreta. Inapelable es también que ninguna de las dos asociaciones de árbitros han exigido mayormente a ese nivel.
De acuerdo a lo que se puntualizara a cronistas de este diario, en algunos clubes se ha planteado el diálogo de padres y dirigentes, frente a la inquietud de los primeros, “porque frente a un problema grande, ¿quién aparta?”
A su vez se recordó un insuceso que quedó marcado a fuego, “cuando en cancha de Almagro un hincha entró a pegarle a un jugador, porque había convertido un gol. No sería mala cosa que se practicara la memoria y no el olvido”