Antes de la conclusión del año 2020, el desarrollo de una Asamblea Extraordinaria en la Liga Salteña de Fútbol, con cuatro puntos en el calendario y uno de ellos clave: pagar o no pagar la inscripción para la temporada 2021, teniendo en cuenta que los clubes abonaron la del 2020 en la que finalmente no se jugó fútbol.
Fue la primera muestra-consecuencia de una ausencia: la del Gerente, José Luis Sabarrós. De arranque se planteó la duda: si para que una posición se avalara o rechazara, alcanzar mayoría simple o caso contrario, obtenerse los dos tercios de los clubes representados.
Las posturas se radicalizaron, a tal punto que se determinó un Cuarto Intermedio, para que la Comisión de Reglamento aportase una señal informativa. Sabido es que la Comisión de Reglamento no impone; se limita a sugerir, desde la interpretación de sus integrantes.
En el marco de la Asamblea, ¿quién debía esclarecer el punto?….¡el Gerente!
Una de sus funciones es justamente esa. Ha sido normal en los últimos años que puntuales enfoque reglamentarios o dudas, hayan pasado por el decir de José Luis Sabarrós, quien no hace tiempo atrás alcanzó los 30 años en la función.

LA MIRA DEL FUTURO
No ha sido la única vez que el trancazo se produjo en ámbitos de la Liga a partir de la resonancia de la ausencia de un Gerente: fuese quien fuese. Por eso es que tanto Alfredo Berretta como Luis Arreseigor, postulantes a la presidencia de la Liga Salteña de Fútbol, coinciden sin más vueltas. De las primeras medidas a impulsarse, es llenar el vacío.
Desde abril del año pasado la Liga Salteña de Fútbol, no dispone del Gerente en funciones, desde el momento que al dispararse los primeros casos de Coronavirus, José Luis y los dos funcionarios administrativos fueron derivados al Seguro de Desempleo.
Semanas atrás, desde EL PUEBLO, un anuncio que el paso del tiempo puede transformarse en realidad: que Ignacio Rodríguez de Ávila, actual funcionario administrativo de la Liga pueda convertirse en Gerente de la Liga Salteña. Con preparación adecuada para el desarrollo de la función, su nombre claramente está en primera fila. Y no parece haber otro en la vuelta.