Deben de ser pocos los casos en el arte plástica que una familia entera se dedique, a la pintura, a la creación artística, con la devoción, la pasión y el talento de los Peralta, los Duarte, y los Peralta Duarte.
Aldo Peralta y Lacy Duarte se conocieron en clases de pintura del viejo maestro húngaro José Czeffery, en la efervescente década del cincuenta en Salto donde reinaba Enrique Amorim con sus propuestas culturales.
Aldo y Lacy se casaron y tuvieron dos hijos, Pedro y Pablo, que hasta el día de hoy mantienen vigente el arte familiar, la pintura.
ALDO PERALTA
Sus pinceladas juveniles prometían un camino lleno de gloria, por su ingenio, su talento y por su certeza poco común, todos le vaticinaban un futuro venturoso en la pintura, sin embargo, los cambios, las nuevas tendencias, lo fueron relegando a un injusto olvido.
Aldo Peralta (1933-1978) es un pintor contemporáneo, así, en tiempo presente, pese a que ya no está
. “Su gran soltura de brazo hizo escuela, pero, como suele suceder, fue quedando en un injusto olvido, opacado por el posmodernismo”, afirmaba el marchand Enrique Gómez, curador de una muestra que en 2008 causó asombro y emoción a los visitantes del MAC.
Aldo Peralta nació en Salto el 10 de julio de 1933. En 1947 ingresó al Taller Pedro Figari. En 1950 estudió en Buenos Aires y en 1955 y 1957 realizó viajes de estudios a Europa, donde conoció a Nicolás Giullén. A partir de 1965 vivió durante dos años en Aiguá, y dos años más tarde se radicó en San Carlos, Maldonado. En 1968 ganó por concurso el cargo de profesor de dibujo en Secundaria, cargo del que fuera destituido en la dictadura. Durante esa época pasó un tiempo en Brasil y luego volvió a San Carlos donde murió en 1978, a los 45 años. Estuvo casado con la pintora Lacy Duarte, con quien tuvo dos hijos, Pablo y Pedro.
Enrique Amorim escribe en 1959 para el catálogo “Peralta – Estudios”, una de las tantas muestras que realizara Aldo Peralta, y en referencia al taller de arte Pedro Figari Taller (taller que se desarrollara en Salto en la década del 40 y 50 bajo la guía del maestro José Cziffery):: “… Hablar de Peralta como pintor no es tan necesario como hablar de Peralta como precursor en un grupo de plásticos surgidos a la sombra harapienta de una institución que se hace heroica por frialdad e indiferencia de los que debieran orientar nuestra nacionalidad. Que las telas de este pintor son banderas que jalonan una cruzada, es lo que quiero decir más que hablar de sus aciertos plásticos y de las variaciones de temas y motivos salteños que resbalan de su paleta para concretarse en el cuadro.”
LACY DUARTE
Junto a Aldo Peralta compartió su pasión por la pintura, y también la vida, y los frutos de la misma, Pedro y Pablo, sus hijos.
La gran Lacy de la pintura, falleció hace un poco tiempo. Dueña de un bagaje artístico como pocos pueden ostentar en el mundo de la pintura nacional en la actualidad, supo representar a Uruguay en muchas bienales de artes plásticas ganándose el reconocimiento de público y crítica.
Elvira Lacy Duarte Cardoso llegó a la ciudad de Salto siendo muy jovencita en la década del cincuenta siendo alumna de aquel húngaro creador de artistas. José Cziffery. A los 78 años dejó de existir dejando como legado una vasta obra.
Es la propia Lacy quien mejor se define, cuando dice, “ Soy hija y nieta de brasileros. Nací en el campo, en la frontera con Brasil, y viví allí hasta los quince años. Fui a una escuela rural…”.
Lacy Duarte (Mataojo, Salto, 15 de setiembre de 1937- 27 de diciembre de 2015 en Montevideo.).
Lacy Duarte nació y se crió en Mataojo, localidad fronteriza con Brasil del Departamento de Salto, Uruguay, en un entorno rural que marcaría su vida y su obra. En 1952 se traslada a la Ciudad de Salto y en 1954 ingresa al Taller Figari de la Asociación Horacio Quiroga donde asiste a clases con el pintor húngaro José Cziffery, formado en París en el taller de Henri Matisse.
