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miércoles, agosto 27, 2025

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Diario EL PUEBLO digital
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«La realidad no ha cambiado mucho porque el contexto internacional en el que estamos insertos no nos permite tener mucha cintura para maniobrar, pero somos optimistas»

Con Atilio Minervine

Con el cambio de gobierno se disparó el precio del dólar, se anunció una inminente suba en las tarifas públicas en el contexto de una economía con problemas. ¿Cuál es la situación y principal preocupación del sector empresarial y comercial salteño al respecto? Sobre estos temas versó la charla con Atilio Minervine, presidente del Centro Comercial e Industrial de Salto.WhatsApp Image 2020-03-10 at 09.58.46
– ¿Cómo empezó el año comercial, más allá del cambio de gobierno nacional?
– Lo primero que tenemos que aclarar es que, si bien somos un país pequeño con poca población y territorio chico comparado a los demás, somos cien por ciento productivos y tenemos gente capacitada con una cultura como para poder desarrollar cualquier tarea que se le encomiende. Eso uno no debe perderlo de vista. Respecto al cambio de gobierno, cada cinco años todos tenemos expectativas diferentes porque se trata de un gobierno que asume y que está frente a una misma realidad donde se presentan diferentes visiones y se aplican medidas según su visión. Sobre el tema comercial, la realidad no ha cambiado mucho porque el contexto regional e internacional en el que estamos insertos no nos permite tener mucha cintura para maniobrar. Somos un país que importamos muchísimos productos, que importamos desde un protector de un celular hasta una cubierta para un gran tractor, todo eso en dólares, y sin duda que se refleja después en el precio que tiene en el mercado.
Sin duda que tenemos un combo que es una combinación fatal, que son los costos de importación y el costo país, que hace que los productos lleguen al consumidor final con un precio bastante elevado en pesos. Que es lo mismo que nos complica para exportar productos pronto para el consumidor final, porque exportamos mucha materia prima o mucho commodities porque las empresas y los empresarios tenemos muchos costos altos y costo país para agregarle valor. Entonces, esas cosas nos complican un montón.
– ¿Cómo observa la situación del dólar?
– Sin duda que el tema del dólar es una cuestión que justamente este lunes llamaron «el lunes negro», que se parece a la crisis de 2008, que afectó a todo el mundo y hay empresas que han desaparecido de la faz de la tierra con estos cambios del valor del dólar. Pero es todo consecuencia de lo mismo, hay cosas que están sobreevaluadas. En 2008 pasó lo mismo, cuando devaluaron cosas, se daban créditos que eran impagables. Es una realidad que nos está pasando a nivel mundial y, por tanto, a nivel país, donde ha crecido mucho el crédito, que hemos tomado crédito en dólares, accedemos a más cosas y mejoramos, pero todo a futuro. Muchas deudas no se respaldan con la frágil capacidad de repago que tenemos los uruguayos, porque una empresa puesta a una venta o a un mercado, pasa una cosa de estas y desde China te devuelven la carne, el que exportó naranjas no se la toman o no le pagan lo que corresponde, el trabajador pierde las horas extras o su trabajo, o sea que, tenemos una fragilidad bárbara desde todo punto de vista.
Eso pasa en Sudamérica, y en Uruguay como economía chica que no tenemos consumo interno, tenemos entonces un gran problema. ¿Si el dólar perjudica o beneficia al comercio? Bueno, al comercio le sube los costos al ser las importaciones en dólares y los importadores ajustan el dólar para después poder comprar porque si luego venden a menos pesos después cuando van a comprar de vuelta no pueden hacerlo. O sea que, sin duda, que hay un sector que vende en dólares y que venía muy perjudicado porque si bien es tomador de precios y con los costos altos que había, estaba empatando o perdiendo, pero al vender el dólar, impulsa el consumo de alguna manera por ese lado. Pero es un contexto complicado y un combo grande que se ha generado, porque ahora tenemos que subió el dólar, que tenemos déficit hídrico en algunas partes del país, lo cual afecta a la producción ganadera y la producción de granos. Al que no tiene directamente ese problema de déficit hídrico porque, ponele que pueda regar una pradera o un invernáculo, los costos igual se le disparan porque el costo de regar viene asociado al consumo de energía o gasto de combustible, y eso en la cadena de los costos también te aumenta.
– La situación del dólar, ¿puede llevar a una retracción en las ventas?
– Sin duda, esto va a llevar a una retracción de las ventas. Me preocupa mucho esta situación desde el punto de vista del uruguayo, porque la capacidad de poder cumplir con sus obligaciones o de invertir o de comprar, se ve muy deprimida. Incluso hasta las arcas del Estado se va a perjudicar, porque, por ejemplo, el que esté pagando $ 800 un convenio de una patente o de lo que sea, ponele que sean 20 dólares. Pero si venías pagando una cuota en el banco, pongamos 200 dólares, la diferencia del aumento de esos 5 pesos por dólar, ya te come los 800 esos que habías planificado que eran para pagar la contribución o la multa o lo que sea. Entonces, lo que terminás pagando es lo fundamental, el banco, la tarjeta. O sea que eso va a terminar deprimiendo el mercado de consumo y va a perjudicar a muchas otras cosas porque el dinero, como siempre pasa, es siempre fijo el que recibe el trabajador y es muy variable lo que podés gastar. Si te endeudaste en dólares y te sube el dólar, ya la plata no te da, terminás como lo de la moraleja de la frazada, tirás para arriba para taparte la cabeza pero dejás los pies al descubierto, tenés que sacar de no pagar una cosa para pagar otra, o no usar más la tarjeta.
