«A la mujer de hoy, que busque siempre en su interior su propia luz, su fuerza, porque ella es increíble…
Con Mariana Leal. Comunicadora radial
Con su voz como revelación Salteña en estos últimos tiempos, Mariana ha sabido conquistarnos.
Siendo organizadora de eventos, un día la vida la sorprende agradablemente, para enseñarle un micrófono e incorporar su estilo.

Hoy, es la protagonista junto a su colega Juan Burutarán del programa radial «Tardes informales» que va por América FM a las 14 horas de lunes a viernes.
Casada con Alejandro, disfrutan de tres hijos: Isabella, Sofía y Federico. Como no podía faltar en nuestro pequeño homenaje a la mujer salteña, la invitamos a acompañarnos, para conocer más de esa voz.
Y cuando le consultamos: ¿Por qué la inclinación por la comunicación?, nos respondió:
La comunicación llegó a mi vida, como un regalo inesperado.
Trabajaba en organizaciones de eventos en ese momento y probé mi voz y un texto, simplemente para pasarlo como modelo y gustó muchísimo. De ahí en más, me llamaron para hacer pruebas y no paré.
¿Cuál es su formación en la carrera?
Estudié negocios Internacionales.
En mi carrera tuve proximidad con la comunicación principalmente porque estudiamos negociación, visto desde un lugar más comercial.
Pero sin lugar a dudas la comunicación es importantísima para poder cerrar, cualquier negocio.
¿Con qué rama de la comunicación se identifica más?
Me encantó la experiencia radial. Y puedo hablar de eso, porque no tuve aún oportunidad de trabajar en otras áreas como por ejemplo la televisión (Sonríe). Y…es presión, no sé si sería buena o no en ello.
Siempre me atrajo la radio, fui una niña que le gustaba escucharla en la cocina de mi madre, mientras hacía las tareas de la casa y la FM siempre fue una gran compañía en la casa.
¿Qué obstáculos ha tenido que atravesar para llegar a dónde está?
Como obstáculos, no sé qué decirte.
Me siento una agradecida por la oportunidad que me dio América F. M de incorporarme a un grupo de personas tan lindas para trabajar.
Soy una agradecida por el colega que tengo, Juan que es un verdadero amigo, con quien disfruto mucho del trabajo que hacemos. Pero sí, debemos decir que muchas veces hay eventos que son bien orientados a la mujer y que continúan contratando hombres para conducirlos, por ejemplo.
Eso sigue pasando.
Creo que hemos avanzado mucho como sociedad, pero aún le ponen más fichas a los hombres que a las mujeres.
¿Qué condiciones necesita para trabajar una comunicadora mujer?
Una mujer para trabajar en comunicación, necesita tenerse confianza. Necesita lanzarse y simplemente dejarse llevar. Creo que podemos hacer un trabajo excelente.
El aporte femenino en cualquier trabajo es muy importante y está lleno de condimentos. Siempre hacemos bromas en el trabajo, pero una mujer es multitasking y eso la lleva a estar dispuesta a abarcar un montón de cosas a la vez y a enriquecer al otro.
¿Cuál cree que es el aporte que le genera al mundo de la comunicación?
Creo que mi aporte a la comunicación, es mostrarme como soy, simplemente una mujer como cualquier otra que se anima a reírse de sí misma, buscando temas que sean graciosos de la diaria. De lo que nos pasa, de lo que no nos animamos a hablar y sobre todo eso de divertir al otro.
Estamos llenos de noticias que son «bajoneras», viviendo una situación país y una región complicada por lo tanto el entretener y sonreír es un remedio único para hacerlo más saludable.
¿Cómo nace el proyecto del programa que lleva adelante y por qué el nombre?
No fue nada fácil elegirlo. Pero queríamos que reflejara cómo somos Juan y yo. Queríamos que fuera un proyecto libre, que fuera tomando forma de acuerdo a cómo íbamos creciendo nosotros y lo que veíamos que a la gente le interesaba más. ¿Entonces por qué no, algo informal? Sin estructuras rígidas.
