La anécdota se instaló en el tiempo y data del comienzo de la reunión de directorio de una empresa. El hecho fue real. Resulta ser que en las previas a determinados debates, hubo quien levantó la mano, para establecer: «no sé de qué se trata ni cuál es el tema, pero por las dudas vayan sabiendo que no estoy de acuerdo».
Es del caso apelar a esa anécdota, para apuntar a una situación de hecho que pasó a generarse en la Liga Salteña, que a partir de la resolución en reciente asamblea, el fútbol en la «A» se iniciará en la primera semana de agosto.
No antes.
Implica decir, que recién en el octavo mes del año, la «A» estará proponiendo su campeonato.
La idea de los neutrales y el abrumador acompañamiento de la mayoría, a tal punto que solo Universitario marcó la cancha con su rechazo.
A su vez, desde un significativo número de futbolistas, las opiniones contrarias. De «lamentable» para arriba y para abajo, los adjetivos calificativos, fueron agregando más leño a la hoguera.
La postura de tantos jugadores puede llegar a ser entendible, a partir de una mezcla indisimulable: los intereses deportivos y económicos. Ya desde EL PUEBLO expusimos una determinada línea de pensamiento sobre la temática.
El fútbol en Salto es una industria y como tal, fomenta búsquedas y las finanzas no se apartan, para que definitivamente «poderoso caballero, sea don dinero

«EL RECHAZO A LO DESCONOCIDO
Lo votado en la asamblea, fue histórico. Nunca antes en la Liga Salteña se votó para que el fútbol por reglamento, debe iniciarse en el mes de agosto. En el 2021 el Campeonato Salteño despuntó en setiembre por razones sanitarias, pero en este caso, como parte de una REESTRUCTURA Y PLANIFICACIÓN TANTAS VECES RECLAMADA.
Las tantas veces por ejemplo, que se dijo de un fin: eludir los meses de invierno. El rechazo a lo desconocido es natural como humano.
Qué situación es capaz de producirse con siete primeros meses sin fútbol en la «A». La interrogante es puntual: ¿puede hablarse de error o acierto si nunca antes se experimentó un plan como este?
De lo que no tenemos dudas: si la realidad deja en claro el error, una nueva asamblea en su momento puede RECTIFICAR lo votado. ¿Y si implica un acierto?
Por lo tanto, habría que disponer de la tolerancia necesaria para aguardar los hechos, aunque quienes son parte de la legión al rechazo, TIENEN SU DERECHO Y NADA NI NADIE LES QUITA ESA LIBERTAD DE PENSAMIENTO.
Por lo demás, lo resuelto se supone que mereció un análisis a nivel de neutrales y delegados de clubes. Caso contrario, la sensación puede ser otra: votar una variante….y a lo que salga.
En la decisión asumida, EXISTE UNA RAZÓN DE SER O UNA RAZÓN DE BÚSQUEDA. No se puede negar que la dirigencia se jugó a una modificación poco menos que revolucionaria en un medio donde el quietismo costumbrista, se asocia a la idiosincrasia «naranjera» en el fútbol.
Cuesta romper los moldes. Cuesta más de un ojo de la cara. Más bien, los dos.
-ELEAZAR JOSÉ SILVA-