Construcciones de primer nivel en un entorno de naturaleza privilegiada.
La construcción de casas de alto valor adquisitivo en la zona del parque Mattos Neto, contrasta con condiciones del lugar.
Construcciones costosas que prefieren las calles de tierra
Puede calificarse como una zona VIP, por quienes ven en ella un barrio donde la mayoría de las construcciones que se han levantado superan los 100 mil dólares y alcanzan con facilidad el millón en moneda estadounidense. Pero también puede verse como un sitio privilegiado, un lugar elegido por quienes pueden acceder a afincarse en ese territorio que les brinda la calidez especial que conjuga naturaleza con tranquilidad, algo que solo es posible por estar ubicados entre el ruido de la ciudad y el espacio de paseos públicos que se aleja del bullicio urbano.
Los primeros pobladores del lugar, lo buscaron pensando que se trataba de un lugar natural único, cerca de la ciudad, lo que les permitía desplazarse con facilidad a sus lugares de trabajo y volver a la apacibilidad que el resto solo disfruta los fines de semana.
Lo cierto es que desde la instalación de los primeros pobladores que rodean la zona del Parque Mattos Neto, donde hace 40 años solo había dos casas afincadas, hasta el presente, se ha registrado un importante incremento de la construcción en esa zona cuyas edificaciones superan ligeramente los 100 mil dólares de valor y alcanzan muchas de ellas con facilidad a valer 10 veces más.
Aunque si se coteja el valor de las construcciones con las comodidades que brinda el barrio por las condiciones que tiene el lugar, se registra un hecho singular y curioso. A pocos metros cruza la calle que oficia como rambla Costanera al sur del puerto de Salto, pero la mayoría de las arterias que rodean las caras construcciones son de tierra, no están en buen estado, la iluminación es apenas aceptable y hasta hay carencia de la red de saneamiento que cruza por la zona.
No hay comercios que permitan a los residentes del lugar adquirir sus víveres, algo que responde a dos cosas tan importantes como interesantes. Una es que el Plan Director no permite la edificación de comercios de dimensiones importantes en la zona y lo otro, es que los propios lugareños no quieren la instalación de un supermercado ni nada que se le parezca en el lugar para “no incendiar la pradera”, puesto que perderían la tranquilidad de la zona y encima generarían un “alto tránsito” no deseado por los residentes del lugar.
Para el presente informe, EL PUEBLO habló con algunos vecinos de la zona, incluso aquellos que fueron los primeros en poblar el lugar y trae a colación la opinión del director de Obras de la Intendencia, el arquitecto Eduardo Minutti Reyes, quien además es un vecino más de ese prestigioso barrio de Salto.
Los vecinos aceptan las condiciones de la zona, dijo Minutti
Construcciones costosas contrastan con condiciones precarias de la zona
Hace un año, en una nota publicada por EL PUEBLO el 20 de octubre del 2010, el actual director de Obras de la Intendencia de Salto, el arquitecto Eduardo Minutti Reyes, informó que las inmediaciones del Parque Mattos Neto, donde en los últimos 15 años se ha experimentado un boom en la construcción de casas de alto valor adquisitivo, contrasta con las condiciones en la que se encuentra esa zona, la que si bien en ese lugar cada vez existen más casas de alto valor ya terminadas, no hay calles pavimentadas, ni saneamiento y la iluminación de la zona es apenas suficiente.
Pero consultados varios vecinos de la zona para este informe, sostienen que las condiciones del lugar siguen siendo las mismas, pero coinciden con el entonces entrevistado jerarca comunal, sobre que esas “condiciones hacen a la zona” y que por eso en parte eligen vivir ahí, ya que cambian una zona “agreste” por la “tranquilidad” que aseguran que “respiran” en el lugar.
Si bien se trata de una zona de casas con características de lujo, como las que también existen en otras zonas de la ciudad, principalmente sobre la avenida Barbieri en el entorno de la Costanera Norte y en el barrio residencial Arenitas Blancas, el entonces consultado jerarca comunal, aseguró que a la mayoría de la gente que reside allí tampoco “le interesa” que se pavimenten las calles, “porque no quieren” que la misma se convierta en una zona de “alto tránsito”, comentó.
Sostuvo que la mayoría de la gente que “se instaló allí, lo hizo buscando la tranquilidad del lugar”, añadió el jerarca comunal, quien admitió que desde febrero del 2010, vive en esa zona.
En aquel momento, Minutti fue consultado sobre la existencia de ese crecimiento interesante de construcciones de casas lujosas en la zona del parque Mattos Netto y en sus alrededores. Ya que las mismas son construcciones caras, muchas de ellas rondan y hasta superan el valor del millón de dólares. Sin embargo, esto contrasta con las condiciones de las calles y del lugar las que son bastante pedregosas y complejas, para el entorno que tienen las fincas allí establecidas.