Y como vamos a la tarde en el horario, íbamos a mostrar una tarde informal y de ahí: «Tardes informales».
¿Qué es lo que más le gusta comunicar?
Personalmente me encanta informar a la gente de avances que se dan en el mundo de la tecnología y de que vamos avanzando en nuestro país.
Y me encanta la salud. Disfruto mucho de dar Tips (sonríe). El hacer como un check list, que ayude para mejorar la salud física o mental, para mi es lo máximo.
¿Se iría al exterior a trabajar?
Uruguay está complicadísimo laboralmente hablando. Y nuestra ciudad, ni que hablar. Creo que todos estamos remando en dulce de leche, por lo tanto si surgiera una oportunidad en el exterior, que justificara que tengo que modificar la vida de todos los integrantes de la familia, lo haría.
Por ahora, no cambio la vida que llevo en Uruguay. País que amo.
¿Cuál cree que ha sido el avance que ha tenido en Uruguay la comunicación?
Uruguay viene avanzando lentamente en comunicación.
Nos faltan medios económicos para avanzar, esa es la realidad de la radio, de la TV, de los diarios. Todos estamos en la misma.
Ojalá tengamos más apoyo económico comercial, como para poder brindarle a la gente un producto que sea excelente. Que en definitiva es eso lo que buscamos. Aún hay mucho camino por hacer.
¿Con qué disfruta?
Disfruto de cosas simples y a veces no tan simples… (sonríe).
Lo principal de lo que disfruto, es ver crecer a mis hijos, me llena de orgullo… Me gusta conocerlos más, respetarlos por lo que son…
Cada uno tan diferente del otro…
Disfruto mucho de la actividad física, me parece fundamental para estar bien de forma integral: mente y cuerpo.
Disfruto en brindarle apoyo a mi hermano Gonzalo en la política, confiada en que será nuestro futuro Intendente.
Haría una lista larga, porque me doy cuenta de que disfruto de muchas cosas… (Sonríe).
¿Un mensaje a la mujer de hoy?
Que busque siempre en su interior su propia luz, su fuerza, porque ella es increíble… Hoy en día, veo que muchas veces las mujeres nos desanimamos, no nos tenemos confianza, tenemos miedo a avanzar, nos presionamos.
Creemos que tenemos que ser perfectas y no funciona asi…
Cada mujer tiene una fuerza especial y puede contra todo. Solo hay que sentir confianza, enfocarse y avanzar.
¡Felicidades a todas las mujeres en su Día!!
«Lo importante es disfrutar del momento»
Ana Magalí Suárez Pereira Primera Figura del Carnaval Salteño 2020
Ana reside en Barrio Bello Horizonte, tiene 16 años y está realizando 5º año de Biológica en Secundaria.
Con 4 años, comenzó su amor por la danza y actualmente es Profesora de Danzas Jazz y dentro de 2 años, se recibirá de Profesora de Ballet.
Va a continuar la carrera de Físico-Motricidad, haciéndolo en la Universidad de Paysandú y tiene además, un sueño importante.
Para ella el hecho de haber estado presente en nuestro Carnaval siendo la Reina, fue de gran experiencia. Y cuando le consultamos:
¿Cuál es el significado que tiene para ti este reinado?, asi nos respondió:
Siento que por sobre todo, mucha responsabilidad, pero a su vez un gran orgullo, porque no me lo esperaba.
Es algo que voy a ir aprendiendo, porque nunca conocí algo parecido.
O sea que es una experiencia nueva para mí, ya que es la primera vez que participo en un concurso.
¿Cómo llegas al certamen?
Fui invitada por medio de un compañero de trabajo de papá Williams Rosa, que además conforman juntos la Comisión Directiva de Albion F.C.
Allí me presento para el certamen que organizaba Albion, participando entre doce participantes.
Salí Reina de Albion y allí fue cuando me presenté al Carnaval departamental.
