Como fuera anunciado oportunamente, días pasados disertó en el salón de actos del Liceo Nº 1 (I.P.O.LL) el crítico literario Prof. Hebert Benítez Pezzolano. Las obras de los salteños Marosa di Giorgio y Leonardo Garet fue el tema de la ponencia, la que se enmarcó en las celebraciones por los 139 años del liceo. «Voy a tratar de hacer una breve exposición, una vinculación entre una zona de la obra de Marosa Di Giorgio y Leonardo Garet…
No voy a presentarlos porque ya están presentados uno y otro», comenzó Benítez. Seguidamente transcribimos algunos pasajes medulares de su discurso.
Dos figuras
de trascendencia
«Yo soy de Montevideo, no soy de Salto, y mis vínculos con Salto se han ido intensificando cada vez más, tanto que mi tesis doctoral ha sido sobre una salteña, Marosa Di Giorgio, que considero una de las escritoras más importantes de la segunda mitad del siglo XX a esta parte. Una figura decisiva para las letras latinoamericanas, que es una cosa que de repente no se ha empezado a decir, o recién se empieza a decir, pero yo quisiera asegurar que Marosa es una figura con trascendencia continental… Leonardo Garet, quien además de ser, en mi concepto, conocedor mayor de la obra y de la figura de Marosa di Giorgio, es un escritor realmente importante que he aprendido a conocer en el transcurso de los años; y he escrito sobre él en alguna oportunidad, particularmente en el prólogo a Vela de armas, uno de sus libros, he discurrido sobre algunas de sus obras… Autor de una obra que debiera estar más conocida en el concierto nacional, Leonardo figura en los programas de Literatura Uruguaya, como corresponde, no solamente como poeta sino también como narrador, crítico, ensayista una figura creo de referencia en la cultura salteña…».
Dos autores que
cuestionan la realidad
«De manera que yo me he preguntado qué los vincula, en un principio hasta podría pensarse en un vínculo que pasa por lo personal y cuando uno ve sus obras uno busca algunas semejanzas.
Uno de los fenómenos que pude registrar de las obras de Marosa di Giorgio y Leonardo Garet, y me hace colocarlos en un conjunto, es que no importa las diferencias literarias, hay algo que los comunica, y son los límites de la idea de representación realista de la realidad, la representación literaria no pasa necesariamente por las representaciones realistas, contravienen las dimensiones del realismo literario. Se trata en uno y otro de una apuesta que pone en tela de juicio ciertas imágenes y ciertos conceptos de la realidad, pero que no usa mecanismos que vienen del realismo literario. En el caso de Marosa esto pasa más bien por algo que ha sido muy debatido y es que su mundo podría entrar en la categoría de lo maravilloso, y a su vez esta es una categoría problemática, y en el mundo de Garet yo diría que esa categoría es colindante pero no en toda su literatura, sino en una zona de su literatura donde habrá un diálogo entre lo extraño y lo fantástico, que es mayor en libros como 80 noches y un sueño, que tiene una singularidad dentro del proceso de su obra…».
Los difusos límites
entre prosa y poesía
«Dentro de la obra de Marosa, de lo que podemos llamar «el proceso Marosa», hay que decir que ella siempre habló de poesía, pero más allá de la opinión de la propia autora, yo prefiero en algún caso hablar de poemas en prosa o de cuentos líricos.
Hará de la prosa un mundo poético. En Garet hay un fondo poético en una serie de relatos, una memoria del verso, más en algunos volúmenes que en otros, hay en él una articulación entre el poeta y el narrador donde uno no sustituye al otro, sino que está en permanente comunicación uno con el otro.
Garet es capaz de la narración poética, es capaz del microrrelato, de la sentencia, del poema, pero también de la trama del cuento. En Marosa esto último es más débil, la idea del cuento como género es más débil porque se trata de otra cosa, de otro trabajo…».
Como fuera anunciado oportunamente, días pasados disertó en el salón de actos del Liceo Nº 1 (I.P.O.LL) el crítico literario Prof. Hebert Benítez Pezzolano. Las obras de los salteños Marosa di Giorgio y Leonardo Garet fue el tema de la ponencia, la que se enmarcó en las celebraciones por los 139 años del liceo. «Voy a tratar de hacer una breve exposición, una vinculación entre una zona de la obra de Marosa Di Giorgio y Leonardo Garet…
No voy a presentarlos porque ya están presentados uno y otro», comenzó Benítez. Seguidamente transcribimos algunos pasajes medulares de su discurso.
Dos figuras
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de trascendencia
«Yo soy de Montevideo, no soy de Salto, y mis vínculos con Salto se han ido intensificando cada vez más, tanto que mi tesis
doctoral ha sido sobre una salteña, Marosa Di Giorgio, que considero una de las escritoras más importantes de la segunda mitad del siglo XX a esta parte. Una figura decisiva para las letras latinoamericanas, que es una cosa que de repente no se ha empezado a decir, o recién se empieza a decir, pero yo quisiera asegurar que Marosa es una figura con trascendencia continental… Leonardo Garet, quien además de ser, en mi concepto, conocedor mayor de la obra y de la figura de Marosa di Giorgio, es un escritor realmente importante que he aprendido a conocer en el transcurso de los años; y he escrito sobre él en alguna oportunidad, particularmente en el prólogo a Vela de armas, uno de sus libros, he discurrido sobre algunas de sus obras… Autor de una obra que debiera estar más conocida en el concierto nacional, Leonardo figura en los programas de Literatura Uruguaya, como corresponde, no solamente como poeta sino también como narrador, crítico, ensayista una figura creo de referencia en la cultura salteña…».
Dos autores que cuestionan la realidad
«De manera que yo me he preguntado qué los vincula, en un principio hasta podría pensarse en un vínculo que pasa por lo personal y cuando uno ve sus obras uno busca algunas semejanzas.
Uno de los fenómenos que pude registrar de las obras de Marosa di Giorgio y Leonardo Garet, y me hace colocarlos en un conjunto, es que no importa las diferencias literarias, hay algo que los comunica, y son los límites de la idea de representación realista de la realidad, la representación literaria no pasa necesariamente por las representaciones realistas, contravienen las dimensiones del realismo literario. Se trata en uno y otro de una apuesta que pone en tela de juicio ciertas imágenes y ciertos conceptos de la realidad, pero que no usa mecanismos que vienen del realismo literario. En el caso de Marosa esto pasa más bien por algo que ha sido muy debatido y es que su mundo podría entrar en la categoría de lo maravilloso, y a su vez esta es una categoría problemática, y en el mundo de Garet yo diría que esa categoría es colindante pero no en toda su literatura, sino en una zona de su literatura donde habrá un diálogo entre lo extraño y lo fantástico, que es mayor en libros como 80 noches y un sueño, que tiene una singularidad dentro del proceso de su obra…».
Los difusos límites
entre prosa y poesía
«Dentro de la obra de Marosa, de lo que podemos llamar «el proceso Marosa», hay que decir que ella siempre habló de poesía, pero más allá de la opinión de la propia autora, yo prefiero en algún caso hablar de poemas en prosa o de cuentos líricos.
Hará de la prosa un mundo poético. En Garet hay un fondo poético en una serie de relatos, una memoria del verso, más en algunos volúmenes que en otros, hay en él una articulación entre el poeta y el narrador donde uno no sustituye al otro, sino que está en permanente comunicación uno con el otro.
Garet es capaz de la narración poética, es capaz del microrrelato, de la sentencia, del poema, pero también de la trama del cuento. En Marosa esto último es más débil, la idea del cuento como género es más débil porque se trata de otra cosa, de otro trabajo…».
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