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martes, 22 de abril de 2025
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Cuando el deber llama y deja una silla vacía en la cena

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Diario EL PUEBLO digital
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En las fechas tradicionales, la reunión familiar, el abrazo con el amigo o vecino, son momentos esperados por muchos.
También hay una realidad que en esa reunión familiar a veces hay una silla vacía, de aquel integrante que están en los corazones de cada uno, pero que el deber del trabajo lo convoca a cumplir una función.
El policía, bombero, enfermero, p locutor de radio, taxista, el trabajador de una estación de servicio, farmacia o 24 horas, son, entre tantas otras personas las que cumplen una determinada función durante todo el año, incluso en fechas especiales como lo son la Navidad y el Año Nuevo.

Para Irineo Mattos, empleado de una estación de servicio, trabajar 24 y 31 de noche «tiene sus partes confortables también»

«En realidad pistero no, más bien yo soy auxiliar de pistero», aclara inmediatamente Irineo cuando muy amablemente comienza a dialogar con EL PUEBLO sobre lo que significa trabajar en la estación de servicio un 24 o un 31 de diciembre en la noche.
Irineo Mattos Orellano tiene 44 años de edad y hace 11 años que se desempeña en atención al público en Garage Uruguay. Es de las personas que no elude el trabajo en ninguna fecha, por eso, en estos once años de trayectoria allí, cada vez que la empresa ha preguntado quién están dispuestos a trabajar en Nochebuena o víspera de Año Nuevo, él se apunta.

-¿Le resulta pesado trabajar esas fechas en la noche?
No, al contrario. El ambiente se mueve un poco más, la gente es más abierta, viene y nos saluda…Además entre todos los compañeros nos ayudamos para que las cosas salgan bien, tanto para la empresa como para nosotros mismos.
-¿Son varios trabajando en esos momentos?
Sí, somos generalmente un grupito de cuatro o cinco personas que estamos trabajando acá; a veces dos pisteros acá, o a veces un pistero acá afuera con una caja individual y otro dentro del minimarket, pero va todo para el mismo lugar por supuesto.
-¿Cómo es eso de que la gente se muestra más abierta? ¿Saluda más?, ¿se muestra más amable?
Exactamente, y es más comunicativa, parece que todos nos traen un deseo de buena Navidad y esa es la parte más emocionante, es lo más reconfortante, que nosotros vemos que la gente es más abierta, y saluda y conversa más.
-Hay quienes ven como algo no muy agradable trabajar en fechas en que la mayoría de la gente pasa en la casa, con la familia. ¿Qué le parece eso?
Bueno, pero tiene sus partes confortables también. Por ejemplo yo he trabajado un 24 de mañana, después vengo a las 22:00 y me voy de madrugada, a las 5:00 de la mañana, entonces el 25, el día de la Navidad mismo, yo puedo pasar todo el día con mi gente, aprovecho a estar todo el día con mi familia y vuelvo a trabajar recién el 26. Es decir, no paso esa noche pero paso todo el día siguiente. Y el 31 cambio, trabajo en otro horario y le doy la oportunidad a otro compañero de que haga ese horario que yo hice el 24. Otras veces he trabajado 24 y 31, porque cuando arman los horarios me han preguntado: Irineo, ¿querés trabajar las dos fechas? ¿O una? Y entonces yo les digo sí o no. Es decir, cada uno de nosotros responde de acuerdo a la familia que tenga o a su caso particular. Yo nunca tengo problema en trabajar.
-¿Qué es lo que más piden quienes paran acá un 24 o 31 de noche?
Generalmente lo que más se mueve es la parte del minimarket, la parte de bebidas. Después, está también acá la parte del estacionamiento, donde hay gente que viene a dejar algún coche para no dejarlo en la calle esa noche; nosotros siempre brindamos también ese servicio a la gente, para que tenga seguridad en los vehículos.
-Son noches donde también hay más gente alcoholizada, ¿problemas nunca tuvo?
No, gracias a Dios no, yo por lo menos no, es cierto que siempre se encuentra alguna que otra persona así, pero en mi parte por lo menos nunca he tenido problemas, la verdad que no, o nunca ha pasado nada a mayores.

