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martes, marzo 4, 2025
Columnas De Opinión
Ana Jerozolimski
Ana Jerozolimskihttps://semanariohebreojai.com
Columnista especial para EL PORTAL digital desde Israel. Periodista uruguaya-israelí, como ella misma se define. Nació en Montevideo en 1961 y se radicó en Jerusalén en 1979. Es B.A. de Relaciones Internacionales de la Universidad Hebrea de Jerusalén y cursó estudios de Islam e Historia del Medio Oriente.

Israel está librando una guerra que no quería

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Me place comenzar mi colaboración con “El Pueblo” de Salto y espero que mis columnas resulten de interés, tanto en concordancia como en discrepancia. Deseo aclarar de antemano que en este espacio, cuando esté dedicado a la situación del conflicto entre Israel y los enemigos que aún no aceptan su existencia- organizaciones terroristas palestinas diversas y la República Islámica de Irán y sus tentáculos en Oriente Medio-  estaré siempre claramente del lado de Israel y su derecho a vivir en paz y seguridad. Podré discrepar con gobiernos de turno en Israel, ya que es un país enérgicamente democrático y la diversidad de opiniones es una de sus características básicas. Pero nunca pondré en duda su derecho a defenderse y a combatir a quienes desean eliminarlo. A mi modo de ver, eso es estar del lado de los valores occidentales y de la civilización judeo-cristiana.  

Pero no analizaré las cosas nunca motivada simplemente por sentimiento o ideología sino en base a los hechos. Me permito decir, aunque suene a falta de modestia, que conozco a fondo la historia del conflicto entre Israel y sus vecinos árabes, por lo cual aseguro en forma categórica que la falta de paz en la zona no es culpa de Israel sino una realidad que le fue impuesta. Eso no quiere decir que Israel no pueda cometer errores ni que sea perfecto. Absolutamente ningún país del mundo es infalible. Tampoco Israel. 

En mis próximas columnas abordaré temas de fondo y aclararé de raíz ciertos conceptos que circulan en forma distorsionada, faltando a la verdad histórica. Pero hoy, en mi primera columna, es ineludible dedicar estas líneas a la guerra en curso. Se suele decir “la guerra en Gaza”, pero no se libra sólo allí sino también en territorio de Israel. 

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La masacre y la guerra 

La guerra en curso fue desatada por la organización terrorista Hamas el 7 de octubre, al atacar territorio soberano de Israel. Ese sábado terrible, a las 06.31, comenzaron a sonar intensamente las alarmas en todo el sur y gran parte del centro de Israel, indicando que numerosos cohetes disparados desde la vecina Franja de Gaza estaban en camino a numerosas localidades civiles, un alevoso ataque a la población. 

Pero ese era “sólo” el telón de fondo de lo peor: más de 3.000 terroristas armados hasta los dientes lograron romper la valla fronteriza en decenas de puntos a lo largo de sus 60 kms de extensión e irrumpieron a Israel con planos, mapas e indicaciones precisas: asesinar, torturar y secuestrar. 

Es por eso que Israel lanzó la guerra contra Hamas, una guerra que no buscó. Pero no es una guerra de venganza, aunque claro que los terroristas merecen ser castigados y eliminados. Es una guerra de autodefensa ya que Hamas, motivado por una ideología jihadista (de guerra santa), ya anunció explícitamente a través de varios de sus voceros, que habrá ‘más y más 7 de octubre’.

Ana Jerozolimski / Israel

Primero atacaron bases y puestos militares que cuidaban la zona fronteriza, para neutralizarlos e impedir que el ejército se organice . Se infiltraron a más de 30 localidades, ante todo a los adyacentes a la frontera, dispararon a mansalva, masacraron familias enteras en sus casas, violaron a numerosas mujeres antes de matarlas , también niñas, asesinaron padres e hijos atados juntos, torturaron, quemaron gente viva en los refugios, destruyeron y ellos mismos lo filmaron todo y lo subieron a las redes. Horrores indescriptibles. He visto no pocos de esos registros y eso me costó noches de pesadillas.

Los terroristas palestinos asesinaron a cerca de 1.200 personas, la enorme mayoría civiles, entre ellos decenas de menores de edad, ancianos, gente enferma, la mayoría judíos pero también israelíes musulmanes y extranjeros de distintas religiones que estaban trabajando o estudiando en Israel. Miles resultaron heridos ese día. Y más de 250 fueron secuestrados,  la mayoría civiles,  incluyendo niños, bebés y gente en la tercera edad.

