Entrevista a Leonardo Haberkorn
Leonardo Haberkorn es un periodista, escritor y ahora, también conductor de televisión. Este año presentó su último libro, «Herencia Maldita». Habló vía zoom con EL PUEBLO sobre el tiempo que estamos viviendo, compartiendo su análisis y reflexión.
- Desde el punto de vista periodístico, ¿cómo ha visto al año 2020?
- Para los periodistas fue un año complicado en el mismo sentido que para mucha gente, los planes que podíamos tener se vieron alterados de una manera muy radical por la pandemia. De hecho, las coberturas que uno podría haber tenido en mente, las notas que uno hubiera querido hacer, los temas que a uno le interesaban, todo quedó como medio sepultado por la pandemia y una parte importantísima de nuestro trabajo estuvo enfocada en este tema. Tuvimos que aprender una cantidad de cosas que supongo que para la enorme mayoría de los periodistas estos temas de salud, de epidemiología y de vacunas, no estaban en el centro de nuestras preocupaciones o de nuestro saber, nos tuvimos que adecuar a eso. También en los primeros meses, allá por marzo, abril y ahora de vuelta, por lo menos en Montevideo claramente, en los peores momentos hubo que restringir los contactos con personas, y eso también empobrece al periodismo porque no vas a lugares donde pasan las cosas. Hay gente que nos acusa de haber sido muy monotemáticos, de asustar, de difundir el miedo. Pienso que todos los periodistas tratamos de cumplir con nuestro trabajo en un año muy especial dándole voz a los científicos, a la gente que sabe, que entiende y que le ha hecho un gran bien al país. El tema político pasó un poco a segundo plano.
- En su trabajo, lo vimos desarrollar su tarea en Canal 12 en dos programas, «7° Día» y en «Desayunos Informales», presentó también un nuevo libro, «Herencia Maldita», además de sus columnas en El Observador.
- En ese contexto personal, para mí fue un buen año profesionalmente en el sentido que no me faltó trabajo. Cuando se terminaba el 2019, perdí el empleo que había tenido en los últimos casi siete años que era la corresponsalía de Associated Press en Uruguay, lo que generó bastante angustia en ese momento. Pero rápidamente tuve una oferta para sumarme todas las mañanas a «Desayunos Informales», yo ya estaba eN Teledoce haciendo «7° Día», pero era una presencia semanal, y a pesar que tengo muchos años en periodismo, la televisión era un debe, a pesar que había hecho televisión en cable de Montevideo en programas que seguramente no se veían en el interior. Así que fue todo un desafío y fue bueno, aprendí una cantidad de cosas. Termino el año, por la salida de Noelia Marrone, haciendo el puente hasta que venga un conductor nuevo, así que también conduje, cosa que tampoco había hecho, fue todo un aprendizaje ya de grande.
Lo del libro me dejó muy contento, lo tenía en mente hace muchos años, pero se tuvo que postergar por la pandemia, y la editorial con ese panorama prefirió aguantar un poco, pero el libro caminó bárbaro, ya lleva cuatro ediciones, y de alguna manera salió en el momento justo, porque estaba el tema de la historia reciente, que fue uno de los pocos temas que compitió con la pandemia en algunos momentos del año. Es un tema que la gente a veces dice, cuándo vamos a poder pasar de esto, pero bueno, no pasamos porque falta asumir muchas cosas, y el tema no nos abandona, por eso le puse al libro «Herencia Maldita», porque sigue estando presente.
En el año se dieron varias circunstancias sobre este tema, una muy fuerte fue el pedido de desafuero de Manini, que hizo revivir el caso Gavazzo y su Tribunal de Honor, el caso Gomensoro, pero también apareció este año el Tribunal de Honor de Gilberto Vázquez, que estuvo inexplicablemente durante una cantidad de años silenciado sin que todavía esté claro qué pasó. También afloró el tema Roslik, porque un candidato político habló de él minimizándolo diciendo que había muerto de manera natural. Es decir, hubo una cantidad de episodios que hicieron que este tema volviera.
- En algún momento el Presidente José Mujica dijo que recién podría darse vuelta la página cuando quienes fueron protagonistas de ese tiempo mueran. Pero de pronto, aparecen figuras más contemporáneas que pareciera que reivindicasen aquel tiempo.
- Llevando a un extremo ridículo la frase de Mujica, nadie recuerda hoy las internas políticas del Egipto de los faraones, claro, pasaron cinco mil años y ya está. Pero esto va a durar más que lo que dice Mujica. En un sentido estricto, literal, no es verdad, se van a morir y el tema va a seguir un poco más. Vos decís bien, aparecen actores nuevos que reivindican los discursos de antes como, por ejemplo, el discurso del MLN, que se quita muchas responsabilidades, que olvida cantidad de cosas, que pretende hacer creer que peleó contra la dictadura, que es algo que muchos jóvenes sostienen, incluso con más énfasis y más distorsionado que la historia oficial del MLN que escribieron Fernández Huidobro, Rosencof y Mujica.
El ejemplo de Manini es bueno también. La verdad que pensé que el discurso de la dictadura estaba perimido. En el libro hay un capítulo donde hay una entrevista al General Paulós hecha en el 89. En el libro hay dos trabajos que están hechas a medias con otro periodista, esa está hecha con Álvaro Diez de Medina, que fue en la Revista «Punto y Aparte». Ese discurso de Paulós refleja a la perfección el discurso de la dictadura, ahí está como condensado. Y pensé que era un discurso que estaba muerto. Sin embargo, este año en una entrevista que le hicieron en La Diaria, no a Manini pero si a Rivera Elgue, que es el segundo de Cabildo y que hoy es el subsecretario de Defensa, reproduce prácticamente de manera exacta el discurso de Paulós en aquella entrevista, es muy parecido, y en el libro hay una columna donde me refiero a ese discurso de Rivera Elgue. Manini ha sido más ambiguo, hay momentos en que parece tomar cosas de aquel discurso, hay momentos en que dice cosas distintas y se despega, me cuesta más encontrarle el eje a Manini. Y la persona que fue candidato a intendente de Cabildo en Soriano o en Río Negro, no recuerdo ahora el nombre, fue la persona que dijo lo de Roslik.
