Las lágrimas de la mujer ya entrada en años, probablemente no por edad avanzada, sino por las huellas dejadas por una vida dura, difícil, como la mayoría de sus vecinos del barrio La Tablada, no dejaban lugar para las dudas vivía y vive un drama duro, más duro que aquellos a los que le ha enfrentado la vida hasta el momento y lo compartió buscando alguna “ramita” a la que asirse para no terminar de sucumbir.
Yo mismo lo he denunciado a la Policía, fue la última vez, cuando me rompió los dientes, dice mostrándonos una prótesis dental partida. La referencia es a un hijo de 14 años, cuya vida se ha vuelto insoportable para todos quienes le rodean.
Llegó ayer al mediodía y nos manifestó entre lágrimas. Ahora voy a esperar que abran allí donde atienden a los drogadictos (Proyecto Ciudadela), porque ya no sé más qué hacer ni a dónde ir.
Lo he denunciado, les he dicho a la Policía dónde compra la droga, quiénes se la venden y en qué lugar, pero la Policía no hace nada, saben todo, quienes roban, quienes andan en la droga, pero me han dicho que precisan pruebas…
Dos veces lo agarraron robando, una en un supermercado, había robado un desodorante, lo llevan y me lo devuelven. Ahora hace dos días que no duerme en casa, queda tirado por ahí, drogado. Cuando las hermanas vuelven a casa de mañana temprano, luego de trabajar salen a buscarlo, lo hallan tirado por ahí y lo traen…
Me dicen que sólo pueden internarlo si él está de acuerdo.
¿Por qué la Policía no toma medidas?, nos pregunta. Yo misma les he dicho quiénes son los que le venden. Él vende todo, más bien regala para juntar unos pesitos y fumarse la porquería esa…
Quiero que alguien me diga qué hacer…
La última vez cuando me rompió los dientes, el hermano mayor le dio una paliza, fue peor aún. Le hemos hablado, hemos reunido la familia en torno a él, aconsejándolo, diciéndole que va muy mal, que tiene que dejar esa porquería y salir adelante, pero él no escucha, no entra en razones. Ya no sé qué hacer, nos dice la mujer desesperada.
Compartimos su dolor y procuramos orientarla hacia dónde dirigirse, pero esto sin desconocer que lamentablemente es un problema cada vez más presente entre nosotros y que cada vez afecta a más personas.