¿Qué opinaron tus papás de tu participación por primera vez?
Al principio, a papá no le gustaba mucho. Él pensaba que iba a perjudicar mis estudios y mis planes de futuro.
Además, de imaginarse que iba a desfilar de bikini y no le gustaba mucho la idea.
Hasta que la señora de Williams llama a mi mamá, le explicó de qué se trataba todo y terminaron mis padres accediendo. En definitiva, no era su intención negarme el gusto, simplemente, creo que era más que nada, protección.
¿Cómo te hace sentir la exposición pública?
La verdad que no sentí esfuerzo, porque como estoy en el tema de la danza y muy seguido, haciendo espectáculos tanto en Teatro como en otros espacios, siempre mostrándome al público.
Además, en la primera presentación que fue en Albion, ya me di cuenta que me había encantado.
He oído decir que cuando alguien hace algo, que le gusta, lo hace con motivación y ganas, y así lo hice.
Yo en realidad no pensaba en ganar, pensaba en participar y disfrutar, porque si solo se piensa en ganar y se pierde, se va a sentir muy mal.
Entonces, para mí lo importante es disfrutar del momento, porque uno no sabe si se va a volver a repetir.
Por eso está bueno el participar, disfrutando.
¿Qué le preguntarías a una Miss Uruguay, si la tuvieras delante de ti?
Nunca lo he pensado.
Pero nunca sabemos a dónde vamos a llegar. Yo por ejemplo, nunca pensé que iba a terminar siendo la Embajadora 2020 del Carnaval salteño.
O sea que puede darse de que la conozca y la tenga delante de mí.
¿Cómo ve tu generación los cambios sociales en nuestro país?
Puedo decirte que uno de los cambios importantes fue en cuanto a la educación.
Si me guío por lo que mis padres me comentan de su época, puedo decirte que ha cambiado enormemente.
Siento que antes era todo más estricto, habiendo cosas que no se permitían y ahora sí.
Está mucho más abierto en algunos ámbitos y perjudica, dependiendo de la situación.
¿Qué impacto tienen las redes sociales, desde tu punto de vista?
Yo las uso mucho y siento que mal usadas, es algo muy perjudicial.
Por un lado, nos es muy útil para comunicarnos, pero la utilizamos demasiado y hay que tener mucho control.
¿Qué opinión te merece concretamente la marihuana?
Mucho se dice que es buena en cuanto a la salud.
Pero siento que no es bueno el hacerla legal, porque se mal abren muchas puertas.
¿Tienes muchas amigas? ¿Cuál es la mejor?
Tengo muchas, pero ninguna es mejor que otra.
Mantengo un grupo lindo y con la que más me entiendo, se llama Noemí Díaz, que va a danzas conmigo desde muy pequeña. Rosita, Sol, Estéfani, Yoselín y Agustina, todas son mis mejores amigas y las quiero un montón.
¿Cómo se compone tu familia?
Por mi papá Olimar, mi mamá Teresita y mis hermanos Eva y Agustín.
¿Tienes un hobby?
Bailar, me encanta. Me gusta escribir reflexiones.
¿Tienes un sueño?
Si. Siempre fui una chica muy humilde y estoy muy agradecida con papá, porque fue quien me inscribió en Danzas y cuando yo contaba con sólo 12 años, mi profesora quien es un gran ejemplo, no solo como profesional, sino como persona, me mencionó que tenía condiciones y por eso mi gran sueño es poder llegar al Ballet Nacional del SODRE.
Cambiaría mi vida, porque es algo muy importante, pero mi gran sueño además, es lograr abrir una academia.
¿Sientes que se te van a abrir puertas?
Esta entrevista con Diario EL PUEBLO, es una. Es una muy linda oportunidad y mucho agradezco.
Siento que de aquí en más, se me van a abrir muchas y me emociona el solo pensarlo.