Esperemos que esto se regule y que de alguna manera compense, porque si a la larga las cosas se van compensando, capaz que mejore un poco al sector productivo, porque hay una realidad, cuando anda bien el campo, la economía se mueve de otra manera, porque tiene mucho en qué invertir, como en infraestructura, que no ha hecho porque con un dólar bajo y con los costos de funcionamiento, termina mucha gente endeudada. Entonces, de alguna manera esta suba del dólar va a compensar. Pero sin duda que esto castiga mucho al consumidor final, que son nuestros clientes en el comercio.
– Tuvo que salir a la prensa la ministra de Economía a tranquilizar el mercado por la suba del dólar, incluso el Banco Central comenzó a comprar dólares, aunque muy pocos, para tratar de controlar el precio de la divisa, ¿cómo se observa las medidas que está tomando el gobierno en materia cambiaria? ¿Son las adecuadas?
– Me queda muy grande opinar de las medidas que debe tomar un gobierno porque no me siento capacitado, pero indudablemente que afectan. Primero, desde el punto de vista emocional. Ya tenemos lo que pasó luego de las PASO en Argentina donde el dólar se disparó, el impacto que tuvo para nuestro verano donde las reservas de turismo de un día para el otro, cuando el dólar se disparó, cayeron. Ya vimos cómo reacciona la gente frente a esto. Y esa misma reacción ha habido en los uruguayos. Sin duda que los gobiernos tendrán sus herramientas y sus estrategias, evitando que el impacto afecte lo menos posible en la población. WhatsApp Image 2020-03-10 at 09.55.45
Hay una realidad que las empresas han venido sufriendo mucho con la diferencia cambiaria y que el dólar, de alguna manera, estuviera con tanta diferencia frente a la región, porque en verdad estamos con mucha diferencia, y hay cosas que son insostenibles en el tiempo. Por eso pasó esto en el mundo, pienso que había cosas que no eran reales y que la economía es sabia, llega el momento en que pone las cosas en su lugar. O sea que cualquier Ministerio de Economía en su momento tomará con las capacidades y herramientas que tenga, la mejor decisión para cuidarnos a todos los que habitamos este país.
– Dicen que las comparaciones son odiosas, pero justamente ya hay gente que está haciendo el paralelismo con el inicio del gobierno de Macri con la escapada del precio del dólar y el inminente aumento de tarifas, ¿ese es el futuro que nos espera?
– No escuché eso, pero lo que sí te puedo decir es que somos muy diferentes. Uruguay, a diferencia de los países del MERCOSUR, tiene como problema que no tiene consumo interno. Dependemos de afuera, de que nos compren y también de importar productos, es una realidad diferente. Si nosotros no exportamos la carne y el grano, estamos fritos, mientras que los otros países grandes si no exportan, tienen un consumo interno que de alguna manera establecen que el mercado siga funcionando. Pero si no podemos exportar o hay precios muy bajos que no permiten que nuestras empresas sean rentables, estaremos mal.
Las comparaciones no son buenas, pero a lo que yo me referí respecto a Argentina, tenía que ver más con el impacto emocional de la suba del precio del dólar, como pasó ahora que el dólar se fue a 45 y quedó todo el mundo desesperado porque si alguien tenía que pagar un crédito, ponele de 600 dólares, va a tener que poner ahora 3 mil pesos más arriba, que al cambio anterior son como 70 dólares más. A ese tipo de impacto me refería, que en Argentina pasó lo mismo. Lo vimos en el turismo, fue casi instantáneo. Se disparó el dólar y las reservas cayeron.
Sin ir más lejos, el otro día estaba en una reunión donde pensé que el tema del dólar no interesaba a nadie y sin embargo todos estaban comentando la suba del dólar, así que no tengo dudas, que es un tema que terminará repercutiendo en la sociedad. Esperemos que esto sea solo ahora, que el mercado se estabilice como todo, que vuelva a su cauce y que sea lo mejor para todos.
– Lo mencionó medio al pasar, quien se beneficia con esta suba del dólar es el sector exportador…
– Fundamentalmente el sector productivo, que hoy tiene muchos costos muy altos que con un dólar deprimido apenas cubría sus costos. Entonces, este nuevo panorama le va a mejorar un poco la rentabilidad. Me refiero a un sector del país que genera mucha mano de obra. Entonces vamos a ver que si bien perdemos por un lado, se compensaría por otro, pero básicamente me refería al sector productivo. Sin duda que lo que se produce, se exporta, porque exportamos commodities. Ojalá que podamos pasar una barrera donde se pueda agregar valor, porque lo que a veces no permite agregar valor es que somos tomadores de precio, y si agregamos valor el producto se pone más caro, entonces conviene vender materia prima, y lo que en realidad estamos vendiendo es la oportunidad de generar trabajo a otros países.
– Dice el dicho, «siempre que llovió, paró». Este es un tema netamente coyuntural, ¿piensa que va a durar mucho más o que será un ciclo breve?
– Nosotros los uruguayos, y sobre todo quienes tenemos empresas en este país, somos optimistas por naturaleza, porque uno siempre se pone a ver y alguna complicación hay, pero siempre estamos empujando. Nosotros como comerciantes en Salto y nuestra gremial, no ha parado de pensar en qué cosas hacer para mejorar la capacidad de llegar al cliente y a cuidar el consumo en el departamento, de buscar herramientas, de plantear a nivel del Estado posibles herramientas, es decir, llevar problemas pero también llevar soluciones.