Entonces Minutti respondía que a su juicio, “el lugar no estaba bien atendido” ya que por allí “no hay cordón cuneta, ni tampoco hay alcantarillado”.
Sostuvo que la razón de esto pasaba por “varios problemas”. Primero, dijo que en el lugar “no hay saneamiento”. Pero especificó que se trata de “un tema que no depende del municipio”. Aclaró en esa oportunidad que allí “existe un saneamiento municipal exactamente en la zona del Parque Mattos Neto”, que añadió que en el momento de ser consultado no conocía de sus condiciones. Pero aseguró entonces que “un poco más para adelante no hay saneamiento” en la zona.
Al ser consultado en aquel momento sobre si la Dirección de Obras de la Intendencia se había planteado la posibilidad de “revisar” esa zona o si se habían planteado hacerlo, el actual jerarca de la comuna, arquitecto incluso de varias de las casas que fueron construidas en ese lugar y vecino de esa zona, sostuvo que “claro, sí nos lo planteamos si. Lo que pasa es que OSE es el dueño del 90% del saneamiento de Salto, y para actuar en ese lugar al menos el 85% del saneamiento debe estar realizado”.
Por lo tanto dijo que “hay dos situaciones en las que el saneamiento pertenece a la Intendencia, uno es ahí en esa zona del parque (Mattos Neto) y el otro es en el Barrio Uruguay, creo. Y la idea de OSE es regularizarlo, lo cual nos parece bien, porque son los entendidos en el tema y los que deben hacerse cargo de todo esto”.
Por otro lado, sostuvo que en aquel momento OSE estaba con un proyecto para Salto, que era “realizar una planta de depuración”, para lo cual necesitaba hacer 5 o 6 plantas de bombeo en toda la ciudad, con la finalidad de poder levantar los niveles de salida del saneamiento.
Explicó que entonces se trataba de un trabajo “importantísimo y carísimo que realmente nos va a generar una cirugía enorme en la propia ciudad, porque hay que abrir calles para canalizar y además uno de los colectores que se ven implicados en toda esta obra que tendría que hacerse pasa justo por la puerta de la Intendencia, justo por la calle Julio Delgado. Pero en la medida que todo esto se regularice, OSE iría a encarar la problemática del saneamiento de ese sector”.
Dijo que la falta de saneamiento en una zona como la de calles arriba del Parque Mattos Neto, requiere que la Intendencia coordine con OSE para hacer todo el trabajo y se refirió a que debe haber coordinación “para hacer las conexiones y para que quede todo el saneamiento hecho”.
De manera que cuando la Intendencia realice el pavimento de las calles, la conexión del vecino que vive en el lugar, la tasa de saneamiento sea a través de una tapa que está en la vereda y de esa manera se evite romper más las calles.
Entonces, según lo expresado en la oportunidad de dialogar con este diario, el arquitecto Eduardo Minutti dejó claro que “en gran parte de esa zona donde hay construcciones de valores millonarios no hay saneamiento”.
Y explicó en ese sentido que “lo que pasa que la gente ha buscado esos lugares para construir sus viviendas a sabiendas que las condiciones del lugar y de todo el entorno son esas. Y he oído que la gente que vive ahí no está a disgusto de que las calles sean así, porque no quieren que se genere una circulación tan intensa por la zona. Es una situación bien particular y no menos agradable”, decía en referencia a la actitud de los habitantes del lugar.
Los vecinos se juntan para hacer las cosas y prefieren no esperar la burocracia estatal
Algunas casas tradicionales subsisten pero son cada vez menos.
Los primeros pobladores de la zona, llegaron al lugar hace 40 años. Se trata del contador Edgardo Franzoni quien dispuesto a dialogar con EL PUEBLO, recordó que en aquel momento, cuando se mudó al lugar fue porque optó por la tranquilidad de la zona. “Le pedía agua de pozo a un vecino de la zona. Entonces éramos dos las casas que habitábamos el lugar”, evocó el vecino que aún vive en esa zona.
Franzoni comentó que al cabo del paso de unos años, se juntaron entre todos los vecinos que eran unas 40 casas compuestas entre los que como él, se habían construido su vivienda en esa zona y algunos vecinos del barrio Saladero que residían cerca y le plantearon a OSE la posibilidad de instalar una red de agua corriente para quienes estaban afincados en ese barrio.
“Y lo logramos, vino OSE y nos instaló el agua corriente a todos, desde entonces contamos con suministro sin problemas. Después a medida que fue creciendo el barrio se fueron colocando otros ramales para abastecer a toda la población de la zona”, dijo el contador Edgardo Franzoni.
Pero el problema de la falta de red de saneamiento se empezó a solucionar en forma paulatina hace unos 20 años, cuando se comenzaron a realizar las primeras conexiones en la zona. Franzoni considera que en la actualidad “el problema de la red de saneamiento se ha superado bastante”.
