Las memorias del «Mocho» León en EL PUEBLO, 38 años después
-38 años después. Casi cuatro décadas atrás.
«Pasa el tiempo para todos, y también de ese partido por los años que no son pocos. Pero a ese partido uno no lo olvida. Cuando a veces me topo con aficionados que fueron, lo dicen sin más vuelta: «¿Te acordas cuando le ganamos a Peñarol Campeón del Mundo?». Yo no se quienes son, pero el recuerdo de ellos a uno se lo hacen saber. Pero además, llama la atención cuando se les da por ese «le ganamos». O sea, como si aquel 4 a 3 fue un poco de todos los que estuvimos allí».

-Coincidía con otros tiempos respecto a la selección. De eso no hay dudas.
«Porque aquella selección de 1982-83, no solo fue Campeón del Litoral sino que había despertado simpatía. Era un equipo maduro, hecho y derecho. Con personalidad. Peñarol había sido campeón de todo y venía de gira por el Interior. Ganaba o ganaba. Menos el brasileño Jair, estaban todos, a partir del triángulo final con Gustavo Fernández, el «Indio» Olivera y el «Tano» Gutiérrez. Pero ojo: ellos no vinieron a pasear. Vinieron a jugar y a ganar».
El «Moncho» fue parte de aquella historia.
Por eso no lo pensó dos veces: fotos y diario para compartir la evocación en EL PUEBLO.
Sucede que ese partido jugado en el Parque Ernesto Dickinson el 13 de febrero de 1983…..no fue un partido más. Hasta de repente en el tiempo, no se le dio el valor asociado a la justicia. ¡Cuatro goles al Campeón de América y del Mundo!
Alfredo Velásquez (Hindú) había alcanzado el empate en 3 a 3, mientras JOSÉ ALBERTO LEÓN llegó al gol por última vez.
Este «Moncho».
Aquel puntero.
El de Salto Uruguay.
« A ESE PARTIDO NO LE
FALTÓ PLANIFICACIÓN»
«Cuando uno recuerda aquello que pasó, hay que ser sincero. Nunca pensamos en que podíamos ganarles. Porque Peñarol tenía flor de equipo. Y además lo tenía a Morena. casi nada».
-Fue un partido durísimo.
«Tal cual. Yo diría que de amistoso no tuvo nada. No solo en la entrega, sino en la actitud de cada uno».
-¿En la actitud?
«Se puso todo. Cuando digo todo, hablo de duelos aparte, como el del «Gringo» Cavani con el «Tano» Gutiérrez. En el caso nuestro, el «Pelado» Velásquez se mandó un partido bárbaro. A Diogo le metió gambetas por todos lados. Mario Saralegui fue uno de los que jugó ese partido».
-No te vayas de Fernando Morena….¿y?
«Jugó nervioso todo el partido. Se lo marcó a muerte. Cuando empezamos a tener respuesta y encontramos los goles, para alcanzar la victoria después, Morena no lo podía creer».
-La Dirección Técnica del «Pata» Izaguirre.
«Siiiiiiii….un técnico especial. Por lo que sabía y por lo que transmitía. Cuando hablaba no volaba una mosca. Había que escucharlo. A ese partido no le faltó planificación».
-¿A qué situación de hecho le sacaron a jugo?
«El haber jugado en el Dickinson. A la cancha la conocíamos de memoria. Pero además la gente en la tribuna también sumó desde lo anímico. No entraba un alfiler».
-Lo que mencionas con respecto a la simpatía que esa selección había provocado.
«Porque fue así. Cuando jugamos frente a Colonia por el Litoral, dos excursiones se sumaron. Dos ómnibus. Era un grupo respetable, jugando y fuera de la cancha. O sea, era un grupo».
-No faltaron jugadores que se perdieron después en la desmemoria, pero que supieron de trascendencia en ese año.
«Ahí está el caso de Juan Solís. El «Pata» lo conocía de Chaná. Lo mismo que a Juan Conti, claro. Los dos rindieron notable. Pero además la selección defendía bien y en esa noche, el «Puchero» Gómez metió los dos primeros goles. ¡El partido que se mandó el «Puchero»!
-¿Hubo lealtad?
«Y por momentos hubo de todo, porque ninguno quería perder. Hasta por una cuestión de orgullo. Ni ellos ni nosotros. Más de una patada….Más de un codazo….también. Por eso decía que de amistoso tuvo poco y nada».
-¿Se quedó definitivamente en vos, aquello que pasó?
«Es un imborrable recuerdo. Cada 13 de febrero, la memoria funciona otra vez. Yo creo que a todos los que jugamos ese partido nos pasa lo mismo. Nos ganaban 3 a 2, pasamos 4 a 3. Eran campeones del mundo y no vinieron con un equipo de reserva. Reitero….¡se trajeron todo porque jugaron a ganar! Cuando terminó el partido, de repente nos pasó lo mismo que a Morena. Tampoco lo podíamos creer»
El seis veces campeón salteño con S. Uruguay
José Alberto León nació el 29 de mayo de 1960. Con 23 años fue protagonista de aquel partido en que el fútbol impactó 38 años atrás.

El «Moncho» fue autor de dos goles inolvidables en ese ciclo. El cuarto a Peñarol de Montevideo, para abrochar la victoria, pero también el único gol «naranjero» frente a Payandú en el Campeonato del Litoral de ese año.
¿Por qué inolvidable también?: porque habían transcurrido casi 30 años en que Salto no ganaba en condición de visitante en la «Heroica».
Sobre el arco norte del estadio Artigas, y al golero Gualberto Velisccho (después sería transferido a Nacional de Montevideo), la decisión del «Moncho» fue perfecta.
De local, Salto y Paysandú habían empatado 0 a 0 en el Parque Dickinson.
La década de los 80, memorable en la vida deportiva de José Alberto León, desde el momento que por SEIS veces fue Campeón Salteño con Salto Uruguay.
Puntero derecho y con gol. De los más explosivos en ese tiempo. Entre la selección y los decanos, siete copas levantadas.
Así del «Moncho».