“Han aumentado las intervenciones en carácter de incendios de campo”

Para Matías Alsúa, Jefe de Bomberos de Salto

Pese a estar vigente en estas fechas y hasta el mes de marzo el llamado Edicto del Fuego,
los incendios se multiplican, por lo que tanto el trabajo del Destacamento de Bomberos
como el de los Bomberos Voluntarios se acrecienta. Pero en estas Tradicionales Fiestas de
Navidad y de Año Nuevo, ¿cómo lo viven estas personas que deben estar en guardia
permanentemente porque de acuerdo a la reacción que se tenga ante un llamado, puede
depender la vida de una persona? Es lo que conversamos con el Señor Jefe del
Destacamento Departamental de Bomberos, Matías Alsúa.

  • ¿Cómo es pasar las tradicionales fiestas de guardia?
  • Le pregunta a una persona que es muy fanática de lo que hace, me gusta mucho mi
    profesión, soy bombero de alma, y no debe haber cosa más linda que estar de guardia en
    una de las fiestas. No lo digo irónicamente, sino que lo afirmo porque compartir ese
    tiempo con los compañeros de trabajo es lindo, ni qué hablar que estar con la familia
    también, pero tiene su encanto, tiene sus momentos emotivos que son lindos de
    compartir porque después que uno cumple el ciclo siendo bombero, esas fechas que uno
    las pasa de guardia se quedan en la memoria. Entonces hay que disfrutarlas. Soy un
    apasionado de disfrutar cada minuto y cada cosa que me pasa.
  • Pero de pronto, en pleno festejo en una de esas fechas y de guardia, ¿se han
    presentado llamados para actuar en alguna emergencia?
  • Recordemos que llevo casi 22 años ejerciendo la profesión, por tanto, se han presentado
    varios momentos como la alarma que suena pasadas las doce, tanto sea en Navidad como
    en Año Nuevo. Cabe destacar que años anteriores ha sido relativamente tranquila en la
    parte operativa la Navidad, y siempre después de las doce aumenta el número de
    intervenciones por las cañitas voladoras en terrenos, algo previsible. Pero este año en
    particular, y producto también de las altas temperaturas que ha habido en estos últimos
    tres o cuatro días, han aumentado las intervenciones en carácter de incendios de campo,
    incendios forestales de características medianas, pero son muchas las intervenciones en
    simultáneo. Tenemos al Destacamento prácticamente que, dividido en tres dotaciones
    con apoyo de los Bomberos Voluntarios, con el refuerzo que vino de los bomberos zafrales
    más los bomberos estatales de acá de Salto, somos los que estamos tratando de contener
    la cantidad de incendios que ha habido. Recordemos también que acá un 31 hubo un evento muy importante en materia de incendio, una vez también pasó lo mismo en un supermercado importante acá de la
    ciudad en la Navidad, y suele suceder en estas fechas a nivel nacional sea por las cañitas voladoras o por las altas temperaturas, y con esto quiero decir que siempre después que el reloj marcó las doce, han sido muchas las intervenciones. Anécdotas hay varias,
    muchas.

Hacemos el mejor esfuerzo cuando nos toca tener personal a cargo para que por lo menos
el personal pueda disfrutar de una fiesta con su familia, porque puede pasar que esté el
24 de guardia y el 31 de servicio extraordinario, y ahí la quedó.
La nuestra es una función muy agradable, es un placer debido a nuestra vocación de
servicio, así que nos toca estar y ahí estamos siempre, al pie del cañón. Lo que también sucede es que estas instancias nos unen mucho con el personal, que también está en su misma situación con la guardia ese día, que habitualmente como mesa de trabajo son de 24 horas de servicio por 48 francas, según corresponda. Entonces, si usted comparte dos
días con alguien cuando salen intervenciones, el trabajo está ligado en forma directa al
extremo porque cuando toca la campana, usted no sabe si va a rescatar a alguien, si alguien se puede ahogar, si está alguien atrapado en un vehículo.
Evidentemente trabajar en situaciones extremas hace que la unidad entre el personal vaya
creciendo y sea muy grande. Y si encima usted se pierde una de esas fiestas tradicionales con su familia y está con sus compañeros en la guardia, eso genera vínculos, sentimientos en la profesión y con los compañeros que es muy profundo, pero teniendo claro lo que es nuestro régimen, sin perder la noción de quién está a cargo y quién toma las decisiones durante las intervenciones. Entonces, más allá del otro vínculo, nada se confunde respecto
de debatir o imaginarse cuestionar alguna orden en pleno teatro de operaciones, que como le dije, luego de la medianoche, suelen aparecer las llamadas por efecto de alguna cañita voladora que cayó en el lugar equivocado.