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PORTFOLIO DE ATILIO MINERVINE

Casado. Tiene 4 hijos. Es del signo de Cáncer. De chiquito trabajó mucho con su padre en las actividades del campo. Es hincha de Salto Rugby.
¿Una asignatura pendiente? Aprender a nadar. ¿Una comida? Toda aquella que comparta con la familia y con los amigos. ¿Un libro? «No más pálidas» de Enrique Baliño. ¿Una película? La Lista de Schindler. ¿Un hobby? Me gusta sentarme a pensar. ¿Qué música escucha? Rock de los 80. ¿Qué le gusta de la gente? Que sea sincera. ¿Qué no le gusta de la gente? En verdad tolero, si algo no me gusta lo dejo pasar porque todos tenemos mochilas diferentes y no todos tienen que mirar las cosas igual que yo.

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Entre el knock-out y la decisión de ponerse de pie: apuntes sobre el fracaso emprendedor

En el mundillo emprendedor, las cosas no necesariamente salen como uno quiere. Por momentos la sobre-priorización de la planificación ocasiona ansiedad, presiones y lleva al agobio, sin embargo, no todo es pálidas cuando nos encontramos cara a cara con un fracaso o desviación. La diferencia entre el plan y los resultados, es una cuestión innata a todo emprendimiento, y por lo tanto, una respuesta acertada es potencialmente un «mal que por bien no venga»; en otras palabras, una oportunidad por qué no para repensar una nueva estrategia que permita dar un salto cualitativo en el proceso que se transita.
A pesar de que se tenga confianza en los objetivos definidos, se prepare bien una estrategia, se sea perseverante y positivo, no necesariamente «antes de que uno lo imagine su sueño se hará realidad». La realidad empresarial en verdad, poco se parece a los cuentos de hadas en los que ocurre lo que se quiere o pretendía, y sin que lo dicho se convierta en una cuestión pesimista buscamos con éste artículo tirar por tierra el mito de que emprender es pan comido o una cuestión en la que son suficientes las buenas intenciones.
A la hora de emprender, además de la asertividad del equipo emprendedor, entran en juego un sinfín de variables del entorno que traen consigo la obligatoriedad de entender la esencia de cualquier proceso emprendedor; procesos en los que prima el ensayo y el error, y que más tarde o más temprano permitirán identificar un segmento de clientes que tiene un deseo o necesidad, interés en una solución concreta y sumado a ello; predisposición a pagar por la misma.
Planificar, organizar, dirigir y controlar; y una vez finalizado dicho ciclo en cuestión, el de la administración tal cual la pensaba Henry Fayol hace ya varios años, es que se reiteran los pasos y con ello la noción de que todo control, retroalimenta «la nueva planificación». Ensayo, y si las cosas no salen; error tras error, hasta encontrar los aciertos que permitan continuar un camino que nos acerque al horizonte que se busca.energy-73336_960_720
No es que se «castigue» al que lo intenta, lejos de buscar una victimización o excusas de por qué las «cosas son tan difíciles», lo cierto es que salir de la zona de confort es algo más que el lugar en el que todo emprendedor anhela desenvolverse. Cuando un emprendedor, sujeto, se conecta a un proceso emprendedor, poco cercano se encuentra, por definición de una situación en la que prime la estabilidad; sino que al contrario.
A partir de lo descripto en los párrafos anteriores, emergen un conjunto de interrogantes sobre las que provoca invitar al lector a reflexionar:
¿Cómo manejar la frustración frente al fracaso a la hora de gestionar proyectos? ¿Por qué la planificación no se adecua a la realidad? ¿De qué manera se relacionan los errores cometidos con «la nueva planificación»?
Téngase en cuenta, antes de proseguir que al hablar de fracaso, más allá de que resulte una palabra algo drástica, y aunque se pretenda detrás de la misma transmitir algunos sinónimos como fallo o error, algo parece cierto; referirnos en el ámbito emprendedor al fracaso trae de manera implícita un componente interrelacionado con lo cultural, la psicología de los colectivos, en la región en términos generales no necesariamente es «bien valorado» sino que al contrario, conlleva a una cierta «deshonra», y por lo tanto, nos provoca cuestionar lo que se percibe desde la «superficie» del tema.
De marineros y mares
La tolerancia al fracaso es un elemento fundamental dentro del kit de aptitudes y actitudes de todo emprendedor. Un mal manejo de la frustración frente al fallo, rara vez permitirá que una persona logre timonear un proyecto empresarial bajo incertidumbre.
De la misma manera que el dicho dice que ningún mar en calma hizo experto a un marinero, no es posible encontrar un emprendedor de «buena madera» que no tenga en su Curriculum al menos un fracaso; de hecho las estadísticas hacen referencia a que se necesitan en promedio alrededor de siete fracasos a lo largo de todo el proceso emprendedor, hasta lograr «dar con el clavo».
Las líneas que anteceden, dan lugar a una cuestión no menor a la hora de hablar de los fracasos emprendedores: el nivel de resiliencia que tiene el «emprendedor» o si en verdad es un «oportunista» que se tira a una piscina, y poco le importa si tiene o no agua. Y a partir de allí, la conceptualización de los fallos como un filtro; el emprendedor sin caer en una terqueza que no le aporta nada, lo intentará otra vez porque en cada error capitalizará un aprendizaje sobre cómo no hacer las cosas.