En 1959 se casa con el pintor Aldo Peralta, con quien tendrá dos hijos que también serán artistas, Pablo y Pedro Peralta. En 1962 la familia se traslada a San Carlos en el departamento de Maldonado, donde da clases de dibujo en el liceo y aprende la técnica del tapiz. En 1975 deben trasladarse a Porto Alegre, Brasil. De regreso en San Carlos crea el taller Duarte Tapices con un grupo de tejedoras. En 1987 es seleccionada para integrar el envío uruguayo a la Bienal de La Habana. Expone en Europa y Estados Unidos. “Tuve una formación académica y es como que después desaprendí, porque al viajar y ver toda la cultura europea y americana, me di cuenta de que ese mundo era diferente al mío e hice un viaje hacia adentro.”
PEDRO PERALTA DUARTE
Pedro Peralta Duarte, conocido como “Pichín” Peralta nace en Salto, Uruguay, en 1961. Actualmente reside y trabaja en Montevideo. Realizó estudios con Carlos Porro, Osvaldo Paz, Vicente Martín y Clever Lara, taller en el que luego ejerció tarea docente. Realizó curso de postgrado en grabado en metal con David Finkbeiner en el Museo Nacional de Artes Visuales (1986). Desde 1995 es docente de dibujo, pintura y grabado en madera y metal en su propio taller. Ha expuesto tanto en forma individual como colectiva en Uruguay y en museos y galerías internacionales y lleva más de 50 exhibiciones realizadas.
“No quería ser pintor. Quería ser profesor de educación física y no lo hice porque en la dictadura los institutos fueron “tomados” y dije: “Esto no es para mí”. Así que me quedé en pelotas y me puse a dibujar. Siempre jugábamos con un lápiz con mi hermano, no teníamos plata para tener juguetes. Nací en el 61 en Salto, en la parte baja del parque Solari, que era la parte pobre. Mi madre (la artista Lacy Duarte) hacía 10 kilómetros a caballo para ir a la escuela. Era brillante estudiando y cuando terminó la escuela quiso seguir y llegó a Salto con el Jumbo, uno de sus hermanos. Papá (el pintor Aldo Peralta) fue como el nuevo geniecito salteño en su momento, a los 14 años ganó el primer salón de pintura en San José y el escritor Enrique Amorim, un tipo mega multimillonario, amigo de Lorca, Picasso, Alberti y Neruda, lo mandó a Europa. Eran dos casos distintos: mi viejo era el nene crack y mi vieja la que quería aprender y le planchaba las camisas a los salteños. Hoy en día tengo el orgullo de decirle: “Mamá, mirá dónde estabas y dónde estás”. Una de las primeras artistas de este país. Había que ser artista en aquella época siendo mujer”, dijo Pichín alguna vez sintetizándolo todo.
“Creo que la vieja guardia de este país, hasta el setenta y pico, tenía una gran virtud, aunque suene medio PIT-CNT, y es que tenían conciencia de clase artista. Los tipos discutían en el plano estético, pero se ayudaban y se alegraban mucho cuando a otro le iba bien. No tenían en la cabeza la historia del mercado. Yo me crié en la mesa de los asados con grandes borracheras de Nóvoa, Solari, Motta, llegué a conocer al viejo Cuneo con ciento y pico de años. Era un mundo muy mágico de verdad. No había postura de artista. Por eso yo no creo en la bohemia. Mi bohemia es trabajar 12 horas por día, todos los días, desde hace 30 años”.
PABLO PERALTA DUARTE
Nace en Salto, Uruguay en el año 1959.
1983 – Expone en Casa del Autor Nacional, en 1985 – Ingresa al taller de Cléver Lara. Trabaja como ayudante del pintor Vicente Martín hasta 1988 Integra el grupo Prisma con Cléver Lara, Juan Fuentes, José Pelayo, Zully Lara, Gustavo Fernández, Álvaro Zinno y Álvaro Amengual, hasta 1986. 1986 – Realiza curso de grabado en metal, bajo la dirección de David Finkbeiner en el Museo Nacional de Artes Plásticas y Visuales Ejerce tarea docente en el taller de Cléver Lara hasta 1990. Expone en la Bienal de Arte Joven del Museo de Arte Americano de Maldonado MAAM; Una de sus obras es adquirida por el Museo Nacional de Artes Plásticas y Visuales. Figura en la colección del Museo de Río Grande do Sul. Premios; 1987 – Premio Tercera Muestra Nacional de Plástica Jóvenes Coca-Cola; Mención de Honor Premio Beca Instituto Uruguayo-Brasileño; 1988 – Premio Banco República – Uruguay.-
Pablo es también un pintor muy bien conceptuado por su pares, pero tal vez el menos conocido de la familia, de todas maneras, los que saben, lo señalan como un talentoso y creativo artista muy consustanciado con su tiempo.
(Recopilación, Carlos María Cattani)