La Casa de los Escritores del Uruguay lanzó hace poco tiempo un concurso de poemas ilustrados, Concurso Nancy Bacelo 2022, donde participaba en cada trabajo presentado un poeta y un artista plástico que hubiesen trabajado en conjunto. Se conocieron ahora los 12 trabajos seleccionados, que pasarán a integrar el Almanaque 2023 del certamen.

Entre ellos, nos encontramos con un poema de Celia Migdal que, aunque montevideana de nacimiento, vivió muchos años en Salto ejerciendo su profesión de médica; Cecilia trabajó en conjunto con la artista plástica Marnels Ferreira, también médica y oriunda de Tacuarembó.
Pero además, otra de las obras seleccionadas es la realizada en conjunto entre el salteño Pablo Márquez (autor de los poemarios «Muelle negro» y «Puente») junto al artista visual Maximiliano Möller, docente nacido en Argentina y radicado en Salto. Aquí los poemas:
BOCA DE MAR
Boca que besa
Boca que muerde
Boca que gime
Boca que grita
Boca que espera que tú te quedes
C ést una belle femme q ´aime la mer
Es una madre
Es una diosa
Es la que espera
Es la que llora
Es la que ríe y la aurora asoma
Llegas en calma
Golpeas mi puerta
No puedo abrirla
Boca de nauta,
El mar te llama
Las olas gimen, las olas rugen
Con ansias esperan
Boca te quiero
No te me vayas.
Celia Migdal
QUISE SACARME UNA MÁQUINA DEL CORAZÓN
abril es el mes más cruel
dicho así
con obviedad
e inflación
desde el hemisferio austral
atrabiliario y conjetural
con perfume de hojas
pasadas por fuego purificante
y no hay nada más atroz
que mirar la locura
directo a sus ojos
órbitas deshabitadas
con plena conciencia
de la ausencia
los carrillos como rocas
los dedos como ramas de espino
y la mesa que no alcanza
a sostener un orbe
no hay nada más atroz
decía
salvo el rostro feroz
del hambre
lo sé
mi estómago estuvo ahí
en la bífida respiración de la noche
la cerveza no es un delirio
ni un universo pedestre
los andamios que sostienen la luna
aguantan también
la caída de la noche
llega hasta aquí
un tenue olor a sal
como tus piernas
como un mar preñado de peces
quise sacarme una máquina del corazón
y la máquina éramos
yo y mis circuitos integrados
la locura me atravesaba
con agujas de obsidiana
y la cruz
la cruz
no quería dormir en el caos
du seiest gottes stimme, so glauht ich sonst
cristo es un fugitivo
oculto en un basural
mateando con yerba vieja
entre residuos matemáticos
entre ecuaciones neumáticas
cristo huyendo de su fama
como un yo del yo poético
cristo pico de oro como un tucán
cristo cristificado bajo luces led
cristo deseoso de manos que tocan como bocas
cristo escondido como un cangrejo
fumando desde un rancho costanero
érase una vez un cristo
liberado de ladrones y pastores
abril es el mes más cruel
dicho así
con obviedad
y pólvora
desde el pirotécnico austral
Pablo Márquez