Entrevista a Graciela Villar
Graciela Villar es candidata a vicepresidente de la República por el Frente Amplio, y visitó el pasado viernes nuestra redacción para conversar sobre algunos temas de campaña.
– La primera vez que habló como candidata a vicepresidente, le pidió la oportunidad a los uruguayos para que la conozcan, ¿usted piensa que ya la conocemos?
– Bueno, he trabajado bastante. En Salto ya es como mi tercera vez, y he hecho todo el esfuerzo de comunicarme por todas las formas, incluso las nuevas formas de comunicación, las redes, y en ese trabajo seguimos intensamente. Sabemos que hay una cuota de ciudadanos o ciudadanas que no han logrado conocernos, pero bueno, la idea es seguir dialogando en esto de seguir visitando los lugares, estar en el Uruguay profundo, no solo en las capitales, y trabajar mucho desde la comunicación para que la ciudadanía tenga la oportunidad, por lo menos, de acercarse a mí o a mi voz, y eso lo siento en las calles cuando me bajo y llego a una ciudad, la gente viene porque ya me ha reconocido.
– Esta elección va a ser histórica para Uruguay por muchos motivos, uno de ellos es que por primera vez, gane quien gane el próximo domingo, una mujer será elegida por el voto popular para que sea vicepresidente de la República. ¿Qué mensaje le da eso al machismo que aún convive en nuestra sociedad?
– Va a ser el gran shock de estas elecciones porque por primera vez, efectivamente, habemos dos candidatas a la vicepresidencia. Eso es un evento histórico que ha sido también el resultado de los movimientos de las mujeres en distintos niveles buscando una participación paritaria. Eso le aporta a la política también porque las mujeres tenemos una mirada más transversal de la política, pero no nos ocupamos solo de los temas de género. Las mujeres también tenemos visión sobre la economía, de cómo se tiene que distribuir el presupuesto. Las mujeres tenemos saberes, también es verdad que se nos exige mucho más que a los hombres en cualquier lugar. Pero para la historia de Uruguay, esto es algo muy importante.
– En la región ya hemos tenido la experiencia de primeras mandatarias, como en Argentina o Brasil. No terminaron muy bien sus mandatos, ¿piensa que se trata de algún resabio cultural contra las mujeres o que realmente no están capacitadas para llevar adelante un gobierno?
– Si miramos cómo les ha ido a muchos de los hombres, no les ha ido muy bien. La historia de América Latina habla de eso. Las mujeres y los hombres en cada lugar hemos vivido las experiencias que nos ha tocado de lo que pasaba en nuestro país y en América. A Michelle Bachelet no se le puede decir que le haya ido mal, a Piñera le está yendo muy mal…
– Ahora están criticando a Bachelet por el informe que hizo sobre Venezuela.
– Bachelet es una mujer con una autoridad moral relevante y ha cumplido su rol en esta etapa en Naciones Unidas, y lo que hizo fue hacer un informe de lo que vio y de lo que recogió.
– ¿Usted coincide con ese informe?
– Sí, lo dije desde el primer momento. Ahora, vamos a tener que seguir haciendo informaciones sobre lo que está pasando en Bolivia y en Chile, que tenemos informaciones de que hay flagrantes violaciones de los derechos humanos. Hoy nos preocupa lo que pasa en nuestro entorno, y por eso creo que las elecciones en Uruguay tienen otra trascendencia histórica. En una América Latina que está muy dolorida, muy convulsionada, que vemos la fragilidad de las democracias, Uruguay una vez más está desafiado a demostrar que tiene una democracia consolidada y un sistema de partidos sólido, contundente, y eso es muy importante.
– No sé si se trata de un problema exclusivo de los uruguayos, pero siempre tendemos a etiquetar. A usted la clasificaron como de la línea dura de la izquierda por su discurso. A raíz de eso la oposición dijo que usted no era la persona indicada para presidir el Parlamento porque no conseguirá construir las mayorías necesarias para legislar. ¿Qué responde a esa crítica?
– La etiqueta tiene que ver con la simplificación y además no ayuda a ver a las personas en su integralidad. Vengo de un proceso de veinte años en Asamblea Uruguay, sector que no se puede caracterizar como radical dentro del FA. Y he demostrado en mi gestión departamental tanto como edila como presidenta de la Junta, una enorme capacidad de relacionamiento con la oposición, que la he tenido siempre. En realidad, todos los procesos en la Junta Departamental se hicieron sobre la base del acuerdo. Creo que la construcción política es eso, el diálogo con otros. Lo he demostrado. Tengo un discurso rotundo en algunas aseveraciones es verdad, pero también soy conteste que la fortaleza de la democracia pasa por la negociación.
– En caso de tener que asumir el 1° de marzo la presidencia de la Asamblea General, se encontrará con un Parlamento histórico por su composición, donde en el menú podrá encontrar casi todas las ideologías representadas. ¿Cómo hará el gobierno sin mayoría parlamentaria para alcanzar esa mayoría? ¿Qué puertas golpearía?