«La mujer de hoy debe prepararse y hacer lo que le gusta»
Elizabet Fernández Trindade. Artesana
Podemos quedar maravillados con los emprendimientos que nos presenta Elizabet llamados Oh Jacinta y Zúa en diferentes estilos y materiales.
Hace muchos años que dedica su tiempo a la artesanía junto a sus dos hijas y disfruta su devoción, con crear, innovar y transmitir.
Donde está presente la dedicación y el entusiasmo, para volcarlo a cada pieza.
Y asegura que su genética ya trae incorporada la artesanía.
Le consultamos: ¿A qué se debe su inclinación por la artesanía?, y esto nos respondió: hace aproximadamente 15 años que comencé, pero con el emprendimiento de Oh Jacinta, desde octubre de 2019.
Nosotros tenemos como algo relacionado a la genética, que nos hace querer a la artesanía, ya que mi abuela materna lo que veía le gustaba, llegaba a su casa y lo conseguía hacer.
A mi mamá también la gusta algo de crochet, pero en mi caso entiendo que soy autodidacta. Mis hijas también, porque si bien Sabrina estudió Interiorismo en la ORT, también Adriana mi otra hija se incorporó a la empresa.
¿A qué artesanía nos estamos refiriendo?
Pintamos piedras, armamos bijú, crochet y tejido.
En el caso de collares y demás bijú, lo hacemos por medio de la Orfebrería, armando la pieza de cero.
¿Tiene un patrón, como guía?
No, al patrón lo tenemos en la mente, jugando con la imaginación, colocando los materiales uno al lado del otro y de una u otra forma.
Tomando un trozo de chapa, cortando la pieza como me la imagino, dándole forma. Puliéndolas, soldándolas.

¿Cuáles son las herramientas que se utilizan?
Entre ellas, pinzas, tijeras, martillos, torno, soldador, etc.
¿Es redituable?
Realmente lo hago con gusto.
Más que un trabajo, es un hobby y me da mucho placer.
Y sí, es redituable.
Siempre decimos que lo ideal, es poder juntar placer con trabajo y lo tengo. Porque trabajar en algo que guste, es maravilloso.
¿Cuáles son los materiales que utiliza?
Principalmente bronce, alpaca, piedras, perlas, perlas de río, nácar, entre otros.
¿Se repiten los artículos?
Difícilmente. Porque como no trabajamos con moldes, nunca va a salir una pieza igual a otra.
Y es a lo que apuntamos.
No buscamos hacer una producción masiva de un solo elemento, sino que, a que sean exclusivos.
Si sales a la calle con un broche, brazalete, un collar de Oh Jacinta, va a ser único. Pueden haber parecidos, pero no iguales.
En el caso de las piedras por ejemplo, nunca son iguales y por ende, no puede salir otra pieza igual.
¿Se consigue todo el material en Uruguay?
Si, lo conseguimos en Montevideo. Y muchas veces tocamos puertas en Artigas, por las piedras preciosas.
¿Para que clientela brinda servicio Oh Jacinta?
Es muy variado. Porque a las mujeres nos gusta ponernos algo diferente y que esté a la moda, entonces para ello no hay edad.
Puede ser así para una niña que se lleva un broche, como para una señora que como mi mamá Delma que tiene 80 años y le gusta mucho ponerse collares nuestros.
¿Qué es lo más difícil de hacer?
Todo es un desafío, por el hecho de ser autodidactas.
Cuando comenzamos era todo difícil. Nosotros diseñamos, pero también hacemos lo que las clientas deciden.
Todo lo difícil se vuelve fácil, cuando lo realizamos con cariño y con gusto. Uno aprende haciéndolo.
¿Ve una salid laboral para el exterior?
Nosotros estamos todavía en pañales.
En mi caso cuento con un local en Termas del Daymán, llamado ZÚA, que es donde realizo el armado de la bijú y son artículos más estándares, más comerciales.
Por ejemplo para el turista que quiere llevarse un regalito, como más cordones con piedras, más pulseritas, tobilleras.
