Hoy en el Palacio Córdoba
Dice textualmente el comunicado recibido: “La Asociación Magisterial de Salto (AMS) reconocerá en presencia y en memoria a los maestros destituidos por la dictadura hace cincuenta años. El querido docente Manuel Esteves (Manolo) con sus 99 años será uno de los homenajeados, al igual que decenas de profesionales que el régimen expulsó por sus ideas. Se sabe que estarán presentes maestros de varias generaciones, al igual que vecinos que guardan excelentes recuerdos de quienes educaban a sus hijos, y pecaron de aplicar la socrática metodología de “alumbrar ideas”, de desarrollar la capacidad de pensar, sin imponer dogmas a sus discípulos.


El acto del martes 1º. se desarrollará a la hora 16, en la Sala de Actos Rodríguez Musmano del Palacio Córdoba, perteneciente a la Intendencia Municipal. Se ha informado que habrá una sencilla mesa, que dirigirá breves mensajes a la convocatoria, integrada por la presidenta de la AMS, Elena Galeano Arrestia, el historiador Matías Berger, Gladys Díaz, la figura presente en la casa magisterial durante la dictadura, Ramón Fonticiella de la primera tanda de desafectados, y el maestro y escritor Sergio López. Seguramente la sencillez de la ocasión, será escenario de la emoción”.
En tanto Susana González Vetey y Rodolfo Urrutia, dos maestros (ya jubilados) referentes en el tema, a los que les tocó vivir desde sus puestos de trabajo aquella época, expresaron a EL PUEBLO que la idea fundamental “es el reconocimiento y el reencuentro”. Entre los maestros afectados por la dictadura, “en Salto son más o menos 70”, informaron.
Asimismo recordaron que había tres tipos de maestros afectados: “estaban los destituidos, pero además los inhabilitados y por otra parte los degradados”.
Los destituidos son los que fueron separados de sus cargos, los inhabilitados son aquellos a los que siendo recién recibidos se les prohibió comenzar a transitar la carrera docente, en tanto los degradados son los que fueron descendidos en su grado. “Grados y cargos a los que habían accedido por concurso”, remarcó Susana González. Ambos coincidieron en que las secuelas de aquel tiempo duraron y aún duran, en el recuerdo de quienes nunca más volvieron a la docencia, de los que dejaron el país, de los que ya fallecieron, etc. “Por eso es que desde ya estamos sintiendo la emoción de ese reencuentro y reconocimiento del martes”, expresaron.