Lo que «vemos» luego del Game Over
Muchas horas dedicadas, alguna que otra expectativa luego de tanto esfuerzo hecho pareciera más que una casualidad, la justificación para tener empatía a los emprendedores que fallan y luego de «la explosión» intentan encontrar respuestas a por qué las cosas que con tanta convicción se persiguen, al final se escapan.
El emprendimiento tiene mucho de búsquedas continuas de dosis de optimismo. Si no es posible por parte de los emprendedores, encontrar un aprendizaje luego de un proceso recorrido, difícilmente se contará con insumos válidos como para reencausar un nuevo plan.
El 3 de mayo de 2016 publicamos en EL PUEBLO, un artículo titulado Fallamos, ¿y ahora? en el que decíamos:
Es normal errar, y no por ello un golpe emocional para los afectados. Sin embargo, aunque el hecho haya desmotivado a los protagonistas, hay un valor intrínseco que no lo tiene el resto de las personas: el valor de la resiliencia como mecanismo de apalancamiento.
Sin lugar a dudas, más allá de las bonitas historias emprendedoras, en el lado b del emprendedurismo, emerge la noción que nos lleva a reflexionar sobre la para nada tarea sencilla de manejar las adversidades, los problemas y los obstáculos. Sin embargo, y aunque a nadie le parezca divertido recibir un gran golpe en los dientes, «refundar» un proceso motivacional en un equipo emprendedor a partir de un acto de resiliencia es quizás la primera y mejor decisión que se puede tomar cuando querer, no es poder.
Para entender si estamos en condiciones de reflotar con cualquier «refundación» de lo que nos motiva, es necesario tomar una pausa, más larga o breve, pero lo suficientemente «útil» como para saber si los lentes con los que percibimos el proceso emprendedor nos dejan apreciar, ver, algo más. Apenas confirmamos que «se ha perdido en el juego» o en inglés también dicho como Game Over, el escenario se reconvierte en un trampolín para dar un nuevo salto si podemos observar que además de perder, es posible «volver a intentarlo», y con ello, reiniciar el juego que poco tiene que ver con un juego de niños puesto que un error, muchas veces implica sacrificar recursos que no se tienen o al menos, escasean.
Poniendo nombre al fallo
Hablar de fracaso, fallo o error, es ante todo la materialización de lo que ocurre cuando querer no es poder. De manera esquemática, podríamos argumentar que todo termina convergiendo en una percepción consciente o inconsciente sobre «qué hubiera pasado si» y la confrontación de una convicción y la existencia consiguiente de un resultado magro; por más que se quería, no se logró, y de manera encadenada una pérdida momentánea al menos de la confianza en uno mismo o al menos del ego.
Si bien quedan un conjunto de cicatrices, y las mismas muchas veces son más «dolorosas» cuando «el querer emprender» y su respectivo fin dejan dentro del historial; varias horas invertidas que no permitieron aprovecharlas de otra manera. La familia, los amigos o el bienestar individual, complementan el puzle en el que se hace evidente buscar de manera activa equilibrios ya que sin caer en una polarización en la que se opta «por una cosa o por otra», emprender trae consigo cuestiones que como lo hemos mencionado en más de una oportunidad, implican mucha dedicación; y a partir de allí, más avance pero en contrapartida, el desafío de encontrar evitar confundir medios con fines.
Aunque por momentos parezca «más tranquilo» quedarse tendido en la lona del ring, metafóricamente hablando, tomar impulso luego de un fallo trae consigo una nueva noticia: la presión de querer «encastrar» a toda costa un proyecto sin pie ni cabeza desaparece, y de ésta manera, es posible avizorar el tan necesario plan B.
Dando lugar a la «nueva planificación», apuntes para evitar el knock-out
Para encontrar las palancas que permitan dar vida a una «nueva planificación» hace falta recobrar la motivación que permita imaginar un estadio futuro que «movilice», una nueva zanahoria. Tener una disciplina que favorezca el cumplimiento de logros, más ambiciosos o menos, pero fundamentales para encontrar el oxígeno que pone en su lugar la moral del equipo es clave; sin ello, no es fácil lidiar con nuevas dificultades y mucho menos contar con la agudeza como para poder sortearlas.
De nada sirve entrar en círculos viciosos que pretendan quitar foco a lo prioritario, y a partir de allí, aparece la importancia que tiene la ejecución de lo que se «debe hacer» y no tanto lo que se hará en un mediano o largo plazo, y mucho menos, lo que se «debió hacer» pero no se hizo.
El «volver a las canchas» ocurre de forma saludable siempre y cuando, se acepta el fallo. De poco sirve seguir buscando darle una vuelta de tuerca a un proyecto que pierde vigencia; y con ello, la necesaria pero difícil habilidad de encontrar un balance entre convicción para continuar en una misma dirección, y por otra parte, la flexibilidad para reconocer que es necesario cambiar «algo» de lo que se pretende, ceder por qué no, para tener la tan ansiada efectividad.
Evitar un knock-out emprendedor trae consigo, un acto de rebeldía por parte del equipo emprendedor. Implica redoblar esfuerzos con la seguridad de que se transita por el camino que se quiere, pero por sobre todo un mensaje para uno mismo que frente a las motivaciones, metas, sueños, uno «se encuentra de pie».
Lic. Nicolás Remedi Rumi

