Está bien que todo partido en la «A» encierra un tiempo para ofrecer, dar, intentar, querer. Son verbos de un tiempo presente. Porque además, los que ganaron tentarán repetir, como en los casos de Ceibal, Nacional y Sud América o los que pretenden evitar una nueva caída.
Pero con Salto Nuevo y Gladiador enfrentados, ¿cómo no suponer que es el partido central?
Porque juegan en el Parque Dickinson. Porque el entorno será mágico a partir de quienes alentarán la causa y porque a la hora de jugar, cada uno con razones a cuestas.
Gladiador perdió y Salto Nuevo ganó. Es el antecedente inmediato.
Salto Nuevo ofreció válida receta de mitad de cancha hacia arriba y a Gladiador le costó siempre, pero también la insuficiencia a la hora de rematar penales. Debe rehabilitar la imagen ofensiva.
Tiene pinta de partido sin renunciamiento. ¿No es lógico suponerlo, sin que haya que establecer favorito alguno? No lo hay. Más allá de ese capítulo de tan solo siete días atrás.
CUESTIONES DE SER
Salto Uruguay y El Tanque: perdieron los dos. Aceptable el decano y con demasiadas limitaciones El Tanque.
Ceibal y Arsenal es propuesta de la buena: la imposición de Ceibal con el apretado 2 a 1 y Arsenal repartiendo puntos en el 0 a 0 ante Ferro Carril.
Si Nacional expone más certeza ejecutiva, entonces asiste con chance superior ante el San Eugenio goleado, mientras Saladero y Sud América cargan con la mochila del suspenso. Saladero, el que venció y Sud América el que perdió. Mientras que el miércoles complementan Ferro Carril-Universitario.
Cuando se topan los dos, cosa seria como siempre. Por lo que significan. Por lo que son.
