Los esposos Oscar Rodríguez y Marelí Muñoz junto a su hijo Juan Manuel ofrecieron una hermosa reunión juvenil festejando los quince años de su hija Cristina María.
El espacioso salón de ADEOMS fue el marco adecuado para la celebración presentada en la gama de los colores celeste y blanco. Del techo colgaban guías de globos que se fueron intercalando con guías y telas.
En el recibidor junto al cuadro de firmas había soporte en tres nieveles con destacado arreglo floral y velas encendidas.
Los invitados fueron deferentemente atendidos por sus anfitriones ubicados en torno a mesas tendidas con manteles blancos y cubre celestes, lucían al centro transparencias esféricas con gemas hidratadas y velones en consonancia.
La quinceañera ingresó al salón vistiendo modelo de fiesta con la parte superior de línea corset bordado con pailletes nacarados y el talle señalado con ancha faja de gasa culminando sobre uno de los laterales en destacado moño, amplia falda compuesta por varios vuelos de tul nevado, como tocado del peinado natural lució tiara de strass.
Acompañó en elegancia la mamá luciendo vestido corto de crep negro y chaqueta de gasa al tono y bordada con pailletes.
Luego de saludar a todos los presentes con su papá llegó hasta el centro de la pista de baile dando comienzo con los giros del vals cambiando parejas con familiares y amigos, luego se habilitó el animado baile con reparto del cotillón sobre la madrugada.
Llegado el momento del brindis la familia en pleno se ubicó detrás de la mesa principal donde estaba la torta de cumpleaños compuesta de dos pisos ovales delicadamente decorados en ambos colores de la fiesta donde se posaba una mariposa, acompañaba candelabro sosteniendo las quince velas de gala con la base decorada con claveles blancos y algo de follaje.
Luego de la cena sobre la pantalla se pasaron secuencias de fotos recreando diferentes momentos de su vida, desde su nacimiento hasta las actuales.
La fiesta se desarrolló muy alegre y divertida compartiendo gratas horas de sociabilidad y diversión el grupo más allegado de familiares, compañeros de clase y amigos. Entre ellos se hallaban los abuelos Marzul Muñoz, Celeste Do Canto y Élida Montea, también los padrinos Odolio Rodríguez y Graciela Villar.
Recibió esta jovencita muy lindos y finos obsequios, retribuyó atenciones repartiendo graciosos souvenirs consistentes en imanes con su foto y dedicatoria agradeciendo la presencia.