 

Divergencia estructural Norte-Sur II

Estimado lector, en la última entrega esbozamos algunos datos que muestran la situación de estancamiento económico de nuestro Departamento.descarga

Como ayuda memoria, recordemos que la actividad económica local ha crecido en la última década al 0,5% anual. Si extrapolamos esta tasa de crecimiento, el Departamento requeriría de 140 años para duplicar su actividad económica. Ciento cuarenta años equivalen a 2 períodos orbitales del Cometa Halley, 3 generaciones o 28 copas mundiales de la FIFA, es demasiado tiempo para duplicar los ingresos.

Dimensionar esta tasa de crecimiento en el concierto nacional nos ayuda a conceptualizar lo lejos que estamos en términos de dinamismo económico. Para ello, resulta necesario comparar la tasa de crecimiento con otros Departamentos y comparar a Salto con la realidad nacional. Uruguay ha crecido en promedio 3,3% en la última década, inequitativamente distribuida entre los Departamentos y en el tiempo. Mientras que entre 2010 y 2014 la tasa de crecimiento nacional de la economía fue del 4,9% del PBI, entre 2015 y 2019 la tasa fue de un magro 1,4%. A su vez, al interior del país, Departamentos como Durazno, Colonia, Rocha, Maldonado, Río Negro y Montevideo, presentaron entre 2008 y 2018 tasas superiores a 3,5% anual.

En el contexto global, la baja tasa de crecimiento de la actividad económica departamental es alarmante. Para dimensionar lo grave de esta situación, si se consideran los países del sureste asiático, que han mantenido tasas de crecimiento promedio de la última década de 7% anual, para 2040 un ciudadano promedio de estos países logrará pasar de ingresos anuales per-cápita de USD 5.160 a USD 22.000. Esto le permitirá acceder a ciertos bienes y servicios tanto de necesidades básicas cómo artículos de confort que obviamente habrá de mejorar la calidad de vida de sus habitantes. Lo que al 0,5% de crecimiento promedio lleva 140 años, al 7% implican 10 años.

¿En qué se basa el crecimiento del sudeste asiático? Existen básicamente 3 elementos que diferencian a estos países de los de América Latina, y particularmente de Uruguay. En primer lugar los países del sudeste asiático presentan tasas de inversión sobre producto bruto interno próximas al 25%, han mantenido una política de apertura comercial con el mundo y han defendido tipos de cambios reales competitivos.