En cambio Oh Jacinta ya es a otro nivel, en cuanto a piezas exclusivas y con otra dedicación.
¿Ha pensado en la docencia?
No. No puedo transmitir lo que tengo en mi cabeza en el momento de armar la pieza.
La persona que está haciendo el trabajo, es la que lleva en la mente todo lo que quiere hacer. Y a veces es difícil transmitirlo a otra persona.
¿Considera que su trabajo es valorado artísticamente?
Sí, creo firmemente que sí.
Conocemos mucha gente que nos comenta que Oh Jacinta no es común.
Un poco va en los nobles materiales que trabajamos: piedra, nácar, madera, incluso guampa incorporamos.
¿Qué diferencia tiene su artículo con el de industria?
Creo que el consumidor es que el que hace la diferencia. Está comprando un producto único.
Puedo ir a un local comercial y comprarme un par de caravanas, pero es probable que encuentre a otras personas con las mismas. Está hecho en forma masiva.
¿Con qué disfruta?
Luego de mi trabajo, con mi familia, compuesta por mi esposo Jorge, mi mamá Delma, mis hijas Adriana y Sabrina, con mis nietos: Tiziano, Pilar y Juan.
¿Cómo ve a la mujer de hoy?
Creo que la mujer de hoy, tiene que desarrollarse. Estudiar y abrir la mente.
Si se queda en casa, ya que es muy loable el trabajo de ama de casa, debe abrir la cabeza al mundo y aprender.
Hoy es éste tan competitivo, que se deben preparar haciendo lo que les gusta.
Y aunque los hombres se enojen conmigo, la mujer es el sostén de la familia y como tal merece un reconocimiento.
Vaya mi saludo a todas las mujeres.
«Me gustaría que la mujer hoy, imitara algunas actividades de mi época»
Hace muy pocos días, Águeda ha celebrado sus 90 años.
Cuenta con siete hijos y sus nueras: Juan y María, Julio y Julia, José y Laura, María Elina y Nildo, Miguel y Raquel, Marina y Adán y Pedro y Mary. Además de disfrutar de diez nietos y tres bisnietos.
Con una rica historia de vida en una época diferente, hoy nos la relata.
Para comenzar le consultamos: ¿Estuvo de gran festejo en su cumpleaños?
Sí, cumplí 90 años el día 5 de febrero.

Y con el fin de festejarlo, un hijo mío organizó una cena junto a un grupo de amigos y además, el día 8 otro de mis hijos me regaló una fiesta en La Casona, por la ex Ruta 3 y fue todo una algarabía.
Fueron invitados vecinos de afuera, junto a un grupo importante de amigos y familiares y la pasamos muy bien.
Vinieron mis sobrinos que viven en Tacuarembó, entre otros muchos seres queridos.
¿Le gusta bailar?
Me encanta.
Me zarandeé bastante y bailé con todos.
¿De dónde es oriunda?
De Zanja del Tigre, interior de nuestro departamento.
Me crié con mis padres allí. Luego, con el paso del tiempo me casé y me trasladé a Pueblo Ramos. Donde al fallecer mi esposo Baltasar, estuve viviendo tres años solita y luego me vine definitivamente a vivir al centro de la ciudad de Salto.
¿Cuál era su actividad en el lugar que vivía?
Siempre fui muy activa.

Mi esposo salía a veces a trabajar a alguna estancia con aquellas tropas que se hacían antes y yo quedaba sola con los niños, por muchos días.
Las tareas de la casa eran algo habitual y era bastante.
Me quedaba a cargo de las vacas y subía y bajaba cerros atrás de ellas, era muy trabajoso. Las traía para ordeñar y hacer quesos.
Pero a la vez tenía criaderos de gallinas, pavos y así se me pasaba el día.
Limpiando y cuidando animales.
Contaba con la ventaja de que era un lugar muy lindo, con ómnibus de San Cono tres veces a la semana y el trato con la gente del lugar era muy amigable. Toda gente linda.
