Juan Veltroni (Giovanni Veltroni) fue un arquitecto italiano nacido en Florencia el 21 de noviembre de 1880 y ciudadano uruguayo a partir del año 1932. Luego de realizar varias obras en su país natal, se radicó en Uruguay donde construyó parte del Patrimonio artístico de Montevideo. Realizó también innumerables obras en el interior e intervino con destacado éxito en casi todos los concursos de la época. Ingresó en el Ministerio de Obras Públicas, donde llegó a ser jefe de la Dirección de Arquitectura. Falleció el 9 de enero de 1942.

En el año 1907 el Presidente uruguayo José Batlle y Ordóñez viaja a Italia con la idea de convocar a los mejores técnicos para hacer de Montevideo una verdadera capital con edificios públicos de arquitectura conveniente, representativa de la importancia de los distintos órganos de gobierno. A raíz del triunfo de Veltroni en el Gran Prix de Roma, Batlle y Ordóñez lo convoca para formar parte de este propósito.
Entre 1907 y 1908 llega a Montevideo con su familia y se afincan permanentemente.
En 1908 participa de la Exposición de proyectos en el Círculo de Bellas Artes. La propuesta ficticia del concurso era diseñar la fachada de un restaurant y teatro a situarse en el barrio El Prado. Veltroni obtiene el 1.er premio con un proyecto que combina varios estilos arquitectónicos “con el agregado de soluciones de fantasía escenográfica, grandes aleros y voladizos, aprovechando los nuevos materiales”, como describen Bona Milanesi y Gallo en su libro sobre obra del arquitecto Vetroni.
Palacio de Gobierno
En 1912 la Presidencia de la República convoca a reconocidos arquitectos a nivel internacional a un concurso para la construcción del Palacio de Gobierno, del cual participaron: el arquitecto francés Victor Labau, el español Manuel Mendoza Sáez de Argadaña, y los arquitectos Juan Veltroni, Jacobo Vázquez Varela, Armando Acosta y Lara, Mauricio Erro y Humberto Pittamiglio. Veltroni obtiene el primer premio por un diseño majestuoso, con una enorme cúpula, múltiples relieves y esculturas alegóricas. Cumplía así los requerimientos de Batlle y Ordóñez, que deseaba una imponente construcción donde ubicar varios Ministerios y otras dependencias gubernamentales.
Iba a ser ubicada en el predio que hoy ocupa la Intendencia Municipal de Montevideo y que antes ocupara el Cementerio Inglés. Si bien la obra no se concretó, el hecho de haber sido seleccionado y la entusiasta respuesta de los ingenieros, Ministros y hasta del propio Presidente, aumentaron la fama del joven arquitecto.
Banco República
El hecho más importante en su carrera profesional fue el concurso internacional para la sede central del Banco de la República Oriental del Uruguay, donde participaron treinta y ocho proyectos, con la intervención de arquitectos franceses, americanos, argentinos, brasileños y nacionales, como: A. Lavignase, Álvaro Carlevaro, Julio Vilamajó, Horacio Azzarini, Carlos Pérez Montero, Juan M. Aubriot, Raúl Lerena Acevedo, Enrique Lerena Joanicó y Juan C. Lamolle.
La presidencia del jurado le fue ofrecida al arquitecto noruego Alejandro Christophersen, radicado en Buenos Aires junto con los arquitectos argentinos D. Julio Dormal y Alberto Coni Molina, quienes por unanimidad le otorgaron el primer premio y la dirección de la obra al Arq. Juan Veltroni y a su socio el Arq. Santos Genovese.
En el fallo del jurado se puede leer que el proyecto de Veltroni y Genovese “se caracteriza por la claridad y equilibrio en la distribución de sus plantas y en la forma que se resuelven los problemas de iluminación y ventilación. Las fachadas del anteproyecto premiado están concebidas dentro de un concepto clásico que no excluye la estilización moderna.”[cita requerida]
El edificio duplica las dimensiones que el arquitecto había realizado en su anteproyecto y que terminó ocupando toda la manzana según solicitó el Director del Banco. Esta obra la realiza con su nuevo socio el arquitecto Raúl Lerena Acevedo.
Por primera vez en América del Sur se utiliza el granito gris para obras de este tipo, presente en las estriadas columnas de estilo corintio de 16 metros de altura y la escalinata que ocupa todo el ancho de la fachada.
Veltroni cuida todos los detalles, desde la ornamentación del interior hasta en las soluciones para que los funcionarios tuvieran mejoras en sus condiciones de trabajo, e incluso diseñó el mobiliario para las dependencias de la Gerencia.
El diseño del subsuelo, donde se custodia el Tesoro, supuso un adelanto tecnológico formidable para la época. La impenetrable entrada al Tesoro está resguardada por una red de rayos infrarrojos invisibles que detectan de inmediato la presencia de cualquier intruso.