Uruguay, si bien es una economía mucho más abierta que décadas pasadas, lejos está de ser una economía integrada al mundo. Tiene escasos acuerdos arancelarios preferenciales, una concentración alta de productos y destinos de sus exportaciones y es rehén de un Mercosur que lejos está de ser el motor de inserción internacional. En este marco, la realidad de Salto es aún más compleja y esto se refleja en las estadísticas de comercio exterior. El Departamento representó en 2018 el 2% -USD 181 millones- de las exportaciones de bienes y servicios de Uruguay, exportaciones que en un 65% se distribuyeron entre carne bovina, cítricos y lácteos y concentrando el 50% del total entre China, Estados Unidos y Brasil. Salto representa una parte menos del comercio internacional de un país que está relativamente poco abierto al mundo.

A su vez, considerando los servicios, el turismo es el principal rubro que Salto exporta. En 2018, el litoral termal tuvo aproximadamente un millón de visitantes, de los cuales la mitad son turistas extranjeros, que gastaron USD 161: en el año, y la otra mitad turismo interno, con gastos por USD 90. Esto muestra que la oferta no atrae principalmente a turistas extranjeros y que la generación de divisas está lejos de la de otros destinos turísticos. Basta comparar con la región Este, que generó en el año 2018 USD 1.200 millones de dólares, mientras que la región Metropolitana generó USD 800 millones, básicamente en turismo de extranjeros. Actualmente el sector turístico se encuentra en serias dificultades de competitividad en precio respecto a la oferta del litoral termal argentino y con un rezago importante en términos de infraestructura e inversión, y es posible prever que esta tendencia no sólo no habrá de modificarse, sino por el contrario, se habrá de agudizar.

En términos de inversión, Uruguay tuvo un pobre desempeño en los 90′, con niveles de inversión promedio sobre PBI de un 15%, que creció entre 2005 y 2013 a valores próximos al 22%, cayendo en 2018 nuevamente al 16%. El país está hoy en niveles de inversión lejanos de los necesarios para desarrollar la economía y derramar bienestar en la población y Salto aparece aún más rezagado. Si bien no existe información de la formación bruta de capital fijo a nivel departamental, datos de la COMAP, que es la Comisión Interministerial que promueve los beneficios fiscales para inversiones, muestra que en el período 2007-2018, el 1,2% de la inversión promovida estuvo localizada en Salto. Ergo, Salto es un departamento en el que se invierte poco en comparación con los otros departamentos, en un país donde la inversión ya es insuficiente.

Esto se revierte únicamente promoviendo una agenda de inversiones e inserción global de los productos, y por ende del trabajo, de los salteños. Esto permitirá dinamizar la economía, generar oportunidades de empleo y apuntalará el bienestar social en fuentes genuinas y competitivas de trabajo. Esta agenda debe contar con el consenso y compromiso de todos los actores locales, evidentemente los políticos pero fundamentalmente de la sociedad civil, que permita una política departamental de largo plazo.

Ec. Joaquin Forrisi
Universidad Católica del
Uruguay – Campus Salto.

 

Presentando: Valentina Ferreira Técnico en  Cosmetología Médica

¿Dónde realizas tu actividad laboral y cuál es tu tarea allí?
A mi tarea la realizo en Derma life-Medicina Estética y Láser, ubicada en Uruguay 952. Que abrió sus puertas como una Clínica enfocada a Depilación Láser, con el equipo tecnológico Soprano ice para llevarla a cabo.
Nuestro equipo de trabajo, está compuesto por Belén y Eugenia Sulekín. Médica y Pedicura – Manicura respectivamente, eventualmente por una Masajista y por mi como Técnico en Cosmetología Médica.
La tarea que llevo adelante es la de Limpieza de cutis, Peeling, Tratamientos para acné, Rosáceas, Foto-envejecimiento y también a mi cargo, está la parte corporal. Con Electrodos, Masajes, Drenaje linfático, además de Radio frecuencia.All-focus
Realizo Depilación definitiva con Laser y me corresponde además el Maquillaje, que lo estamos implementando.
¿Cuándo fueron tus inicios?
Comencé en el 2015, pero la Clínica ya estaba instalada.
¿Los estudios que has realizado, se relacionan con tu actividad laboral?
Sí.
La parte de Cosmetología que fue lo que estudié, se basa en lo manual y aparatos. Y lo mismo pasa con el Láser.
¿Por qué te decides por la tarea en este rubro?
Decidí por este rubro, porque más que nada me gusta mucho ayudar al paciente en cuanto a su patología en la piel. Que muchas veces, le puede llegar a afectar demasiado a una persona.
Me gusta mucho ver el antes y el después, el cambio. Y sobre todo, ese avance en los pacientes.
Dependiendo de ti, ¿qué cambios realizarías en la empresa?
No existirían demasiados cambios, porque la Clínica está funcionando muy bien.
A veces sucede que si falta algo, son los mismos pacientes encargados de solicitarlo y allí estudiamos la incorporación.
La clientela más fuerte son las mujeres y actualmente la mujer de hoy, comienza mucho más joven a cuidarse. Siendo adolescentes muchas veces y niñas también, que vienen a acompañar a sus madres, se interesan y preguntan.
¿Has pensado en independizarte?
Cuando me vine de Montevideo, realizaba la actividad en casa.
Cuando me incorporé a Derma life, me di cuenta que me adapté muy bien al espacio que me brindaron y dejé de hacerlo en casa, porque la Clínica me insume todo el horario para trabajar.
¿Si surgieran nuevas oportunidades laborales, que decisión tomarías?
Tendría que pensarlo luego de presentada la propuesta.
Ver si me gusta el trabajo, si resulta interesante…
Yo acá me siento muy cómoda, la gente ya me conoce… y por supuesto que lo económico no deja de ser importante, pero sobre todo, estar en un lugar donde me sienta cómoda como lo estoy acá.

