Ha transcurrido el Día de Reyes y más allá de la alegría de algunos niños y las caritas sonrientes por los regalos que han recibido, no podemos dejar de pensar en los niños que no sólo no tienen regalos, sino que ya no tienen padres, no tienen hermanos, ni que hablar que no tienen reyes magos. ¿Les podemos pedir luego que miren por los intereses de la sociedad que les ha negado todo, les ha quitado lo poco que tenían?
Honestamente creemos que pensar sólo en nuestros niños, dejando de lado, ignorando o descartando a los otros es participar de los planes o ambiciones de otros. ¿Oyó Ud. hablar de los útiles al sistema? Convendría que analizáramos este argumento.
No tenemos duda alguna que el comercio debe hacer lo que es su razón de ser, es decir aprovechar cada festividad para promover sus ventas de la mejor manera posible. No decimos que esto esté mal, porque no lo consideramos así. Decimos que esto no debiera hacernos olvidar aquellas realidades, porque en alguna medida también participamos de ellas.

Y es que no se necesita ir muy lejos, para encontrarse con éstas realidades. No se requiere remontarse a una guerra, de las varias que hay hoy en el mundo y que son una consecuencias más, quizás las más cruentas, porque alrededor nuestro hay niños sin reyes magos, hay caritas tristes y hay sentimientos lastimados.
No pretendemos decir que bastaría con hacerles algún regalo para lograr que ellos nos amen, que tengan un buen concepto de la sociedad que integran, pero al menos daríamos muestra de que nos importa ser solidarios, nos importa su situación y nos preocupa.
Lograr que al menos no nos odien es lo poco que se puede lograr. Luego será tarde y es probable que lo pague algún inocente. Algunos crímenes nos hacen pensar ¿Por qué tanto odio? ¿De dónde sale? Debiéramos hurgar en estas cosas sencillas para hallar la explicación que corresponde.
Algunas de las promocionadas medidas sociales procuran “remediar” situaciones de injusticia como las que señalamos, pero ¿son suficientes? ¿Son las adecuadas? ¿Cuáles debieran ser?
Se nos perdonará nuestro pesimismo, pero más allá de festejar el “Día de Reyes”, nos duelen las injusticias, porque entre otras cosas sabemos que llegará el día en que se tendrá que rendir cuentas y de nada valdrá “decirse” justos y solidarios, sino se lo demuestra.
A.R.D.