¿Cree que han cambiado esas actividades?
Ahora es muy diferente todo, la mujer está más cómoda.
No había la libertad que hoy tenemos.
Para ir a bailar, mi padre nos dejaba ir, si iba mi madre. Era a caballo y llegábamos a la casa de una vecina, nos cambiábamos la ropa y entrábamos al baile.
¿Cómo conoció a su esposo y se enamoró?
Él ya me conocía. Nos encontramos en un baile que empezaba a las 20 has. y terminaba a las 8 de la mañana.
Había otro muchacho que quería bailar conmigo, hasta que mi esposo me conquistó. Pidió mi mano a papá y comenzamos.
Yo lavaba las alpargatitas para esperarlo.
Pero me iba a visitar y hacíamos novio con papá presente, sentados muy lejos uno del otro. Y yo temblando (sonrisas).
Y papá decía: «Si él va a cumplir, que siga llegando, sino que ya se retire» y cuando el sol estaba por entrar, le decía: «agarre su caballito y vaya yendo, porque aquí no hay posada».
Estuvimos unos años de novios para casarnos.
¿Cómo fue la llegada de sus primeros hijos?
A los tres años y sin partera siempre.
Yo me descomponía para dar a luz y mi esposo iba a buscar alguna señora de allí del pueblo, porque no había quien atendiera los partos.
La mayoría de las veces que dí a luz, era él quien me socorría siempre.
Los dos solitos muchas veces estuvimos.
Gracias a Dios todos bien sanitos, se han criado comiendo boniatos y carne, comida de estancia. Guisos, carpinchos y tatús.
Y cuando algunos de los varones se criaban, salían a la caza de perdices.
¿Les quedaba lejos la escuela?
A unos cinco kilómetros estaba la Escuela N° 28.
Iban subiendo algunos cerros, entre otras complicaciones que había.
¿Cómo fue su llegada a la ciudad?
No extrañé nada.
Les pedí a mis hijos que me compraran un ranchito que no fuera en un lugar feo, porque temía por la inseguridad.
Vinimos a mirar esta casa, me gustó y vendimos el campito que teníamos con la casa que contaba con todas las comodidades.
Hace diez años que me vine un 26 de noviembre y hoy vivo feliz aquí, con mis vecinos muy compañeros.
Además es un barrio muy tranquilo.
¿Qué actividades realiza hoy?
Mirar televisión. Estoy muy tranquila.
A veces viene una señora a darme una mano con la limpieza, pero yo me siento muy bien de salud. Solo tengo un pequeño problema en una rodilla.
Soy muy ordenada, me gusta llevar el control en mi economía, todo lo anoto en una cuadernola y al llegar a fin de mes, sé lo que tengo que abonar. También voy mirando la heladera, para ver qué es lo que me falta (sonríe).
¿Qué le gusta comer?
¡Unos ensopados hago! Y le pongo un huevito frito arriba.
Lo único que cuando me paso en la sal, le agrego azúcar. (Sonríe)
Me gusta mucho las cosas dulces, avena con leche, arroz con leche o crema.
¿Cómo disfruta hoy?
Mis hijos me invitan a pasear y aprovecho. Vamos a cumpleaños y a reuniones.
¿Cómo ve a la mujer de hoy?
Antes, lavábamos pañales y hoy no lo hacen (sonríe).
Con mis hijos íbamos algunos para el arroyo a lavar, porque no había lavarropas y los mayores, nos esperaban con la comida.
Ahora veo que tienen todo y nunca están conformes.
¿Le envía un saludo a la mujer en su día?
Mi mensaje es que dentro de todas las circunstancias que vivíamos antes, ojalá se rescate lo bueno de aquélla época y en algunas cosas, se pueda imitar a la mujer de entonces.
Mis hijas son muy buenas conmigo, como yo fuí con ellas como madre y como fue la mía conmigo.
Un abrazo a mis hijas que amo, así como a mis nueras y a todas las mujeres en su día.
