Un día como el de hoy, nacía…

duardo Franco Zannier inmortalizó a Los Iracundos. A través de los años y de las décadas que permaneció con vida, su voz tan personal y tan brillante, le dió un toque característico a la agrupación, siendo bien identificada por el registro de un intérprete singular que se diferenciaba de lo común. Muy particular en la forma de vocalizar, desde los inicios en Paysandú, lugar donde nació un día como el de hoy, 15 de marzo, pero de 1945. Eduardo junto a su hermano Leonardo, fueron siempre muy unidos no solamente por el parentesco, sino por la música que los atraía de corazón, deseando de manera ferviente expresar sus virtudes públicamente a corto plazo. Así, es como en el colegio conocen a otros estudiantes con las mismas aspiraciones, y sin pérdida de tiempo comienzan a ensayar para ver si el asunto de la orquesta podía andar. Así, se juntaron Juan «Bosco» Zabalo, en segunda guitarra, Hugo Burgueño «Burgues», como bajista, Jesús María Febrero «Febro», en los teclados, Juan Carlos Velásquez «Juano», como baterista, y los propios Leonardo Franco «Leoni» o «Bocha» en primera guitarra, y Eduardo Franco, cantante y arreglador. En realidad hubo un séptimo componente, llamado José María Brunini, que si bien no llegó a grabar con el grupo formó parte de él en su etapa de gestación y lo dejó por exigencias paternas para seguir estudios de contabilidad. En un principio se llamaron «Los Blue Kings»…

UN AMIGO LES COMPRO LOS EQUIPOS
Corría el año 1958 y en ese momento estaban de moda los nombres de las bandas en inglés, por eso adoptaron el título, más allá de que el profesor de música donde estudiaban les dijo que optaran por un nombre en español, porque era más fácil de pronunciarlo. El asunto fue que los ensayos estaban buenos y los muchachos querían salir a circulación, pero no habían buenos equipos para sonar. Sin ánimo de bajar los brazos y seguir hacia adelante, se pusieron a pensar que hacer, llegando a la conclusión de hablar con un amigo pudiente, que les prestara el dinero para adquirir la equipación. El amigo les dió el si, salieron presurosos a buscar el audio a Montevideo, pero no pudieron conseguirlos, no había en plaza. Hubo que pedirlos por encargo al exterior, y llegaron! La emoción fue grande, ahora acercaba el gran desafío, tocar «en vivo» ante el público, donde fuera. El destino quiso que de a poco, ante cada pequeña presentación se fueran perfeccionando hasta llegar a la capital para registrar su primer disco simple.

«RETEN LA NOCHE» EN LA FONOPLATEA
Al arribar a Montevideo con una montaña de ilusiones fueron a realizar la grabación. La hicieron en la fonoplatea de una radio! allí en C X 10, Radio Ariel, de ese momento, la orquesta sonó y Eduardo Franco cantó al unísono, por primera vez para un disco: «Retén la noche», lo que sería el lado A de la placa, teniendo en el lado B: «Madison». Los temas fueron promovidos por «Discodromo Show» de Canal 12, donde Los Blue Kings hicieron «playback». Debutaron oficialmente el 10 de octubre de 1961, en el Teatro Florencio Sánchez de Paysandú, ante instalaciones colmadas. Algunas actuaciones más por éstos lares, y el grupo que ya había despertado interés de productores, era invitado a viajar a Buenos Aires por la fonográfica RCA que estaba reclutando nuevos valores para lanzar. Una vez en la vecina orilla, en el sello del fonógrafo y del perrito, les cambian el nombre de Los Blue Kings por el de Los Iracundos. Desde ese momento, iniciarían una larga carrera que los mantendría al tope de la popularidad por espacio de casi treinta años, siempre con la misma integración.

LAS CREACIONES DE EDUARDO FRANCO

Eduardo Franco no solo interpretó magistralmente junto a Los Iracundos, también compuso muchos temas de impresionante repercusión hasta el día de hoy: «Puerto Montt», «Te lo pido de rodillas», «Chiquilina», «Tu me diste amor, tu me diste fe», «Y me quedé en el bar», «Y te has quedado sola», «Va cayendo una lágrima», «Cada noche mía», «Pasión y vida», «40o. grados», entre tantos y tantos que registraron, y transformaron en himnos de varias generaciones. Referirse a Los Iracundos es asociar de inmediato la figura de siempre de Eduardo Franco, eje principal de éste mundo romántico que el supo crear junto a sus compañeros. Lamentablemente, se fue muy joven, con 43 años rumbo al cielo, el 1o. de febrero de 1989, en su ciudad natal, debido a una larga enfermedad que lo aquejaba. Cantó hasta que pudo, pero su nombre y voz jamás se apagarán: dejó por siempre sus canciones sentimentales y su forma de sentirlas y vivirlas, que llegaron al corazón de los enamorados. Nunca deseó ser solista, sabiendo de que tenía óptimas condiciones, respetando siempre a sus amigos del grupo, con quienes comenzó ésta aventura.
Juanjo Alberti. Más allá de la nostalgia.