Es por eso que Israel lanzó la guerra contra Hamas , una guerra que no buscó. Pero no es una guerra de venganza, aunque claro que los terroristas merecen ser castigados y eliminados. Es una guerra de autodefensa ya que Hamas, motivado por una ideología jihadista (de guerra santa), ya anunció explícitamente a través de varios de sus voceros, que habrá “más y más 7 de octubre”. Ningún país normal del mundo se quedaría cruzado de brazos ante una amenaza de tal magnitud.

El sufrimiento palestino

Lo que suele verse en las pantallas de televisión y en las redes, es más que nada el sufrimiento de la población palestina. Y por supuesto que hay sufrimiento, también de inocentes. Claro que hay civiles muertos, incluyendo niños. Pero no tengo dudas que las cifras publicadas por los palestinos son infladas, ya que así proceden siempre, y sé que no son fidedignas porque el “ministerio de sanidad” de Gaza citado como fuente, es Hamas. Ya hablan de cerca de 40.000 muertos, sin mencionar nunca que muchos de ellos son terroristas. Presentan a todos como civiles no involucrados.

Los medios de comunicación y las organizaciones internacionales que repiten sin criterio todo lo que se informa desde Gaza, pecan faltando a la verdad y dando así un espaldarazo a una organización terrorista.

De todos modos, las penurias de Gaza son  responsabilidad  de Hamas, que debería haber pensado en eso antes de lanzar una guerra contra Israel. ¿Acaso podía concebir que Israel no respondería?

Pero Israel libra esta guerra-una guerra que no quería, que le fue impuesta por Hamas- de acuerdo a las normas del Derecho internacional, tomando medidas que casi ningún ejército del mundo toma, anunciando de antemano en la mayoría de los casos dónde va a atacar y difundiendo entre la población local comunicados con aviso de evacuación y mapas que indican por dónde trasladarse hacia zonas de refugio humanitario. Eso, para reducir al mínimo el riesgo de muertos civiles.Por su parte, Hamas despliega grandes esfuerzos para impedir que la población se movilice, alegando que es una trampa de Israel. En muchos casos, impidieron violentamente la salida de la población. Es que a Hamas no le importa el bienestar de su población ni su seguridad. Y si hay civiles muertos, los usa para su propaganda.

Este es el gran obstáculo con el que lidia Israel en su lucha contra el terrorismo  de Hamas: debe destruir la infraestructura armada de la organización para impedir que Hamas la vuelva a usar en su contra tal cual ha amenazado, pero viendo que todo está emplazado en medio de los espacios civiles palestinos. Cohetes, túneles, armas, todo incrustado en escuelas, jardines de infantes, hospitales, usados por los terroristas para sus fines. Hay pruebas concretas en el terreno. Israel lo sabía  y al entrar a Gaza con el declarado objetivo de tratar de desmantelar la infraestructura terrorista de Hamas, lo confirmó.

Los declarados objetivos de la guerra son desmantelar la infraestructura armada de Hamas para que no pueda volver a atacar tal cual lo hizo- aunque Israel no piensa que eliminará hasta el último terrorista o destruirá todos los túneles, ni tampoco la idea de Hamas- y recuperar a sus ciudadanos secuestrados a Gaza, 120 que quedan allí todavía en manos de los terroristas, de los cuales se sabe con certeza que 45 están muertos.

Defender a Israel en esta guerra, no significa querer que la población palestina sufra. El responsable de las carencias que pasan hoy los palestinos , es la organización terrorista Hamas que tomó el poder por la fuerza en Gaza en junio del 2007 y desde entonces dedicó todos sus recursos al terrorismo, a convertir  la franja en una base terrorista, abusando de su población y del dinero que tendría que haber dedicado a desarrollar  el lugar. También ahora, dispara hacia Israel desde zonas humanitarias, emplaza cohetes en escuelas de la ONU y mantiene comandos armados cerca de refugios civiles. 

Quizás una forma apropiada de captar la dimensión del horror sufrido por Israel, es “traducir” la cantidad de víctimas mortales a la realidad de otros países, según el tamaño de su población.  1.200 asesinados en Israel, un país de 9 millones de habitantes, equivale a por lo menos 400 uruguayos asesinados, a más de 6.000 argentinos y a 40.000 norteamericanos muertos.

Cuando Al Qaeda de Osama Bin Laden atacó aquel fatídico 11 de setiembre del 2001 las Torres gemelas y mató a 3.000 personas, Estados Unidos lo persiguió hasta Afganistán durante años. Hamas no está a miles de kilómetros de Israel sino al umbral de su puerta. 

Para entender lo que esto significa  , puedes simplemente imaginar qué quisieras que haga tu gobierno, si monstruos armados entran a tu casa, matan y secuestran a tu familia y prometen volver.

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