“Es preferible hacer dos viajes menos y tener mucho más cuidado porque el 25 se pasa
en la casa”

Para Julio Arévalo, taxista

Julio Arévalo es un reconocido taxista que durante quince años trabajó en la noche y pasó
algunos años de guardia en las fechas de las Tradicionales Fiestas de Navidad y de Año
Nuevo. En esta charla con EL PUEBLO, destacó la importancia y profesionalismo del
trabajo del taxista, donde últimamente casi no ha participado en siniestros de tránsito, y
que, en tiempo de pandemia, no hubo un solo taxista que se hubiese contagiado en su
trabajo. Un capítulo aparte tiene que ver con su historia trabajando en EL PUEBLO, pero
como le dijimos, quizás esa sea la excusa ideal para volver a encontrarnos en otro
momento y hablar de esa otra historia de su vida.


“Estuve quince años haciendo la noche arriba de un taxi –comenzó diciendo Arévalo-, de
dieciocho horas a ocho de la mañana. Indudablemente que nos daban un paréntesis entre
las veintitrés horas y la una para poder pasar con la familia. Muchas veces, como suele
ocurrir, cuando te estabas por ir justito agarrabas un viaje y en lugar de irte a las veintitrés
horas llegabas veintitrés treinta y la familia era la que más se veía perjudicada por no
poder estar todos juntos en un momento tan emotivo y por mayor tiempo, porque
mientras llegaba, te bañabas, cuando te sentabas en la mesa, comías algo, y pasada media
hora de la medianoche, ya te empezaban a llamar por teléfono”.

  • ¿Por ser la hora de salida de los ómnibus interdepartamentales?
  • No, no, para ir a los bailes. Los 25 a las 0.30 y los días 1° de enero también 0.30 ya
    empezabas de vuelta con la rutina. Pero ahora no estoy haciendo la noche, pero sé que un
    montón de compañeros dejan horas de la familia por estar trabajando por estar de turno.
    Indudablemente que se trata de un trabajo muy noble, durante toda la pandemia ningún
    taxista en el trabajo se vio contagiado de COVID, aun llevando gente que después que
    estaba arriba del auto porque se iba a hacer un hisopado, y recién ahí le avisaba al taxista
    lo que iba a hacer, y pese a todo eso, algo que no se ha marcado del todo, tiene que ver
    con el cuidado que todos los taxistas tuvieron, algo que sirvió para demostrar que se trata
    de un servicio que se presta con total seriedad para el pasajero.
  • En tantos años de trabajo arriba de un taxi, ¿le quedó alguna anécdota de navidad o de
    fin de año que se pueda contar y que haya vivido?
  • Hay montones de anécdotas. Una vez una persona salió de la cárcel con la madre, me
    dijo que parara en un lugar, y después cuando iba en el camino me dice que no, y resulta
    que a las 24 horas me entero que termina matando a un vecino, eso por contarle una,
    pero hay infinidad de anécdotas. Por ejemplo, una que no ocurrió por estas fechas, fue
    cuando tuve la suerte de tener al Rector de la Universidad de Venezuela, que resulta que
    por los motivos de público conocimiento de ese país, se tuvo que ir a trabajar a México,
    fue Rector también en la Universidad de ese país, y vino a una conferencia a Salto, yendo
    al Hotel de Salto Grande, y tuvimos la suerte de llevarlo por los contactos que uno va
    teniendo en el taxi.
  • ¿Qué mensaje les dejaría a sus colegas que trabajan en la noche en estas tradicionales
    fiestas?
  • Aprovecho para antes, dejar un mensaje para agradecer siempre la atención que se ha
    tenido desde la Dirección de Tránsito y los funcionarios de Tránsito que hace años que
    nadie ve que haya existido algún tipo de inconveniente entre la Dirección de Tránsito con
    los taxistas. Pese a montones de cosas que pasan tanto en esos días como durante el año,
    todos los directores y todos los funcionarios han sido muy nobles en su labor, y siempre se
    ha andado con total normalidad. Por eso les agradezco a ellos, así como también a los
    funcionarios policiales.
    Y a los taxistas, decirles que vale muchos viajes menos, pero mucha más seguridad. Usted
    saque la cuenta de la cantidad de horas de taxi que hay por día y que prácticamente no
    hay accidentes en el tránsito con los taxis. O sea que esa noche, es una noche más de
    trabajo y que indudablemente es preferible hacer dos viajes menos y tener mucho más
    cuidado porque el 25 se pasa en la casa.

