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Con Verónica Aguirre. Médica Veterinaria de pequeños animales-mascotas.
«No hay límites para nosotras»

Tuvimos el placer de visitar a Verónica, en un entorno natural.
Donde habitan sus amigos y compañeros pequeños animales, de los que se hace cargo.
Sintió desde muy pequeña la atracción por ellos y más tarde los deseos de atención. Por tal motivo comenzó a estudiar para recibirse de Médica Veterinaria, aunque al llegar a la mayoría de edad, creyó que su destino estaba en la Escuela de Policía, a la que ingresó para estudiar durante unos meses y darse cuenta de que realmente lo suyo, era la vida junto a los animales que ama.Verónica
A partir de allí, continúa sus estudios y comienza a trabajar en una veterinaria del medio, para quedarse hasta recibirse.
Con el correr del tiempo, contó con la posibilidad de abrir su propia empresa que le llamó El Nogal y a toda su actividad la lleva adelante junto a sus hermanas Ysabel, haciendo de ayudante y enfermera de su Clínica Veterinaria y a Ana, quien se encarga de la atención al cliente en la compañía de su mamá Elena.
Para un diálogo muy ameno, asi comenzamos:
¿Por quienes se entiende pequeños animales?
Nosotros los Médicos Veterinarios, entendemos por pequeños animales, a las mascotas de compañía. Pueden ser perros, gatos, algún pájaro, entre otros.
Antiguamente había otro tipo de mascotas, que eran exóticas y no estaban catalogadas como mascotas como ahora es el caso del erizo, siendo éste, una variedad diferente al erizo silvestre.
También están los cuises como roedores, los hámster, los herbos, tortuga, todas mascotas que viven en un espacio reducido, ya que para un niño poder contar con una mascota como perro o gato, necesariamente tiene que tener un lugar más amplio, con un buen ecosistema.
También las ratas blancas, que son ratas de laboratorio, muy dóciles, pero de muy corta vida, de unos tres o cuatro años.
Yo tuve la oportunidad de criar una y vivía estacionada en mí hombro, dormía conmigo y no tuve nunca problemas, ni mordeduras.
¿Cuándo te inclinas por la Veterinaria?
Desde siempre. Sentía que era lo que me atraía.
Somos muy «bicheras», adicta a los animales de parte de mi madre, como de mi padre. Y tenía el problema de que se me moría un bichito y yo lloraba, entonces pensé ¿qué iba a hacer si siendo Veterinaria, me pasaba?
Intenté estudiar otras cosas, como ingresar a la Escuela de PVet. Verónica Aguirreolicía, pero volví a veterinaria, porque sentí que es lo mío.
¿Cuánto llevas de recibida?
Son siete años. Y estoy feliz de haber elegido esta profesión
¿Cómo es trabajar en oportunidades con colegas varones?
Cuando aún no estaba recibida, estuve trabajando en una pasantía en el Zoológico acá en Salto, mi jefe era un varón y fue un placer.
Asi como con otro compañero que entró conmigo a hacerlo, además de todo el personal del Zoo que eran solamente tres mujeres y los demás hombres en su totalidad y siempre nos llevamos todos muy bien.
Tengo a un colega, Juan José que es Profesor dentro de Facultad y dedicado a la cirugía, que lo convoco en muchas oportunidades para trabajar, porque se que hace ese trabajo mucho mejor que yo y nunca tenemos ningún tipo de inconvenientes.
¿Cuál sería la diferencia entre un hombre y una mujer, para algunas tareas?
En algunas oportunidades en nuestra actividad, puede pasar que un hombre cuente con la fuerza necesaria, que yo no tengo.
Existen fracturas por ejemplo, que están demasiado montadas y hay que hacer una fuerza enorme para llevarla al lugar y sinceramente, es una fuerza que yo no tengo. Sí lo hago, con animales más pequeños como es el caso de los perros.
Pero que a mi particularmente no me dé, no quiere decir que les pase a las demás mujeres.
Es una deficiencia mía, el no contar con tanta fuerza en las manos para lograr hacerlo. Pero no hay demasiadas deficiencias en general.
¿Has compartido salas de operaciones con colegas varones?
Sí, sí.Verónica Aguirre
En varias oportunidades, sino me llaman ellos, los llamo yo.
Aunque he tenido varias cirugías que me correspondió hacerlas sola, el hecho de poder contar con ellos cuando necesito, me brinda cierta tranquilidad.
Es un respaldo con el que todos contamos cuando nos necesitamos.