 

Dueño de Tienda Inglesa negocia compra de Disco, Devoto y Géant

El grupo estadounidense Goldman Sachs procura por estas horas quedarse con una de las mayores cadenas de supermercados del país
El retail uruguayo tiene en marcha una operación que puede sacudir el tablero del supermercadismo. El accionista mayoritario de Tienda Inglesa –el grupo estadounidense Goldman Sachs– está detrás de la compra de la cadena Disco, Devoto y Géant en Uruguay, revelaron fuentes al tanto de la operación a El Observador. Está previsto que en las próximas horas arribe a Uruguay un alto ejecutivo del grupo inversor para continuar con las negociaciones.
La transacción avanza a contra reloj producto de un cambio normativo que podría ponerle cierto freno a la operación. Esto porque desde el próximo 12 de abril regirán nuevas potestades –que se aprobaron en setiembre del año pasado– sobre la Ley de Promoción y Defensa de la Competencia. Quien vela por el cumplimiento de esa norma es la Comisión de Promoción y Defensa de la Competencia, un órgano desconcentrado que depende del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) integrado por tres miembros.
Dentro de los cambios, la reforma otorga a ese organismo la autorización previa de las concentraciones económicas cuando superan cierto umbral. El artículo 3 fija ese tope en 600 millones de UI (unos US$ 70 millones) en cualquiera de los últimos tres años fiscales. Además, el artículo 4 establece que en “todos los casos sometidos a la solicitud de autorización, se prohíben las concentraciones económicas que tengan por efecto u objeto, restringir, limitar, obstaculizar, distorsionar o impedir la competencia actual o futura en el mercado relevante”. La comisión dispondrá de un plazo de 60 días para autorizar, denegar o subordinar el acto de concentración a la condiciones que el órgano establezca.
El interés del Grupo Goldman Sachs por ampliar su presencia en Uruguay sorprendió a más de uno. Es que esta operación no es parte habitual de su experiencia, que básicamente apunta a adquirir negocios para reordenar su gestión y luego desprenderse de los mismos. Goldman es uno de los grupos de banca de inversión más importantes y añejos del mundo.
De confirmarse el cierre de la transacción, el mercado del retail en Uruguay quedaría en manos de dos grandes grupos internacionales: el grupo Ta-Ta del empresario argentino Francisco de Narváez, y el conglomerado que quedaría bajo las marcas Tienda Inglesa, Disco, Devoto y Géant a manos de capitales estadounidenses.
Goldman Sachs tiene la mayor parte de la cadena de supermercados Tienda Inglesa, que compró en 2016 en una operación de la que también formaron parte el grupo Klaff Realty (del mismo origen) y un trío de empresarios locales (Gonzalo Najul, Fabián Bellón y Nicolás Tobler) que tiene una participación minoritaria.
Los rumores sobre la venta de los supermercados liderados por Robin Henderson habían sobrevolado por años. Los nuevos compradores terminaron de convencer a sus antiguos dueños con el compromiso de que el legado de Tienda Inglesa y su forma de hacer las cosas (por ejemplo, su hincapié en la calidad de los productos) no se modificaría. La venta fue por unos US$ 140 millones.
Últimas movidas
El grupo Casino Guichard-Perrachon (propietario mayoritario de Disco, Devoto y Géant) está presente en Uruguay desde el año 2000. Hoy lo hace a través de la firma colombiana Almacenes Éxito. Esta es propietaria del 100% de la filial Spice Investments Mercosur, que posee 62,49% de grupo Disco del Uruguay; y el 100% Devoto Hermanos y Mercados Devoto, con lo que completa unos 90 puntos de venta de alimentos en el país.
La última gran modificación en la estructura accionaria de este conglomerado de empresas se dio a fines del año 2019. Hasta esa fecha, el grupo Casino tenía el 55% de participación en Almacenes Éxito y el resto del paquete era propiedad de fondos de pensiones colombianos, fondos internacionales y otros inversores.
En noviembre pasado, tras una operación de oferta pública de adquisición en la Bolsa de Valores de Colombia, la firma GPA, un conglomerado de retail brasileño y filial de Casino compró el 96,57% de Almacenes Éxito. La operación la hizo la empresa brasileña a través de su filial Sendas Distribuidora, de acuerdo a información oficial. Este movimiento fue parte de la estrategia de simplificación de la estructura corporativa de Casino en América Latina y de reorganización de sus operaciones en la región.
Una parte minoritaria del grupo Disco en Uruguay pertenece a la familia Cardoso. El Observador se contactó con el principal de la firma, Luis Eduardo Cardoso, pero antes de iniciar el diálogo se excusó de hablar por encontrarse fuera del país.
Números desafiantes
El estancamiento de la economía uruguaya no pasó desapercibido para los grandes superficies en Uruguay. Entre julio de 2018 y junio de 2019, las ventas de estos centros comerciales cayeron 5%, su mayor declive desde 2010, según las cifras que se divulgaron en el tradicional Seminario Retail que organiza cada año la Asociación de Supermercados del Uruguay (ASU). Además, fue la primera vez que el estudio relacionó los datos de ventas del sector con otros indicadores macro como el ingreso medio de los hogares que releva mensualmente el INE. Así se apreció una notoria correlación entre la evolución de las ventas con los ingresos de los hogares. Los supermercados emplean a 19.900 personas en Uruguay. Según datos del último semestre de 2019, 11.900 de los trabajadores del sector son mujeres (60%) y 5.600 menores de 25 años (28%).