Si bien la información que obra en poder de EL PUEBLO advierte que existen problemas de conexión en la zona, sin importar el valor de la construcción que se haya levantado en el lugar, advierte que la mayoría de los problemas de este tipo se han superado.
SEGURIDAD
Sin embargo, varios de los vecinos consultados por este tema, coinciden que la opción por irse a vivir a ese lugar, ha sido considerada con las condiciones que ya tiene el barrio en referencia a la situación que presentan sus calles y su carencia de iluminación en la zona, lo que contrasta con el valor de sus construcciones.
Respecto a la seguridad en la zona señalan que la situación “ha mejorado”. Algunos cuentan su experiencia de cuando han llegado a ser víctimas de copamiento. “Un día estaba con mi esposa y dos nietas, y entraron dos sujetos, bastante inexperientes al parecer, y nos encerraron y nos sacaron algo de dinero. Fue un susto bastante grande, pero por suerte ya pasó y desde hace tiempo que la situación está relativamente tranquila, porque algún que otro robo a veces hay, pero son pocos”.
IDIOSINCRASIA
Si bien los vecinos del lugar son personas que mayormente se conocen, no saben exactamente quien es quien, ni tampoco conocen a qué se dedica cada uno. Pero a la hora de hacer algo no esperan por la burocracia estatal y se juntan para todo. “Hasta para conseguir leña, nos juntamos entre o cuatro y compramos un camión de leña. En realidad yo no sé quien vive frente a mi casa y eso que hace 15 años que vivo acá”, contaba un lugareño.
Por otro lado, informaron que “con respecto a la seguridad nos pasó lo mismo, nos juntamos entre varios y contratamos a dos guardias de seguridad privados que recorren la zona. También tenemos una pequeña colaboración con la policía, a la que les damos algo (puede ser un monto de dinero) a cambio que vigilen la zona y ellos siempre están”, cuentan.
“Nos pasa que todos trabajamos, y no estamos en casa durante todo el día, pero cuando llega el fin de semana por ahí nos vemos las caras y nos saludamos y a veces tratamos preocupaciones conjuntas, como el caso del cordón cuneta, que hace unos años la Intendencia había puesto reparos para hacerlo y nos juntamos entre varios y lo hicimos. Estaba en nuestras posibilidades y no queríamos esperar años para que se hiciera algo”, recuerdan.
Con todo aprecian la zona, valoran el lugar, se sienten que viven en un sitio privilegiado y no escatiman gastos para sus casas, pero prefieren mantener las condiciones naturales del entorno para hacer valer la tranquilidad de la zona por la que han pagado un alto precio.
La normativa departamental regula expresamente la denominada área caracterizada “Barrio Jardín Zona Sur”
El decreto departamental nº 5944/97 que regula el uso del suelo en la Zona Urbana, Suburbana y de Huertos de la ciudad de Salto define Unidades Barriales, Unidades de Reserva, Unidades Especiales, Factores de Ocupación. En el caso de la zona abordada en el presente informe la misma se encuentra dentro de la Unidad Barrial nº 6 denominada “Costanera Sur”. Dicha Unidad tiene como límites al norte el Arroyo Ceibal, al este la cañada afluente del Ceibal desde el puente de las Carretas hasta Avda. Pascual Harriague, al Sur la Avda. Pascual Harriague y al oeste el Río Uruguay.
USOS DOMINANTES
A fin de determinar los porcentajes de edificación respecto de los predios, los usos permitidos y vedados, en dicha unidad barrial se determina en la normativa vigente que el uso dominante es el habitacional en donde predominan las residencias con la presencia de servicios administrativos y comerciales afines y en escala a dicho uso.
USOS VEDADOS
Están vedados los usos industriales, en los que predominan actividades productivas que procesan, manufacturan y transforman los bienes para uso o consumo en nuevos productos. En esta unidad está prohibida la instalación de industrias peligrosas y nocivas.
También está vedado el uso para actividades derivadas y complementarias destinadas al depósito, conservación, mantenimiento y distribución de bienes de productos peligrosos, con riesgo de explosión o incendios, almacenaje de petróleo y derivados, alcohol, productos químicos o inflamables de primer grado, artículos pirotécnicos y materiales explosivos.
ÁREA CARACTERIZADA
El decreto departamental 5996/98 incluye una serie de definiciones. En el caso de la zona que se estudia en el presente informe existe el “Área caracterizada Barrio Jardín Zona Sur”, para la que se establecen normas especiales en razón de sus peculiares valores históricos, ambientales o arquitectónicos”. De esa manera se establece una altura máxima de 7 metros de edificación. A su vez se dispone un retiro frontal de 4 metros sobre el cual no está permitido construir. Las normas regulan que no se aprobarán fraccionamientos con frentes menores a 12 metros y con una superficie inferior a 300 metros cuadrados.
El entorno de las calles de tierra es parte de la tranquilidad.