Trabajadores de la industria láctea esperan tripartita para evaluar medidas, tras anuncio de cierre de planta de INDULACSA
La Federación de Obreros de la Industria Láctea (FTIL) se declaró en conflicto el jueves pasado ante el cierre de la planta de Salto de Indulacsa, propiedad del grupo francés Lactalis, que comercializa la marca Parmalat.
Por ahora no se han definido medidas de fuerza, explicó a Conexión Agropecuaria Enrique Méndez, dirigente de FTIL. Se está a la espera de una reunión con el Ministerio de Trabajo y la empresa, prevista para el próximo 8 de julio, en busca que encontrar una solución para los 50 empleados que perderían sus puestos de trabajo.
El cierre de la planta se daría de forma gradual, con una operativa que quedaría reducida a 13 trabajadores a partir de julio y el cierre definitivo se completaría en setiembre, señaló Méndez.
De no avanzar en la negociación por los puestos de trabajo, la FTIL realizará un paro general con movilización a nivel nacional, informó en un comunicado.
La Federación solicitará reuniones con los ministerios de Ganadería y de Industria, con INALE y las Comisiones de Trabajo del Senado y de Diputados.
La planta de Salto estaba destinada centralmente a la maduración de quesos duros. A partir de su cierre, toda la actividad de Lactalis en Uruguay quedaría concentrada en su planta de Cardona, Soriano. Conexión Agropecuaria intentó consultar a la empresa sin respuesta.
Obtienen mejores resultados económicos, los tamberos que «alimentan mejor a sus vacas»
En el marco del foro del Instituto Nacional de la Leche (Inale) desarrollado en formato virtual, el ingeniero agrónomo Pablo Chilibroste expuso sobre la producción primaria de leche, con foco en la evolución de los resultados económicos y en la dinámica de 350 tamberos desde 2015, años de dificultades por los bajos precios del producto.
El experto dijo que en los últimos cinco ejercicios agrícolas el precio promedio que recibió el productor fue de U$S 0,28 por litro, lo que contrasta claramente con los cinco ejercicios anteriores, cuando el promedio fue de U$S 0,36, siempre a precios constantes de abril de este año.
De acuerdo a un informe de Tardáguila Agromercados, Chilibroste manifestó que «hicimos el ejercicio de comparar cómo estaban los productores en 2015, que tenían un precio de U$S 0,27 por el litro de leche, definiendo tres niveles: alto, medio y bajo, en función de los indicadores que marcaban los ingresos.
El grupo más alto tenía U$S 683 de Ingreso de Capital (ICA Leche), los del medio U$S 330 y los más bajos U$S 90, que no era suficiente».
Partiendo de ese escenario, el especialista dijo que «de los 350 productores, la mayor parte se movió hacia un segmento donde el negocio mejoró significativamente, casi duplicando el ingreso de capital, mientras que 30 de ellos se ubicaron en una situación intermedia, capitalizando la mejora en precios, y 4 cayeron en su nivel».
De esa situación se advierte que prácticamente 100 productores crecieron entre 3% y 4,6% por año pese a estar en crisis, lo que Chilibroste dijo es «un salto importante». Otros 100 crecieron a un ritmo medio de 2%, y otro tanto de productores no creció o cayó.
Esto responde la pregunta formulada al expositor por parte de Inale que buscaba saber si hay dinamismo durante las crisis, a lo que Chilibroste puntualizó que «lo hay y en distintas situaciones y direcciones».
«Si miramos la estrategia de los que crecieron y multiplicaron por cuatro sus resultados, parte de los buenos resultados se explica por la alimentación. Prácticamente disponen de 1.000 kilos más de forraje por hectárea e incrementan entre 20% y 30% el uso de concentrados y reservas», agregó.
Las lecherías más eficientes, explicó, «con las que estamos compitiendo», por ejemplo, Estados Unidos, tienen una eficiencia de producción de leche de 44 litros promedio, 9 kilos de materia seca por kilos de sólido. «Pero el uso de concentrados no es una cifra disparatada para los niveles de producción que tienen», detalló.
Tasa de refugo que no se puede sostener
Otro punto que analizó el especialista fue que «en cuanto a la salud de los animales, con la Red Tecnológica Sectorial hicimos un trabajo sobre 5.300 vacas en 13 predios de Florida». El 27,6% del rodeo tuvo mastitis.
En el período de estudio se eliminaron el 20% de las vacas y las contagiadas con mastitis tuvieron más chances de ser eliminadas que las vacas sanas.
«Las vacas sin mastitis permanecieron el 80% más en el rodeo», dijo Chilibroste. Pero en las vacas con mastitis clínica, el 50% pertenece en el rodeo y el otro 50% fue eliminado. «Esa es una tasa de refugo que no podemos sostener y nos está hablando de un tema serio y es un lugar donde no estamos compitiendo bien y dando ventajas», alertó.
Facturación de los tambos en mayo fue la más alta para ese mes desde 2014
La facturación bruta de los establecimientos lecheros en mayo, medido en dólares, fue la más alta para ese mes desde 2014 y superó en 27% los ingresos registrados en mismo periodo del año pasado.
Totalizó US$ 59,81 millones frente a US$ 46,94 millones registrados en mayo de 2020, según se desprende de los datos de remisión y precio publicados por el Instituto Nacional de la Leche.
Medida en pesos, el incremento interanual fue de 29%, con ingresos que alcanzaron los $ 2.631 millones, un máximo para ese mes desde que hay registros (2002).
El incremento responde a una suba tanto en el precio recibido por el productor así como a la recuperación en la remisión.
El precio al productor en mayo promedió US$ 0,349 por litro, 4% más que en abril y 20% más que los US$ 0,291 alcanzado un año atrás.
La remisión fue de 171,2 millones de litros, 12% por encima de abril y 6% arriba de los 161,1 millones de litros registrados en el quinto mes del año pasado.
En los primeros cinco meses del año la remisión sumó 767,9 millones de litros, una suba interanual de 5,9%. El precio promedio mensual promedio en lo que va del 2021, en tanto, es de $14,24 o US$ 0,328.
De acuerdo a los datos de INALE, el Índice de Poder de Compra de la leche en abril (último dato disponible) aumento 8% respecto a un año atrás, centralmente por un marcado incremento en el precio recibido por el productor, superior al incremento del índice de costos. En ese mes, tuvieron mayor incidencia en la suba de costos las semillas, fertilizantes y concentrados.