Entre perros y gatos, suman más que la cantidad de habitantes que tiene el Uruguay (2 millones de perros y 2 millones de gatos). Cuando se afirma que la ONU recomienda tener una mascota cada 10 seres humanos, vale decir que en el Uruguay habría lugar a lo sumo para 300 mil perros y gatos.
Se dice que estos animales domésticos, son responsables de algunos de los siniestros de tránsito, de la trasmisión de enfermedades y de algunos ataques a veces mortales, sobre todo cuando se trata de perros agresivos.
Ni que hablar del daño que causan las jaurías hambrientas en la producción del país y sobre todo a los pequeños productores de ovinos.
De lo que no se habla es de la tenencia responsable. Si los dueños de los animales los tuvieran como las disposiciones lo establecen seguramente que nada de esto sucedería.
Nada se dice de la irresponsabilidad que ha existido siempre entre las autoridades sanitarias a la hora de exigir lo que corresponde. A la prueba está que en la mayoría de los casos hoy vemos a propietarios de perros y gatos que suelen pasear con sus animales, fundamentalmente los perros, sin bozal o sin la bolsita exigida para levantar las heces de sus mascotas y nada, ni nadie hay que les haga ver su irresponsabilidad.
En los últimos días ha trascendido el decreto que obliga a dueños de perros y gatos a castrarlos, como forma de evitar su reproducción. Creemos que como siempre, el hilo se corta por el tramo más delgado.
Se ha explicado que con la decisión de impedir la reproducción de estos animales, se apunta a solucionar también la situación de los animales abandonados en la vía pública, debido a que la única forma de tener
Una mascota sería la de adoptar un animal en una de las granjas existentes.
Que sepamos nunca se adoptaron medidas con los perros agresivos, aquellos de razas dañinas, que fueron logrados para la guerra o para mastines peligrosos.
Como hemos escrito en otras ocasiones estos perros ha causado la muerte de varias personas, principalmente de las más indefensas, niños y ancianos. Se nos asegura que todo radica en la forma de criarlos, pero no compartimos esta afirmación, porque los animales también tienen sus momentos, sus actitudes, y algunas de las razas son reconocidas como peligrosas.
Seguramente que los animales domésticos no son los culpables, sino que somos los seres humanos irresponsables que los criamos sin atender sus características.
En definitiva, sabemos que el Uruguay tiene un problema con los animales sueltos. Sabemos que sus responsables no aparecen cuando éstos causan un siniestro o una enfermedad, pero tengamos claro no son ellos los culpables.
A.R.D.