En las siguientes líneas intentaremos describir cómo se podría manejar una pastura perenne en el Norte del país para tener una buena persistencia, no sin antes aclarar que no todos los sistemas son iguales. Partiremos de la base que se tiene que tratar a las pasturas como cultivos, a nuestro entender no cambiaríamos un buen campo natural de basalto por una pastura artificial.

Referente técnico del litoral Norte de Agrocentro
¿Cuánto duran las pasturas en el Norte? ¿Podemos pensar en una pastura con una duración de más de 4 años?
La respuesta es sí. Para tener éxito, dejando de lado un factor no menos importante como lo es el clima, ya que es producción a cielo abierto, tenemos que darle mucha importancia a la planificación, elección de especies dependiendo el sistema productivo, tipo de suelo, manejo de malezas y nutrientes.
Lo primero que tenemos que hacer es planificar en base a cuando van a ser necesarios los picos de producción de forraje de la pastura implantada, dependiendo del aporte que brinde el campo natural del predio o la mayor demanda forrajera de la producción ganadera. Luego de esto necesitamos ver cuál de los potreros disponible es el más adecuado, pensando en las especies que mejor se adaptan al tipo de suelo y definir los manejos para llegar a la implantación con una buena cama de siembra, ya que acá es donde se juega una gran parte de la producción y persistencia de la pastura.
También va a depender del manejo que hagamos si el campo a sembrar está con algún cultivo en proceso, el que dependiendo de su destino (grano, planta entera o forraje) nos va a condicionar la fecha de siembra, y por ende nos condicionará la entrada al primer pastoreo. Cuanto más entrado el otoño/invierno se siembre, más vamos a tardar en poder pastorear. Esto se debe a que bajan las tasas de crecimiento debido a que las temperaturas son menores. No por eso debemos irnos a siembras tempranas (fines de febrero) ya que en el norte el riesgo de que haya altas temperaturas en marzo es alto y pueden causar la muerte de plántulas.
La densidad de siembra va depender de las especies que tengamos planificado sembrar, si es pura o en mezcla y en este último caso, cuál especie queremos que sea la principal portadora de forraje en nuestro sistema. El método de siembra es un factor importante, ya que cuanto mejor sea el contacto semilla/suelo, mejor va a ser el éxito de implantación. Por eso una siembra en la línea es mejor frente a una al voleo, pero no quiere decir que sea así para todos los sistemas, ya que tenemos buenas experiencias de siembras con avión en chacras de soja y arroz.
Cuando hablamos de siembras de especies puras o en mezcla resaltan ventajas y desventajas que nos van a definir el manejo de las pasturas durante su ciclo. El control de maleza es uno de los factores que nos van a ayudar a la persistencia de nuestra pastura y las especies sembradas puras o en mezclas nos van a definir el control de malezas que podemos realizar. Cuantas más mezclas de especies tengamos, los principios activos que se pueden utilizar de herbicida son menos y las ventanas de control son menores. Por lo que partir de una chacra con la menor presión de malezas posible, siempre va a ser mejor. Cuando hablamos de planificar, también asumimos este punto, debido a que es mejor siempre sembrar un verdeo o cultivo anual en el cual podamos controlar mejor las malezas durante un año y al siguiente instalar la pastura que queramos. No nos olvidemos que las principales malezas que tenemos son anuales y la pastura que sembramos perenne, la cual es una carrera difícil para la instalación de la pradera. Un verdeo como el raigrás, puede ser una maleza cuando pensamos instalar una gramínea invernal perenne, ya que las emergencias son en la misma fecha, pero las tasas de crecimiento del raigrás son más altas pudiendo ahogar la gramínea perenne.
La producción de materia seca de la pastura va a depender de la fertilización que se aplique. Lo que manejamos de “libro” es que las gramíneas responden al agregado de nitrógeno y las leguminosas al de fósforo, pero lo recomendable es realizar un análisis de suelo donde corrijamos los nutrientes más específicos a la siembra. Las refertilizaciones luego que las pasturas estén instaladas, se realizarían coincidiendo con los picos de producción de la especie principal, para poder capitalizar el o los nutrientes y la conversión a pasto y por ende a carne sea más eficiente.
Para terminar, el manejo de primavera/verano es muy importante, ya que dejar semillar las leguminosas y en el caso de que se tenga una gramínea perenne de acompañante, dejar un buen remanente para pasar los meses más duros de verano nos garantizarán la persistencia por más de 3 años. Tratemos a las pasturas como cultivos para poder producir al máximo, en ese sentido el aporte técnico juega un papel importante a lo largo de todo el proceso.