En el tradicional Angelus de ayer domingo, el papa Benedicto XVI dijo hoy que la fe no es suficiente y que es necesario amar al prójimo, ya que quien no ama a sus hermanos no es un verdadero creyente porque «Dios no vive en él».
«Jesús no ha venido a enseñarnos filosofía, sino a mostrarnos un camino, más bien, el camino que conduce a la vida», dijo el papa Benedicto XVI tras el tradicional rezo del Ángelus
«Este camino -subrayó- es el amor, que es la expresión de la verdadera fe. Si uno ama al prójimo con el corazón puro y generoso, quiere decir que conoce verdaderamente a Dios».
«Si en cambio, dice que tiene fe, pero no ama a sus hermanos, no es un verdadero creyente, Dios no vive en él», aseveró.
Y citó un escrito de San Juan Crisóstomo, uno de los Padres de la Iglesia: «uno puede tener una fe recta en el Padre y en el Hijo, así como en el Espíritu Santo, pero si no lleva una vida recta su fe no le servirá para su salvación».
«Por tanto -añadió-, cuando se lee en el Evangelio ‘esta es la vida eterna: que te conozcan, el único verdadero Dios’, no penséis que esto basta para salvarse: son necesarios una vida y un comportamiento purísimos».
Tras estas palabras, Benedicto XVI saludó después a los peregrinos allí congregados en francés, inglés, alemán, español, eslovaco, polaco e italiano.
El mensaje del Papa, líder del mundo católico, debería de servir particularmente para quienes en estos tiempos electorales, “predican” tantas cosas buenas, tantas buenas intenciones, pero muchas veces cuando llegan al poder se olvidan o reniegan de ellas.
No pensamos en nadie en particular, sino en todos.
No nos interesa acusar a alguien, sino reflexionar juntos, mirar la vida y obra de cada uno de los candidatos que hoy se postulan para gobernar la nación, para sacar conclusiones.
Más allá del estricto sentido religioso del mensaje de Benedicto XVI, es incuestionable que la enseñanza sirve para todos, y a todos los niveles.
No basta con la teoría, con las buenas intenciones, sino se requiere esencialmente de la práctica.
