El caso de Rodolfo Galluzzo, no es de ahora. Viene de años.
Se integró al Cuerpo de Neutrales liderado por Guillermo Zunini en 1993. Fue clave para las gestiones que impulsaron la contratación de Gustavo Ferraz. Resultaron tres años inolvidables de la selección. Jugosos en resultados deportivos, en adhesión del aficionado y en el logro de recaudaciones que fortalecieron el esquema financiero de la Liga.
Aquel Rodolfo Galluzzo, que también es este neutral integrado algunos meses atrás. Rodolfo es de los que afina la punta del lápiz y abre el cauce del futuro. Una manera de no permanecer al margen del mañana.
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El lunes pasado en el Consejo Superior, el neutral fue al grano, “porque no hablamos de una Comisión de Calendario, pero sí ir planificando. Por eso, el objetivo es juntarnos todos los jueves, para analizar, ver aspectos del futuro y hablar del año que viene. Cuándo empezar la temporada y cómo jugarla. Pero no que solo se limite a la teoría, sino que esto sea una base de lo que se ejecute a partir del año que viene. Por eso, a ese primer encuentro, que asistan un representante de cada divisional, del Consejo Único Juvenil, del Fútbol Femenino, del Colegio de Jueces, de la asociación de entrenadores. Todas esas áreas son componentes de la Liga Salteña de Fútbol. Tratar de unificar en tiempo y forma. No que arranquemos el año que viene sin saber qué hacer. Nosotros como neutrales, podemos seguir o no seguir. Pero hay cuestiones que deben analizarse desde ahora. Que cada uno vuelque el mejor de los compromisos y que no quede en un juego de palabras. Decir, pero también hacer”
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Entre tanta llamarada de cuestionamientos, de polémicas, de denuncias, Rodolfo Galluzzo le mete pechera a una razón de esencia: LA DEPORTIVA. Al fin de cuentas, el 2023 no está lejos. Casi ahí nomás, a la vuelta de la esquina.