back to top
martes, 1 de abril de 2025
11.6 C
Salto

Más barbarie que civilización

- espacio publicitario -
Liliana Castro Automóviles
Enlace para compartir: https://elpueblodigital.uy/vws9

(Barbarie: Falta de cultura o civilidad; fiereza, crueldad)

(Civilización: Estadio de progreso material, social, cultural y político propio de las sociedades más avanzadas)

Lo que ustedes ven en la imagen, estimados lectores, ha sido publicado hace pocos días por personas artiguenses, junto a este texto: “Esta foto es real, ocurrió en Artigas, pero puede ocurrir en cualquier otro lugar, a cualquier otra persona. Explícale a tu hijo, que el médico te acaba de decir que las posibilidades de reconstruir su mano, son nulas. El adulto eres tú, el niño no mide el riesgo, ni ve las posibles consecuencias. ¡No más cohetes, palomas, brujitas, buscapiés, chifladores, barrenos y explosivos en estas fiestas! Texto e imagen: Pediatra Miguel Maza. Artiguenses, a tener conciencia”.

- espacio publicitario -
Marcha por la Vida - Viernes 28 de marzo, 19:15hs
ALBISU Intendente - Lista 7001 - COALICIÓN SALTO

En la edición de EL PUEBLO de este último sábado, publiqué una breve nota de opinión, donde me refiero a la pirotecnia sonora. Hoy pretendo ampliar esa mirada, y si bien es cierto que me voy a concentrar en ese tema, que tan en boga está por estos días, quiero que también sea ejemplo para entender otras cosas. Para entender, me refiero, a que en definitiva puede haber el montón de leyes, de decretos, de resoluciones que usted quiera, pero si no se controla para hacerlas cumplir, es lo mismo que la nada.

¿Alguien puede sorprenderse que desde que empezó diciembre, Salto es un escándalo en cuanto a pirotecnia sonora? No, no sorprende porque en realidad todo el año fue un “viva la patria” en ese sentido (en fiestas privadas, espectáculos públicos como partidos de fútbol, etc., etc.). No sorprende porque fuimos muchos los que todo el año pasamos preguntándonos dónde quedó todo aquello de lo que algunos se jactaban: Salto como un adelantado en concientización, Salto como ejemplo en el país por su respeto al autismo, y tantas expresiones similares. La realidad indica que hoy, es un desastre.

Sé que me podrán decir : «Es relativo lo de considerar a esto como algo tan malo», o “Mirá, Jorge, que vos lo ves así porque no te gustan los estruendos, pero hay gente que sí”. pues no, no es cuestión que me guste o no: hay un decreto y punto. Me guste o no me guste. ¿O acaso es cuestión de gustos? ¿Desde cuándo?

En determinada zona cercana a la Represa de Salto Grande está prohibida la pesca del Dorado.¿Cumplir o no cumplir con ello es cuestión que a alguien le guste o deje de gustarle?

Hay decretos que establecen que las veredas de la ciudad deben estar despejadas, simplemente porque son para caminar. Entonces, tenerlas llenas de macetas, mesas, sillas, motos y otros elementos que hacen casi imposible pasar a una persona en muletas, con bastón o ciega, ¿es una cuestión de gusto? Que en el interior de algunos barrios sea común ver motos con tres y hasta cuatro ocupantes, y sin cascos, ¿es porque se trata de una cuestión de que guste o no guste? Pensarlo así sería ridículo, absurdo, un disparate fenomenal.

Pero vuelvo a la pirotecnia y antes de continuar, transcribo textualmente el referido artículo publicado en página 3 de este diario el sábado:

“Creo que hace algunos años no me molestaban los estruendos de la pirotecnia. Pero reconozco que tampoco me había involucrado en leer sobre el tema. Después lo hice y lo hago siempre que puedo. Esto me lleva a asegurar que quien lo haga, comprobará que es absolutamente todo negativo: lastima a uno mismo y a los demás, perjudica todo el ecosistema (por ejemplo, la mortandad de pájaros que se produce es impresionante), afecta muy duramente a personas con autismo, con problemas cardíacos, a personas adultas mayores que, como consecuencia de su edad, conviven con múltiples afecciones, quita capacidad auditiva a personas y animales (en el caso de perros el daño puede ser gravísimo, además de hacer que muchos de ellos se pierdan), etc. Sumemos a todo eso, como si fuera poco, que año tras año (sobre todo en torno a las fiestas tradicionales de fin de año, aunque no únicamente) el número de personas lesionadas por quemaduras es alto. Una vez, escuché decir a la madre de un niño con autismo: “Solo comprenderá nuestra realidad, quien pase aunque sea una vez en la vida, por el momento de estar encerrada en el baño con el niño mientras tiran cohetes, por la crisis de nervios y de llanto que le provoca…”. Creo que no es siquiera necesario pasar por esa situación. Confío que tan solo al pensarlo, podemos llegar a comprenderlo. Y es entonces cuando me pregunto: ¿y cuál es la diversión? Claro, habrá quienes me dirán que la principal diversión es para niños que lo ven como un simple juego, sin ser conscientes de lo que estamos planteando en estas líneas. Pues entonces enseñemos a los niños a que no se trata de un juego, y menos aún, de un juego divertido”.

Es decir, enseñemos en jardines y en escuelas los peligros de estas “diversiones”. En el hogar también, por supuesto (¡y pensar que hay hogares que hacen todo lo contrario, los fomentan). Enseñemos que hay alternativas, incluso fuegos artificiales mismo pero mucho menos peligrosos, por decir un ejemplo, y sin explosión por supuesto.

Más de una vez escuché decir: “¿Qué puede tener de malo la pirotecnia sonora, si es algo que se hizo siempre?”. Lo que se me ocurre decir, en primer lugar, es que no porque algo se haya hecho siempre, no puede dejar de hacerse si se comprueba que es perjudicial. De lo contrario, con ese criterio, no se podría haber instaurado nunca la prohibición de fumar en lugares cerrados, porque al fin de cuentas, es algo que se había hecho siempre. Sin embargo pudimos cambiar eso y hoy ya lo asumimos con total naturalidad. Cambiamos “el chip” como dicen algunos, cambiamos la mentalidad, es una cuestión cultural que seguro se puede cambiar, pero tiene que haber convencimiento, trabajo conjunto y, en este momento, controles firmes.

Sinceramente, utilizar esas “bombas” que producen tantos problemas en la salud de tantas personas (para no repetir una vez más todo lo referido a otras áreas de la naturaleza) parece más una cuestión de barbarie que de civilización. ¿En serio hay quienes argumentan que porque “siempre se hizo”, tenemos que resignarnos a no evolucionar como sociedad, negando todas las evidencias de los daños que provoca la pirotecnia? Yo al menos, me resisto a aceptar ese razonamiento como válido.

Estas dos cosas que leí hace unos días me gustaron, y las comparto. Una dice: “Con el dinero que compran pólvora, cómprenle un juguete a un niño y verán que explota de alegría”. Y la otra: “Si otros sufren, no es una fiesta”.

Ojalá algún día, más personas lo entiendan.

Enlace para compartir: https://elpueblodigital.uy/vws9
- espacio publicitario -
ALBISU Intendente - Lista 7001 - COALICIÓN SALTO