– En primer lugar, comparto contigo que va a ser un Parlamento histórico porque aparecen nuevos protagonistas. En segundo lugar, también es verdad que nadie tiene mayorías, y ese es un dato objetivo de la realidad. El FA tiene un 40%, la oposición, si los sumamos desagregadamente, el Herrerismo no tiene la mayoría. O sea que del acuerdo político que se ha hecho ahora, la llave de la mayoría va a circular de acuerdo a los temas, eso es así. Estamos convencidos que de cualquier forma, aún en el escenario de hoy, donde el FA cuenta con mayorías parlamentarias, las leyes que se han votado en más de un 70% ha sido con mayorías mucho más amplias que la mayoría del FA. Eso quiere decir que la política siempre es el arte de lo posible y negociaremos también tomando en cuenta lo del escenario internacional, el desafío de los partidos políticos está en levantar la mira y en pensar que el país tiene que seguir su desarrollo y su evolución, y que no puede trancarse por rencillas menores.
Por lo tanto, vamos a tener doble responsabilidad, la que la ciudadanía nos dé y la responsabilidad que tendremos en acordar sobre los temas que a nosotros nos parezcan que son relevantes para que el país no se obstaculice en su desarrollo.
– Se me ocurre que un tema al menos urticante para los frenteamplistas debe haber sido escuchar en el debate de boca de su candidato presidencial decir que el programa de gobierno del FA es apenas un consejo y que quien decidirá si lo aplica o no será él. ¿Usted coincide con esta afirmación de Daniel Martínez?
– Hay un escenario que es así, el FA trabajó su propuesta programática con una participación de más de tres mil militantes. El programa dice “bases programáticas”, es un marco donde se dan las referencias de cuáles son las líneas de acción que el FA pretende desarrollar. Allí no hay determinaciones en blanco o negro sino que siempre están abiertas para que cada compañero que va a asumir la fórmula presidencial pueda hacer su plan de gobierno en consonancia con la línea que está planteada en el programa como bases programáticas pero aplicándolo a la coyuntura. Eso es así. Entonces, hay una serie de énfasis que Daniel va a poner en este gobierno, que las puso antes el compañero Tabaré Vázquez, son los énfasis que cada uno de los candidatos pone a consideración como su primer plan de gobierno. Tiene un sustento, un encuadre que es el programa.
– Desde su óptica, ¿cuál sería el tema prioritario para encarar a partir del 1º de marzo?
– Las medidas que está planteando Daniel no tienen una prioridad única sino que van a tener que ser simultáneas. Una es dotar de presupuesto a las doce medidas planteadas con el tema de seguridad. La ciudadanía nos dio un tirón de orejas en ese tema, y Gustavo Leal ha planteado junto con Daniel, las doce medidas que abarcan no solo el tema de la represión sino que abordan el tema del respaldo a la Policía, que tiene que ver con fortalecer a La Republicana en sus bases en el interior, que tiene que ver con seguir con los planes PADO y los Operativos Mirador, y que tiene que ver con dotar de presupuesto a la Ley Nº 19.580, que es la Ley de Femicidio, que establece las fiscalías especializadas a nivel nacional con el tema de violencia de género. Además, la incorporación de mil tobilleras, que es lo que estaríamos planteándonos hoy como uno de los temas que han dado mejores resultados. Las mujeres víctimas de violencia intrafamiliar, cuando al acosador se le pone tobilleras, ha hecho disminuir muchísimo las muertes por esa causa. Pero hay que seguir trabajando.
Creo que en esas doce medidas, hay un aspecto que es esa mirada transversal en lo que se llama la construcción de convivencia. Muchas veces estos núcleos de delincuentes se han enquistado en el cono urbano generando en todo su entorno enormes dificultades de convivencia, y hemos hecho experiencia donde intervenir, no solo desde la policía y la represión sino con todo lo que se llama políticas sociales en vivienda, educación, con seguimiento de trayectorias y acompañamiento a jóvenes y adolescentes que a veces están involucrados por las condiciones en las que viven, ha dado resultados y eso supone también definir presupuesto para eso, porque en muchos casos habrá que hacer intervenciones desde lo habitacional muy firme.
El otro aspecto que entendemos que hay que poner ya a desarrollar, es que en Uruguay se va a estar instalando UPM que va a generar un fuerte impacto en el centro del país hacia el norte, pero además, nos obliga al desafío de empezar a desarrollar capacidades en trabajadores que hoy no las tienen para un desarrollo de diez áreas que a través de OPP ha detectado, donde Uruguay tiene una enorme capacidad de inserción y una que va a tener en consecuencia, que es el tema de la madera, para variados usos, no solo en papel sino especialmente para el tema de fabricación de casas donde Canadá ya está interesado en trabajar con nosotros.
Pero se debe preparar a Uruguay para un cambio en el mundo del trabajo que es muy acelerado. Es el desafío que vamos a tener en la primera hora donde INEFOP hoy es una buena herramienta, pero necesita vincularse hoy con la academia en espacios de mayor preparación en estos temas que vamos a estar teniendo en los primeros tres o cuatro años.
Perfil de
Graciela Villar
Casada, madre de tres hijos y abuela de dos nietos. Es del signo de Virgo. De chiquita quería ser bailarina. Es hincha de Peñarol.
¿Una asignatura pendiente? Tengo muchas, pero si tengo que elegir una, seguir estudiando. ¿Una comida? Churrasco con ensalada de lechuga y tomate. ¿Un libro? “El hombre que amaba a los perros” de Leonardo Padura. ¿Una película? El documental “Nada es privado”. ¿Un hobby? Leer. ¿Qué música escucha? Cuando estoy tranquila y limpiando en casa, prefiero la música clásica. ¿Qué le gusta de la gente? La sinceridad. ¿Qué no le gusta de la gente? La hipocresía.
Leonardo silva