TRABAJAR 24 Y 31 ES FUNDAMENTAL PARA
ACOMPAÑAR A LA GENTE

La radio en las fiestas

Los medios de comunicación, y muy especialmente las radios, han cumplido históricamente una tarea fundamental en acompañar a la gente en momentos tan especiales como Nochebuena y víspera de Año Nuevo

Más allá de que la tec-nología de la comunicación ha evolucionado en los últimos años, lo que hace que varias emisoras opten por dejar pre-parada de antemano la programación automática, hay quienes siguen con programación en vivo, lo que hace precisa-mente más vívida esa comuni-cación y ese acompañamiento.
Esta nota seguramente hará que muchos habituales oyen-tes de radios de Salto, al mirar la foto vean por primera vez el rostro de alguien a quien escuchan todos los días, tanto en el programa “Rotativo Rural” de Radio Arapey (conducido por el legendario Óscar Francisco Garaventa) como en Radio Libertadores desde las 8 de la mañana hasta pasado el mediodía, y a veces también en otros horarios: José Alejandro Ferreira. Seguramente es José Ferreira uno de los hombres de radio que más horas dedica diariamente al trabajo de operador y locutor. Tiene 36 años de edad y trabaja en radio desde los 19.
Cuando se le pregunta sobre la experiencia de trabajar en Nochebuena y Año Nuevo tras la consola y el micrófono, dice inmediatamente: “Sí, ese es un trabajo que me ha tocado hacer muchas veces, varios años…y diría que es algo que tiene sus pro y sus contras”. Es por eso que fue el comunicador elegido para este informe dominical de EL PUEBLO.


-¿Qué programación hacías?

Hacíamos en Arapey un programa los fines de semana, que se llamaba Tiempos de Radio, y cuando el fin de semana coinci-día con un 24 o 31 de diciembre lo hacíamos también. Estábamos Rogelio Leites, Marcelo Hernández, Luis Alderete y yo. Empezábamos a las 12 de la noche, primero dos horas de música tropical, después temas románticos de 2:00 a 4:00, de 4:00 a 5:00 tangos, de 5:00 a 6:00 un informativo y de 6:00 a 7.30 folclore.

¿Cuál es la respuesta de la gente en un 24 o 31?

Siempre fue muy buena, felizmente. La gente llamaba y hacíamos llamadas al aire, se enviaban saludos, mucha gen-te saludaba a familiares, sobre todo familiares que de repente estaban lejos pero escuchando la radio, porque escuchaba gente del exterior por ejemplo. Había gente que pedía música, tal o cual canción…bajo tiene “pro y contras”.

