Más allá del 1 a 0 a Universitario y la copa a manos en Sub 14
Cuando Pablo Martín Barreto asumió en Ferro Carril la función de Coordinador general de las divisiones juveniles, no faltaron objetivos, pero uno de ellos a todas luces centrales: crear un estilo-Ferro Carril. A esos efectos la unificación con los Directores Técnicos, más allá de cada uno teniendo una propia y respetable impronta sobre algunos aspectos que hacen al fútbol.

Que quienes vayan ascendiendo de categoría, sepan que ese estilo-Ferro Carril, no es tema de discusión y tan solo se trata de exponerlo a los cuatro vientos, para que se lo sepa y se lo defienda. Pero en verdad, si más allá de la premisa, fluye el resultado a favor, seguramente tanto mejor.
En buen romance, contemplación plena para el nuevo arranque de ciclo en la franja, cuando el sábado a la noche el equipo bajo orientación de Ángelo «Poroto» Martínez, alcanzó la consagración en Sub 14. La correntada de Ferro Carril, ciertamente no niega el futuro.
El 1 a 0 final ante Universitario jugando en el Parque Dickinson, con gol de Bautista Pereira en el 39′ del primer tiempo.
Antes de la conclusión, a los 43′, la segunda amonestación de Fernando López Rodrigo Ezequiel Medina, para que la franja encarara toda la recta final con un jugador de menos.
¿PUEDE HABLARSE
DE OFICIO?
Concreto es que Ferro se adaptó a la situación adversa, incluso pudo llegar a un segundo gol. Canceló vías de llegada y a favor del contragolpe de Bautista Pereira, la chance creándose frente al marco rojo.
La interrogante es una: ¿puede hablarse de oficio en jugadores de tan solo 14 años?.
El hecho es que al equipo «no le entraron las balas» y sostuvo la vertical, en medio de un trámite que el ganador lo fue manejando a su antojo.
Universitario fue la triple expresión generosa de Bruno Gracés-Joaquín Revello, más lo que supone el mando de Marcos Pintos. En el caso de Bautista en Ferro y Joaquín en Universitario, se convirtieron en los puntas de la selección Sub 14 semifinalista del inconcluso Campeonato del Interior. De lo que no hay dudas es que el fútbol salteño prolonga la cuna de jugadores aptos de mitad de cancha para arriba.
CON SABOR A FINAL
Como final, apretada siempre. Más abierto el primer tiempo, que el confuso segundo, cuando Ferro Carril acentuó el negocio de la espera, fabricando el anticipo y convencido que Bautista Pereira tenía razones para la búsqueda ofensiva, más allá de la desigualdad numérica.
Universitario fue con dignidad atacante, pero no siempre con luces. Cayó dándolo todo.
No hay caso: tampoco al equipo de Sergio «Teco» Ramos le faltan piezas de subido valor técnico y conceptual. Los casos de Revello, Gracés, Pintos, Godoy, Torres, Medina….
Hay buena madera para tallar. Que Universitario apunte a sus formativas, es concederle al futuro el rostro de la alegría y no la mueca de la decepción.