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EMPRENDEDORES 

Emanuel Mattío, Federico Regueira y Andrés Pozzi

Tanto para Android como para Apple se puede bajar la aplicación (app) de «Mr. Jeff», una franquicia mundial que llegó a Salto a través de los jóvenes emprendedores Emanuel, Federico y Andrés, quienes explicaron a LINK de qué se trata esta nueva propuesta en el rubro de lavanderías. En este caso puntual, se puede solicitar los servicios de «Mr. Jeff» a través de la app, o directamente en Larrañaga 200 (esquina Rivera) o a través del teléfono 473 51097.
– ¿Qué es Mr. Jeff?
– Mr. Jeff es una lavandería que trabaja a través del tema de las aplicaciones (app), que es una innovación. Es una lavandería que hace servicios tanto de gente que viene al local como en el aplicativo, que es ahí donde se está ganando terreno al lado de las otras lavanderías.
– Con esa aplicación, ¿hacen lavandería a domicilio?
– Claro, es uno de nuestros eslóganes, «lavandería a domicilio» quiere decir que vamos a buscar tu ropa, la lavamos y te la llevamos a domicilio.
– ¿Cómo se les ocurrió utilizar la tecnología en este rubro?
– Es una franquicia mundial, de ahí es que nació la oportunidad de abrir en Salto. En Montevideo ya habían abiertas once cuando nos metimos en este negocio, y hoy en día hay arriba de veinte.
– ¿Cómo fue dar ese paso de invertir en estos tiempos de cierta incertidumbre financiera?
– En sí ya hace unos cuantos meses que tenemos abierto, desde agosto pasado. Pero al ser los tres Contadores, salimos de la Facultad con esa cabecita de invertir y de tener un negocio extra que te deje algo. Entonces, analizamos la oportunidad, vimos que era viable y nos metimos en esto. Nuestra inversión en dólares con la compra de las máquinas no nos afectó porque la hicimos antes de la suba y en lo referido a la compra de insumos, es todo en pesos, así que tampoco nos afecta.IMG-3453
– ¿Cómo ha tomado la gente esta nueva propuesta?
– Es bastante aleatorio, porque al abrir en agosto agarramos el final de la temporada en invierno, donde más se trabaja. Por parte de jóvenes y estudiantes, llegamos, y obviamente al entrar tarde al mercado, no fue tanto, pero como que la gurisada es la que más ganas tiene de usar el celular con la aplicación. Después tenemos gente adulta que viene por el servicio de lavandería a la puerta. No quiere decir que solamente tenemos trabajo por parte de la aplicación, sino que por ambas vías tenemos el mismo ingreso de clientes.
– ¿Sólo hacen lavandería?
– No, también tenemos servicio de tintorería. Otra cosa que nos diferencia es que en la lavandería se pueden hacer suscripciones mensuales a distintos planes, donde te sale más barato el servicio. Por ejemplo, el estudiante sabe que, con una bolsa mediana, al mes utilizaría más o menos cuatro bolsas, y se arma un plan mensual, donde tratamos de encontrar un equilibrio entre consumo y la oferta que hacemos.
Tenemos abierto en un horario bastante completo, de 9 a 19 horas, se trata de apuntar a la gente que puede pasar al mediodía porque levanta al hijo en la escuela o que sale del trabajo.

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