Ante confusas informaciones
Juan José Barreto, padre del joven Charly Ferreira -encontrado sin vida en dudosas circunstancias en abril de 2007-, volvió a dialogar en la jornada de ayer con EL PUEBLO, en este caso para aclarar que «todavía no se sabe nada respecto a si se va a archivar o no el caso, yo hablé con la abogada ahora, recién, y le puedo decir que incluso estamos a la espera de un careo, que sería una prueba más». Sucede que días pasados circuló el comentario de que el caso se habría archivado, a raíz de una nota de prensa que ocasionó ciertas confusiones en gran parte de la población.
-Estos días trascendió que desde Fiscalía se iba a solicitar archivar al caso, ¿cómo es eso?
Yo di una nota al diario (no es EL PUEBLO) y le aclaré al periodista que la Fiscal había pedido el archivamiento, pero que todavía no se sabe nada. Estamos con la abogada ahora viendo para que se haga un careo y estamos a la espera de la palabra del Juez, porque como el caso está por el código viejo, depende lo que diga el Juez.
-El pedido para que se archivara sí existió…
La Fiscal había pedido sí, pero todavía no está archivado, eso es lo que hay que aclarar y, como le decía, estamos a la espera de un careo.
-¿Es aquel careo entre un ex policía que confesó y algunos superiores de la Policía, y que nunca pudo hacerse porque llegado el momento no estuvieron Juez ni Fiscal?
No, es otro. Es sí con el policía que se quebró (Leopoldo Márquez), pero en este caso es ante otro policía al que echa la culpa que le pegó a Charly. Aquel otro que usted dice es el que, como no estuvieron Juez ni Fiscal, quedó solo en una declaración, no fue careo. Mi abogada incluso hizo un escrito pidiendo que se anulara aquello. Así que estamos esperando la palabra del Juez, cuando se abran los tribunales por supuesto, porque ahora está todo cerrado.
UN PADRE QUE NO SE CANSÓ DE BUSCAR JUSTICIA PARA SU HIJO
-Expolicía denuncia a sus compañeros por homicidio-
Bajo este título y con las siguientes palabras, hace un tiempo, diario El País –apoyándose en crónicas de EL PUEBLO-, hacía un racconto de los hechos, entre los que incluía el tema del expolicía que ahora participaría de un careo:
Juan José Barreto pasó más de una década buscando la verdad y ahora parece estar cerca de alcanzarla. El sábado 21 de abril de 2007 su hijo Charly, de 17 años, fue a un baile en el local «El Tropezón», en las afueras de Salto. Esa noche tocaba la banda «Sonido Profesional» y el lugar estaba repleto de jóvenes. El cuerpo del joven apareció horas más tarde sobre el kilómetro 11 de la Ruta 31, cerca de la localidad de San Antonio de donde era oriundo. Presentaba signos de aplastamiento de cráneo. En aquel momento la Policía atribuyó la muerte a la posibilidad de que la víctima hubiese sido arrollada por un automóvil, que nunca se ubicó.
Durante el año 2013 el padre del joven contó al diario El Pueblo los detalles de aquellos fatídicos momentos. Declaró que él estaba en su casa cuando a la hora 5:30 llegó un policía. El uniformado le dijo que debía acompañarlo a la seccional segunda porque su hijo había sufrido un accidente y estaba internado en un hospital. Esperó tres horas. Al final, tras discutir con un oficial, le anunciaron que Charly estaba muerto. Lloró un rato y pidió para reconocer el cuerpo de su hijo. Los efectivos de la seccional no lo dejaron y volvió a discutir. Se fue al hospital local pero ya habían llevado el cadáver al Cementerio Central. De inmediato reconoció a su hijo. Vio que tenía un golpe en la cabeza y que las ropas estaban intactas.
Barreto comenzó entonces un lento peregrinaje para saber qué había sucedido y quiénes eran los responsables. Buscó testimonios, se presentó varias veces ante la Justicia y logró que se realizara una segunda autopsia pero nunca obtuvo las respuestas que tanto ansiaba. Llegó un momento en que se distanció de las autoridades del Poder Judicial y se dedicó únicamente a salir en los medios para reclamar justicia.
Testimonio: El día menos pensado ocurrió lo inesperado. Uno de los policías que hacía guardia en aquel baile resolvió ofrecer su testimonio con su versión de los hechos. Se trata de Leopoldo Raúl Márquez Correa, un efectivo policial que fue dado de baja durante el año 2017 mientras sufría una seria lesión de columna que le impide «hacer cualquier tarea». Sin embargo, el Ministerio del Interior no lo reconoció y terminó por desafectarlo del servicio, según indicó el expolicía al abogado de la familia del fallecido, Walter Enmenegger.
«Esta familia necesitaba saber la verdad», afirmó el exfuncionario policial que dijo temer por eventuales represalias de sus excompañeros involucrados en sus declaraciones.
En ese contexto, Márquez aceptó contar su versión de los hechos en un programa de radio conducido por el periodista Juan José Díaz. El cronista grabó la entrevista en presencia del padre y otros familiares de la joven víctima.
«En un momento dado vemos que el dueño del local venía con Charles prendido del cogote y se lo entrega al cabo E. que estaba en la puerta; él se lo tira a S., que era sargento. Fue todo muy rápido, el muchacho le hablaba a S., le decía no seas malo. Y ahí el otro le pega un bastonazo en la nuca. Sin motivo; el muchacho no estaba desacatado, era algo que se arreglaba diciéndole que se callara», contó el expolicía.
Márquez indicó que tras el golpe, el sargento S. resolvió salir del lugar en el móvil con el joven herido.
«A eso de las cuatro de la mañana hubo unas detenciones, cosas de rutina en un baile. Otros patrulleros nos ayudaron a llevar a los seis detenidos al hospital. Cuando íbamos pasando frente al estadio el encargado de la seccional le informa a S. que hay un fallecido en la Ruta 31 y que tiene que ir al lugar porque el jefe de día M.R. ya estaba ahí. Cuando S. desciende del patrullero en el hospital me dice: Se me fue la mano. Nunca más me olvidé. Yo no entendía nada. Vi el bastonazo y él me dijo eso», afirmó.
Márquez sostuvo que luego de dejar a los detenidos en el hospital, los efectivos policiales que participaron en el episodio fueron trasladados a la seccional segunda. «Allí estaba todo el comando (de la Jefatura), estuvimos hasta las once de la noche aproximadamente», dijo.
Versión: El periodista Díaz le consultó si había dado esta versión ante la Justicia. «No, la planificación de lo que teníamos que decir fue armada en la (seccional) segunda por el sumariante J.E.P.; fue el cerebro que armó pieza por pieza. Una vez que él tomó conocimiento de que yo iba a llegar algún día a este momento, a decir la verdad, comenzó a seguirme por todos lados, a sancionarme y abrirme causas desde abajo de la tierra hasta que logró la destitución. Todo está en mi expediente», aseveró el expolicía. Consultado sobre si está dispuesto a presentar su testimonio ante la Justicia, Márquez afirmó que sí. «La juez o fiscal me va a entender, si les mentí, la Justicia se encargará pero esta familia merecía saber la verdad», indicó.