¿Cómo es eso?
Claro, por ejemplo tiene la contra de no pasar con la familia, de perderte el brindis familiar, de apenas terminar de cenar y ya tener que salir volando para la radio. Pero al mismo tiempo,

tiene como algo bueno saber que estás acompañando a través de la radio a personas que quizás están solas…Además sentís que es una tarea importante, porque pasa muchas veces que llama gente y te dice: sos el que está musicalizado toda la cuadra; te dicen: esta-mos escuchando en tal cuadra y tenemos la radio prendida a todo volumen.
Eso está bueno. Y además, es muy valioso porque la radio resulta la compañía de muchas otras personas que están trabajando: policías, enfermeros, serenos, alguna estación de servicio…

-¿Alguna anécdota en especial de esas noches?
Creo que lo más importante es eso que decía, que la gente nos dijera esas cosas. Pero puedo contar también, por ejemplo, que en esos momentos te llama mucha gente que te das cuenta que está con alguna copa de más (risas)… Algunos incluso poco se les entiende lo que dicen…Pero bueno, está también que muchos oyentes se ponen sentimentales y cuan-do te llaman se ponen a llorar, sobre todo por acordarse de algún familiar que ya no está. Así que de alguna manera también hacemos de contención, hasta como si estuviéramos atendiendo la parte psicológica de las personas. ¡Ojo!, eso es algo que también nos pasa oros días comunes, pero esos días de las fiestas tradicionales parece que aflora más el sentimentalismo.

-En cuanto a música, ¿qué es lo más pedido por la gente esas noches?
Música movida, sin dudas. Esos días por lo general hay que salir del formato tradicional de los programas, de la programación en general y darle más lugar a la música, y principalmente a la música movida. Es entretenido, es lindo, claro que a medida que pasan las horas todo em-pieza a decaer y para quienes tienen que estar trabajando se va haciendo más aburrida la madrugada.

-Me dijeron que los locuto-res en esas fechas suelen recibir mucha comida y bebida como regalo de los oyentes…
No, no, para nada… (risas). Si pienso en esos años que te decía que estábamos toda la madrugada, te diría que la au-diencia pocas veces nos llevó esos regalos. A veces el que nos llevaba algo de comer era Ramón, el padre de Luis Alderete.

“EN ESOS MOMENTOS LLEVAMOS A NUESTRA FAMILIA EN EL CORAZÓN”

Custodiará obra de viviendas durante las fiestas

Martín Miños se ha desempeñado en varios rubros y cuenta con la experiencia de haber trabajado

durante varias fiestas; en un restaurante de termas, también como sereno y en una marisquería de Punta del Este. “Estuve trabajando también en un supermercado al que me tocó serenear durante las fies-tas un 24 a la noche y recién me fueron a relevar la noche de ese 25. Prácticamente estuve dos días sin salir del supermerca-do pero la remuneración fue buena” – nos contó.
En estas fiestas trabajará como sereno en un complejo de viviendas y se prepara aní-micamente para pasar lejos de su entorno familiar.
“Por supuesto que nadie desea pasar lejos de la familia, pero trabajar durante las fies-tas es redituable” – sostiene.

Martín ha experimentado sentimientos en-contrados en el momento de la mediano-che donde las familias y amigos brindan, mientras que él tiene que dedicarse a su trabajo. “Es duro pero muchas veces nece-sario y seguramente muchas personas de-ben trabajar en esas fechas. Siempre me he tratado de mentalizar y pensar que es un día como todos”.
En cuanto a anécdotas, Martín tiene va-rias para compartir. “La primera vez que pasé las fiestas lejos de mi familia fue en la Armada. Estábamos de guardia con unos compañeros y la pasamos en un barco. Ar-mamos una mesa y celebramos juntos. En ese entonces no habían celulares para co-municarse y las líneas se saturaban. Llamar por ejemplo, de Montevideo a Salto eracarísímo. Recuerdo cuando me tocó pasar trabajando en la marisquería, cuando llegó la medianoche, se me escaparon algunas lágrimas. En ese tiempo mi ex señora esta-ba embarazada y fue muy difícil.
En otras fechas de Navidad y Año Nuevo trabajó como encargado de un hotel, pero afortunadamente pudo llevar a su familia y fue una experiencia muy linda.
Como sereno aceptó trabajar muchas ve-ces porque la paga era buena, empero hoy piensa que más importante es poder dis-frutar con los suyos en esos momentos. Esta vez le va a tocar las dos fiestas custodiando la obra de una cooperativa. Siente que la pandemia ha cambiado mucho la forma de pensar de la gente en general, lo que lleva a valorar más estar con los seres queridos. “Hoy la videollamada es una alternativa buena, pero no es lo mismo que poder darse un abrazo”.