Una cosa que me merece destaque este año, fue la iniciativa del Comandante del Ejército, el General Fregossi de abrir estos temas a la discusión adentro del Ejército para cambiar la curricula, pero antes, que estos temas se discutan mediante conferencias. Me tocó el honor de haber sido invitado a la primera, habrá otras. Me parece muy valiente y positivo para Uruguay lo que hace Fregossi, que en el Ejército se hable de estas cosas, se sincere y escuche muchas campanas, porque en esto no hay una verdad oficial, acá siempre habrá puntos de vista, y es lógico que así suceda. Manini minimizó esta propuesta, eso no me pareció bien, y es ahí donde Manini parece alinearse a los relatos más viejos que pretenden dejar todo como estaba. En fin, Manini a veces dice cosas que parecen afiliarse al discurso de la dictadura, por ejemplo, cuando Tabaré Vázquez lo cesa, él presenta ahí un documento donde crítica muy duramente a la Justicia y prefiere al Tribunal de Honor a Gavasso y a Silveira, ni más ni menos, eso me resultó inexplicable. Eso simbólicamente es pegarse a lo peor de la dictadura. Pero luego en otras declaraciones, por ejemplo, Manini ha condenado duramente al asesinato del Maestro Julio Castro, de la madre de Macarena Gelman, entonces, ha tenido de las dos, por eso digo que es ambiguo.
- ¿Cómo piensa que será el 2021? ¿Será posible mantener el equilibrio entre la salud de los uruguayos y cierta apertura de la economía del país?
- La veo complicada. Cuando empezó la pandemia pensé, qué mala suerte tiene Lacalle, mi primera reacción fue que era imposible salir bien parado de una tormenta de este tipo, esto es algo que arrasa todo, la salud, la economía. No hay gobierno en el mundo del signo que fuese, desde Alberto Fernández a Bolsonaro, en fin, es imposible. De hecho, vimos la desesperación de varios, se vio mucho en líderes populistas como Bolsonaro, Trump o Boris Johnson de querer negarlo por la negación misma, diciendo que esto no existe, que es una gripecita, la negación pura para tratar de mantener la economía y el país funcionando, cosa que no le resultó a ninguno, todos se vieron afectados porque esto no es mentira.
Sin embargo, a Lacalle le fue muy bien al principio del año, y si bien no hay nuevas mediciones de su popularidad, le ha ido muy bien, en parte acompañado por una decisión acertada que nadie visualizó al comienzo que fue esa cuarentena voluntaria para no ir a la cuarentena obligatoria, resistirse a los que se la pedían, pedirle a la gente que se quedara en casa, pero manteniendo la economía funcionando, aunque fuera parcialmente, pero no pararla. Todo ese combo le salió muy bien y su popularidad creció mucho y para mi sorpresa, le fue bárbaro.
Hay que ver ahora, ha cambiado mucho, la situación es complicada, ya tenemos la circulación comunitaria, y no sé cómo se lo va a tomar la gente. También veo que el FA al principio intentó tener alguna disonancia con el gobierno, pero rápidamente se plegó prácticamente sin hacer oposición, casi que apoyando, algunos dirán más, otros dirán menos. Pero ahora sí, al FA lo veo en la oposición, lo veo machacando con otros temas, ya sea los aviones Hércules, la Directora del Sistema de Cuidados, es decir, atacando en varios frentes como se hace normalmente en el juego político, y también en el tema de la pandemia marcando diferencias al punto que no votó con el gobierno la reglamentación contra las aglomeraciones. Entonces, ahora Lacalle se enfrenta a una pandemia mucho más descontrolada, afectará mucho al verano y al turismo, afectará las cuentas del 2021 que en algún momento pensamos que sería un año nuevo, y no, y a una oposición que ahora está siendo oposición, jugando fuerte.
Está el tema de la vacuna, si viene, si resulta, si eso ocurre medianamente pronto y todo se estabiliza, quizás logre nuevamente enderezar el barco, pero lo veo igual como un año complicado en donde el tema de la vacuna va a ser importante.
PERFIL DE HABERKORN
Casado. Tiene una hija de 19 años. Es del signo de Capricornio. De chiquito le hubiera gustado ser jugador de Peñarol. Es hincha de Peñarol.
¿Alguna asignatura pendiente? Tocar música. Tengo un bajo eléctrico que lo toqué siempre horrible (risas). ¿Una comida? Chivito. ¿Un libro? “El extranjero”, de Albert Camus y “La conjura de los necios”, de John Kennedy Toole. ¿Una película? “Pequeña Miss Sunshine” y “Central do Brasil” (Estación Central). ¿Un hobby? Coleccionar sellos de chico y ahora coleccionar caracoles de mis viajes. ¿Qué música le gusta escuchar? Me gusta el rock, música clásica, música brasileña, tango. ¿Qué le gusta de la gente? Hablar con la gente, ver lo que hace, entenderla y contarle lo que otra gente siente y hace, por eso soy periodista. ¿Qué no le gusta de la gente? Esa cosa espantosa que se ve hoy en las redes sociales, la agresión, la descalificación a priori, el juzgar sin entender, el discriminar por cualquier tipo de razón.
Por: Leonardo Silva