Una estampa ciudadana que vale la pena rescatar. En la calurosa tarde del sábado anterior, alrededor de las 15 horas, en calle Varela casi Rincón, un carrero adolescente se había detenido, bajó una conservadora, la llenó de agua y dio de beber al equino que tiraba el carro, el que bebió con mucha avidez.
Puede ser una imagen muy simple y alguien podría pensar que una tarea elemental. Sin embargo confesamos que ante tantos hechos de maltrato a los animales, ver a un chiquilín preocuparse por el equino que comparte su tarea nos emocionó y creímos que valía la pena compartirlo.
Vecinos de la zona de Avda. Barbieri y Asencio observaron «atónitos» en la madrugada del sábado último (alrededor de las 2 de la mañana según dicen) lo que calificaron como una carrera de dos camiones municipales. Venían por Asencio y uno de ellos tomó por 8 de Octubre al Oeste, tan rápido que pensamos que volcaba, dijeron. ¿No hay nadie que controle?
En la noche del sábado último se festejó el Día Nacional del Candombe. Participaron varias comparsas en un desfile por calle Uruguay. Hubo gente «sentada en el cordón de la vereda», aguardando el pasaje de los grupos.
Lástima que, vaya a saber por qué, faltó gente. Probablemente faltó difusión, porque en realidad es de las convocatorias que habitualmente tiene mejor respuesta en el pueblo.