PARA EL ARTISTA ES COMO RECIBIR SU AGUINALDO”.

Reconocido artista salteño

Valentín Silveira tiene larga tra-yectoria trabajando los 24 y 31 y le ha tocado en más de una oportunidad brindar lejos de sus seres queridos. Y estas fiestas una vez más compartirá con su público esas fechas importan-tes.
“Desde que comencé a cantar en bandas y luego como solista, no hubo una sola Navidad y Año Nuevo que pasara en casa. Primeramente cuando estaba en alguna banda pasaba la Na-vidad y a la 1 de la madrugada del 25 salíamos a tocar a algún boliche o algún baile de algún pueblo cercano.
Ya cómo solista el sistema fue distinto porque se canta a partir de las 22.30 y se espera la Navidad o Año Nuevo con cuenta regresiva en los hoteles.


El año pasado, con motivo de la pandemia y como había rebrote bastante importante, todo sus-pendido y pasé en familia des-pues de muchos años y fue muy especial”.
Anteriormente a ello, nunca había pasado con su hijo y su señora esperando a que llegara la medianoche para brindar en familia.
Más allá de su vocación artística, Valentín es consciente que pre-sentar su show en esas fechas es muy productivo en el sentido económico. “Son fechas en las que podemos cobrar muy bien y que muchas veces pasan a ser el aguinaldo del artista.
Cuando le preguntamos sobre una anécdota, Silveira recordó una en particular donde tuvo atravesar por una circunstancia un tanto complicada.
Fiel a su estilo detallista y responsable, fue a armar sus equipos con tiempo a un reconocido hotel, para que todo estuviera en condiciones a la hora de su show y volvió a su casa a des-cansar para luego estar con todas las pilas a la hora de la presentación.
Lo cierto es que en determinado momento y ya muy cerca de la hora le pidieron que cambiara de lugar el equipamiento porque allí iban a colocar una mesa de comensales que querían estar distantes del show musical.
A esas alturas ya no se podía tomar esa decisión y al cabo de una acalorada
discusión con la gerencia, pudo llegar a buenos términos y de hecho hasta hoy, mantiene una muy buena relación con dicha fuente de trabajo.
Si bien para el artista el público es su fuente de inspiración, no siempre todo es color de rosas.

  • ¿Cómo prepara su repertorio para esta Nochebuena?
    -”El repertorio de siempre con alguna variación. Estamos apun-tando mucho a música movida… que es lo que la gente quiere úl-timamente.
    De todas maneras me reparto un poco con la preparación de temas nuevos porque al estar con Mogambo debo atender las dos actividades hoy en día también y atender las dos actividades… Es como que tengo que preparar temas para ambos shows… más allá de que no toque con el grupo en las fies-tas, debo igualmente preparar los temas”.

”Más que nada el deseo de unas felices fiestas y que el próximo año sea mejor que estos últimos dos.. ya que la pasamos bas-tante mal… Unos más y otros menos, con alguna que otra pér-dida de algún familiar o amigo, pero siempre siendo positivos y mirando para delante que es la manera de salir y generar esas cosas lindas que se vienen des-pués.
Y para quienes trabajan en las fiestas: el deseo de una prospe-ridad inmensa. Que se cumplan todos los deseos para este próximo 2022, que sin dudas será un gran año para todos.
A no bajar los brazos porque la única manera de sacar la familia adelante es trabajando. !Muchas
felicidades para todos!

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ALBISU Intendente - Lista 7001 - COALICIÓN SALTO