María Federica festejó sus quince años

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    La jovencita María Federica Sait Romero cumplió quince años, motivo por el cual su mamá Lorena y los abuelos Juan Alfredo y Margarita la agasajaron con una fiesta en su honor.
    Llegó al salón junto a su hermano Mauricio mientras se puso en el aire la melodía “Quince Primaveras” , fue recibida por su familia y los invitados ya ubicados en sus sitios todos de pie con un cerrado aplauso.
    Federica lució modelo de baile realizado en organza color ámbar bordada en hilos de seda en un tono más intenso, corsage de breteles finitos, sobre la línea del escote se veía festón ricamente bordado, este motivo se repetía sobre el zócalo de la amplia falda, marcaba el talle pieza drapeada de satén del mismo color, dos lacitos de esta tela adornaban el peinado juvenil.
    El salón fue decorado con mucho amor con diseños en los colores amarillo, blanco perlado y naranja. En la entrada se ubicó alto candelabro con varios veloncitos amarillos y cintas de organza, del otro lado había una coqueta mesita ratona con el álbum para recoger las firmas y mensajes de felicidad, acompañaba bouquet de claveles color naranja y follaje.
    En las paredes formaban  ondas guirnaldas y globos que convergían al centro de la pista de baile formando enorme racimo junto a otros cristal que eran piñata con muchos papelitos en su interior.
    El momento del vals fue iniciado con su abuelo, continuó con su hermano, otros familiares y amistades, posteriormente con ritmos de moda la pista se pobló de bailarines haciendo que la alegría fuera total cuando se repartió el colorido cotillón bajo espectacular juego de luces.
    Rodeando la pista se ubicaron las mesas de los invitados tendidas con manteles y senderos alternados en amarillos y naranja, llevaban al centro transparencias esféricas con gemas hidratadas color cristal.
    Para el brindis tomó relevancia la mesa principal, tendida con mantel de hilo amarillo bordado al realce y calado con hilos blancos, sobre él destacaba la hermosa torta decorada como un almohadón y sobre él una caja de regalos, ambos muy bien decorados en los colores de la fiesta y destacados con cintas de organza y una flor, a su lado estaba el centro de la felicidad con las quince velas ubicadas sobre bouquet de margaritas blancas con centros amarillos naturales, acompañaba un copón de cristal con perlas de distintos tamaños y cintas de colores que fueron recogidas al unísono por las quince amigas más allegadas, todas tenían pequeños dijes y el principal premio era un anillo de oro y plata. Al finalizar la reunión se repartieron souvenirs consistentes en cajitas de cartón corrugado decoradas con pequeñas flores de porcelana, encerraban un bombón y la tarjetita de agradecimiento por haberla acompañado en su día tan feliz. Recibió muy lindos e importantes obsequios como el vestido que lució en su fiesta que fuera enviado por su tía y madrina Olga Sait desde Buenos Aires, que además la invitó a pasar las próximas vacaciones veraniegas en la capital argentina.

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    Liliana Castro Automóviles