El Programa de Integración de Asentamientos Irregulares es una de las obras más importantes de los últimos gobiernos nacionales. Aprobado en el segundo gobierno de Sanguinetti y continuado luego sucesivamente por el Dr. Batlle y el Dr. Vázquez.
De acuerdo a lo que han expresado sus conductores, en el actual gobierno se han hecho 64 obras en el marco del PIAI y hay varias más en ejecución.
Varios son los innegables aciertos de esta obra que va mucho más allá de un plan de viviendas.
Entre lo más destacado enumeramos:
El concepto social de que no se trata únicamente de proporcionar una vivienda digna, aunque esto sea lo sustancial, es quizás el punto más relevante.
De limitarse a este aspecto, sería una bonita forma de fomentar la conformación de asentamientos como paso previo a conseguir una vivienda sin demasiado esfuerzo.
En cambio el punto de partida que se ha tomado, es el de la situación social. La atención a esas familias de compatriotas que han llegado a esta situación infrahumana, para darles oportunidades de salir de estas condiciones de marginamiento.
Quizás todavía resta algo muy importante. Saber claramente cómo y por qué han llegado a esta situación y si todavía se siguen dando las condiciones que determinaron que estas familias terminaran en un rancho de estos asentamientos.
No se puede ignorar que al menos en parte, este problema surge como consecuencia innegable de una situación económica y de un sistema capitalista que va dejando cada vez más gente al margen de las posibilidades de integrarse socialmente.
“No podía invitar a los amigos de mis hijos de la escuela, ni a nadie conocido, porque vivía en el asentamiento”, dice uno de los testimonios más patéticos de una madre que por estos días fue rescatada de esta situación y no oculta su satisfacción de haber podido dejar atrás el asentamiento.
En Salto, se ha anunciado una salida, mediante la conformación de tres cooperativas para las familias integrantes del denominado “Barbieri II”, que han mostrado interés en trabajar para superarse y lograr mejores condiciones de vida.
Mediante una conjunción de esfuerzos de empresas públicas y estatales, se han conformado los proyectos que sacarán de esta situación a más de 300 personas.
Nos place en destacar la obra del PIAI, pero mucho más nos complace comprobar que es posible mirar por encima de los partidos y de los intereses electorales, cuando lo que realmente nos interesa es atender la situación de los compatriotas que están en la situación más “jodida”.
Ojalá florezcan más PIAI, porque en definitiva hablan muy bien de la solidaridad del pueblo uruguayo.
