En estas fechas de inscripciones y reinscripciones en los centros educativos, encuentro pertinente repasar el Derecho Humano a la educación de nuestros niños. En el día a día hay conceptos que se repiten y que no corresponden con la realidad.
Como es sabido, la Educación es un Derecho Humano (DDHH), lo que quiere decir que nos atañe por el solo hecho de ser personas. No importa si el centro educativo es público o privado, un DDHH es universal. Además de este respaldo internacional, Uruguay tiene leyes que garantizan este derecho. Diversas asociaciones de nuestro país dedicadas a la discapacidad, año a año realizan campañas de concientización de este derecho. El presente año, la Asociación Down del Uruguay (ADdU) con el apoyo del Grupo de Trabajo sobre Educación Inclusiva (GTEI) realizaron una campaña al respecto. Comparto parte de la campaña gráfica.

En cuanto a condicionar la inscripción o permanencia del estudiante a la solicitud del acompañante, quiero dejar en claro que el rol del acompañante o asistente personal de la persona con discapacidad es justamente asistir a esa persona. Esto quiere decir, asistirla en lo que ella requiera, sea acompañarla a las diferentes terapias (fonoaudiología, fisioterapia, psicomotricidad u otro), asistirla en domicilio o lo que fuere necesario. Otra cosa es, si una familia lo conversa con el centro educativo y ambos se ponen de acuerdo, en que el acompañante o asistente personal acompañe a la persona con discapacidad. Tiene que ser un acuerdo entre ambas partes, no hay obligación de ninguna de las dos.

Otro tema es cuando el centro educativo rechaza a la persona con discapacidad argumentando que no está preparada. Un centro educativo tiene que ser capaz de educar a todos, por ley.
Tampoco existen cupos para las personas con discapacidad en los centros educativos. En cuanto a esto, recuerdo hace un par de años en una charla con la Comisión de DDHH del Parlamento, cuando una Senadora manifestó, «Cuando se dice: «nosotros no discriminamos porque tenemos uno». No es «uno»: es un niño. Eso de que tenemos uno, dos o tres es la discriminación pura».
Brego porque en algún momento dejemos de hablar de Educación Inclusiva y hablemos simplemente de Educación. Porque si la educación no incluye a todos quienes forman parte de la sociedad, entonces no es educación.