La participación en las elecciones municipales cubanas de este domingo se situó en el 63,85 % a las 17.00 hora local (22.00 GMT), a dos horas del cierre de los colegios, lo que supone 18,2 puntos porcentuales menos que en el mismo momento de los últimos comicios locales, los de 2017 (82,05 %).
Esa cifra de votantes representa a los 5.332.591 cubanos que acudieron a las urnas hasta ese momento, del total de 8.351.311 ciudadanos registrados en el padrón electoral, de acuerdo al quinto parte informativo de la Consejo Electoral Nacional (CEN).
Los 23.480 colegios electorales habilitados en toda la isla alargaron una hora más las votaciones, hasta las 19.00 horas (24.00 GMT), a petición de «los consejos electorales en varios territorios y de los propios electores», según comunicaron las autoridades electorales sin dar otras razones de su decisión.
En las anteriores elecciones municipales de 2017, también se extendió una hora más la votación en algunas zonas y a las 18:00 horas (23.00 GMT).
En estas elecciones ejercen el sufragio por primera vez 22.205 jóvenes, tras haber cumplido la edad requerida -de 16 años- para acudir a las urnas.
En cada circunscripción solo se elige a uno de los candidatos nominados, que debe obtener el 50 % más uno de los votos. Si no, habrá una segunda vuelta el 4 de diciembre en los lugares donde ninguno de los candidatos logre ese porcentaje o se produzcan empates.
Los datos oficiales apuntan que entre los candidatos hay 18.621 que militan en el Partido Comunista de Cuba (PCC, único legal) o en la Unión de Jóvenes Comunistas, el 70 %. Sólo un 7 % son jóvenes y un 27 % optan a la reelección.
Los delegados, que se encargarán principalmente de la gestión directa de problemas y quejas en sus comunidades, conforman además las Asambleas Municipales del Poder Popular, primer nivel administrativo del país.
Con esta votación comienza en Cuba un ciclo electoral que debe concluir, ya en 2023, con comicios parlamentarios.
Entre las atribuciones de la Asamblea Nacional se encuentra la elección del presidente de la república, puesto al que puede presentarse para un segundo mandato de cinco años el actual jefe de Estado, Miguel Díaz-Canel
Falta de votantes por debajo de los 30 años.
Cuando abrieron los colegios electorales en Cuba para las elecciones municipales de este domingo había una fila más larga en una panadería que en el centro de votación de la capital que se encontraba a unos metros de ahí.
Esta imagen de baja afluencia se repitió en tres distintos puntos visitados por EFE en los primeros compases de la jornada, que arrancó a las 7.00 (12.00 GMT).
En los centros de votación había un común denominador: gente mayor o simpatizante del Gobierno. Además de la falta de votantes por debajo de los 30 años.
Para Richard Romero, de 41, hace falta «llegarle» a la juventud. «Hay que saber acercarnos a ellos. Los chicos están en otra cosa…», dijo a EFE después de emitir su voto.
Mari, de 58 años, cree que todo es cuestión de «voluntad». «Estas son unas elecciones muy importantes porque los delegados nos ayudan mucho a los vecinos. Aquí está el que quiere, yo estoy aquí», cuenta al salir del colegio.
Hasta el corte de las 11.00 (16.00 GMT) había votado cerca del 19 % de los 8 millones de cubanos que están llamados a las urnas para elegir a los delegados de barrio. La cifra está 10 puntos por debajo del reportado a la misma hora en los comicios municipales de 2017.
La oposición cubana se ha volcado a promover la abstención en estas votaciones, que consideran ilegítimas.
Al respecto, el canciller, Bruno Rodríguez, declaró a la prensa después de votar en un colegio del municipio habanero de Playa que esas campañas «no hacen mella en el pueblo». De igual forma, consideró que la participación en esta jornada será alta.
DELEGADOS BARRIALES
Los delegados que se eligen se encargarán principalmente de la gestión directa de problemas y quejas en sus comunidades y conformarán las Asambleas Municipales del Poder Popular. Ellos eligen a su presidente y al resto de cargos del organismo.
Entre las funciones de esta asamblea está la puesta en marcha de una Comisión de Candidaturas, que selecciona a candidatos para el parlamento unicameral cubano.
Se trata, en realidad, del pistoletazo de salida de un proceso que concluirá el próximo año para conformar el Parlamento, que a su vez, elegirá al presiente de la República.
Sin embargo, estas últimas atribuciones eran desconocidas para un importante número de votantes entrevistados a las afueras de su centro de votación, incluida la propia vocal de la mesa de un colegio: «Yo no sé, nos ayudan mucho, pero de eso no le sabría decir».
Candidatos a delegados
Aunque en Cuba están prohibidas las campañas electorales, los medios estatales se lanzaron desde hace semanas en promover el voto.
Lo más cercano a lo que fuera de la isla se entendería como propaganda electoral, son las breves biografías con foto de cada uno de los candidatos que aparecen en lugares estratégicos de los barrios.
«¿Aquí comienza la cola para votar?», pregunta un vecino a los periodistas aglomerados en la entrada. En el muro al lado de la puerta por la que entró el hombre cuelgan las dos biografías de los candidatos, ambos con trayectoria en organizaciones del Partido Comunista de Cuba (PCC, único legal).
Juan Carlos Espinosa.