Un importante acontecimiento social fue el que ofrecieron los esposos Luis Nickleson y Fabiana Baptista agasajando a su hija Sophía al cumplir quince años.
La planta alta del club Ferro Carril fue el sitio elegido para que concurrieran familiares y amistades con los cuales compartieron largas horas de diversión.
La quinceañera llegó sola sobre las 23:30 hr. lució elegante solero de fiesta interpretado en gasa blanco, la parte superior de línea straples totalmente drapeada, delineaba el escote y bajaba en diagonal hasta el talle semi largo guía de cristales y pailletes traslúcidos, desde allí nacía la amplia falda, en su peinado lució tiara de strass.
Fue recibida por sus padres y hermano Martín, luego se acercaron los abuelos Eduardo Nickleson, Gloria Tourn y Nelsa Villareal, también los padrinos Fernando Villareal e Isabel Cuello, posteriormente mientras llegaba hasta la pista de baile fue saludada por sus amistades.
Con su papá inició el vals dando por inaugurada la fiesta que se prolongó muy animada por toda la madrugada, teniendo su punto más alto de alegría cuando ingresó al salón una conocida bazucada y se procedió a repartir el colorido cotillón.
Los numerosos invitados admiraron la destacada decoración en los colores turquesa y blanco con algo de naranja, en la entrada su escalera fue adornada con telas envolventes en las barandas, en el descanso junto a destacado arreglo floral en alto y varas de mimbre se ubicó una gigantografía de la jovencita, el ingreso al salón se formó un arco de globos y un poco más adelante estaba el cuadro destinado a recoger mensajes y firmas de cuantos le acompañaron en su noche de fiesta.
El techo fue tapizado de telas blancas, cintas turquesas y globos blancos, mientras que sobre la pista de baile se veían secuencia de globos espejados. Los invitados disfrutaron de la velada ubicados en torno a mesas tendidas con mantelería de base blanco y otro turquesa, al centro habían copones en transparencias conteniendo sales de color turquesa y un velón blanco sobre pluch de tules anaranjadas.
Cerca del amanecer tomó mayor relevancia la mesa principal donde estaba la torta de cumpleaños, obra de su abuela Gloria, eran dos pisos superpuestos decorados en punto perdido y cinta turquesa envolviendo los laterales, para culminar en artístico ramillete de hojas de organza al tono, en ambos colores eran los veloncitos que se posaban en el candelabro de quince brazos, acompañaba arreglo floral en la gama del anaranjado y follaje matizado.
Como muestra de afecto y amistad recibió Sophía muchos y finos obsequios, retribuyó atenciones repartiendo los souvenirs consistentes en lapiceras de color turquesa decoradas con un corazón o una mariposa culminando con penacho de plumitas al tono.