Pero he tenido casos más complicados en cirugía, que por el hecho de tener que hacerlo con un colega, lo hacemos entre los dos y nos llevamos muy bien.
¿Cuándo comienzan las mujeres a trascender en veterinaria?
Cuando comenzaron a verse colegas mujeres hace muchos años, estaban enfocadas en laboratorios, investigación y luego en pequeños animales.
Hoy puede verse más a mujeres, en animales grandes. Siendo este un rubro muy del hombre. El Veterinario, era un hombre.
Es más, la gente de campo no dejaba que entraran mujeres allí.
Hoy se puede ver mujeres en la parte de grandes animales, como es el caso de producción, como vacas, oveja y equino, que aunque es de clínica, es otra actividad en veterinarias.
Pero en la actualidad, se ve a muchas colegas trabajando en el rubro.
¿Cuándo surge instalarse como empresaria con El Nogal?
Mientras trabajaba en una Clínica Veterinaria, me recibí.
Recuerdo que mi patrón, me bromeaba, preguntándome cuando iba a abrir mi propia veterinaria.
Yo le respondía que no, porque nunca se me había ocurrido hacerlo, ya que habían instaladas muchas clínicas de pequeños animales.
Siempre al principio, es como que uno no se anima a siquiera pensarlo, ya que nadie me conocía y es todo un desafío. Pero comienzan a pasar los años y llega un momento que uno quiere proyectarse y progresar.
No es lo mismo, ser dependiente que incursionar con un negocio propio.
¿Cómo fue esa incursión en el medio?
Contábamos la familia con un capital y siguiendo los consejos de papá, que a la plata no había que dejarla en el banco, que había que invertirla para conseguir generar más, entonces fue allí cuando se planteó la posibilidad de abrir la clínica.
Mis hermanas también estaban empleadas. Y fueron mis cuñados, los que tuvieron la idea de «usufructuar» a la Doctora (sonríe) y entonces, teniendo el capital para llevar a cabo el proyecto, cerramos los ojos y lo intentamos.
Buscando progresar, con un emprendimiento familiar, ya que la unión, es lo que predomina en la familia.
Y aunque las principales de la empresa, somos mis hermanas y yo, mi hermano siempre está presente en todo.
¿Cuáles fueron las situaciones complicadas que has tenido que transitar?
En cuanto a la atención a los animalitos, hay veces que debemos tener mente fría.
Me ha pasado varias veces con perros accidentados, por ejemplo.
Lo que ve la persona que lo traslada hasta aquí o cuando me llama, es que tiene una pata quebrada o un hueso que se puede llegar a ver, pero no es lo más importante de un accidente.
Eso es lo mínimo, porque aunque quede sin la patita, el animalito va a vivir. Lo más importante viene por otro lado.
¿Cuáles son en mayoría los animales socorridos?
También los cazadores. Y nos ha sucedido, de que nos llamaran en una oportunidad, para decirnos que venían siete perros lastimados.
Allí, inmediatamente llamé al colega mencionado y que siempre está, para atender a los perros, todos, con los pulmones perforados, que no estaban cazando en realidad. Soltaron a los perros en el predio en el que estaban y ellos se encargaron de correr un jabalí, que dejó un tendal de animales comprometidos.
Los destrozó. Entre ellos una perra, que siempre la tratamos y fue muy desagradable, porque era la que estaba más dañada, con hernias diafragmáticas. Había que estabilizarla.
Pero tapaba por un lado y surgía derrame por otro.
Además, suelo encariñarme con los animales y esa fue la peor anécdota que tuve.
No soy muy asidua a la internación de ellos. El animal se recupera mucho más rápido en su hogar que en un lugar donde no conoce a nadie y lejos de los suyos.
¿Además de tu trabajo, con que disfrutas?
Me gusta mucho el deporte y lo disfruto, ya que mi hobby es salir correr y también practico el Kung Fú.
También me gusta mucho pasear.
¿Cómo ves a la mujer trabajadora de hoy?
La verdad que no hay una diferencia entre un hombre y una mujer. Estamos capacitadas para todo.
Puede que el hombre, cuente con más fuerza que una mujer, pero como contrapartida, nosotras las mujeres somos más delicadas y detallistas que los hombres. Éso nos hace contar con ciertas ventajas.
Me parece que no hay limitaciones. Si es en metalúrgica, por ejemplo y se lo ve como un trabajo de hombre, no hay limitaciones. Y si nos lo proponemos, lo podemos hacer perfectamente.
No hay nada imposible para las mujeres.
Con el solo hecho de traer vida al mundo, que es lo más grande que hay… no hay límites para nosotras.

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