La versión dada a conocer por la versión digital del diario madrileño “El Mundo” (Edmundo.es), autoprocalamado como “líder mundial de información en castellano”, sobre el estado sanitario del Uruguay es una verdadera atrocidad.
En una sección destinada a orientar al turismo, “alertó” a los turistas sobre el riesgo sanitario existente en el Uruguay, país al que atribuye la presencia de varias enfermedades, felizmente inexistentes, como el Dengue, la Malaria, la rabia.
Posteriormente, Uruguay reclamó directamente –como debía hacerlo – a través de su embajador por la infamia cometida, aportando el informe de la Organización Mundial de la Salud, que verifica que Uruguay es uno de los pocos países de Sudamérica que no tiene algunas de las enfermedades mencionadas. Significa a su vez que tiene uno de los mejores estatus sanitarios de la región latinoamericana.
Pero el hecho nos reafirma una vez más, que el hecho de tener grandes recursos no asegura que un medio de comunicación se maneje responsablemente.
Cae de maduro que antes de informar sobre el estado sanitario de un país, debería de verificarse debidamente esa información, conscientes de la importancia que la misma tiene para el país involucrado.
Claro está que esto no suele manejarse así. El “paisito” y sus intereses poco importa para las grandes naciones. Se supone que Uruguay un país minúsculo territorial y demográficamente, poco o nada puede hacer para defenderse en los organismos internacionales.
Es así que infamias como las que se han publicado, suelen pasar desapercibidas.
Hoy “Edmundo”, ha “bajado” la información que había instalado sobre el Uruguay. ¿Cuánto daño hizo durante los días que estuvo publicándola?. Pero además ¿no corresponde hacer las aclaraciones del caso y pedir las disculpas que corresponde?.
No pretendemos salir a la “caza de brujas”, pero sería muy interesante saber de dónde salió esta versión, porque lamentablemente es sabido que hay interesados en perjudicar al Uruguay. Estos son los puntos oscuros que aún quedan por aclarar sobre el tema.
Por otra parte, estos gigantes de la información deberían aprender que las reglas de responsabilidad a la hora de informar rigen para todos y no siempre el ser más grande, significa ser mas serios y respetables.
¡Que conste!.
