Más conocido como político (edil del Partido Nacional), Eduardo Casaballe es un hombe que suele llevar a la escritura sus pensamientos y cavilaciones. También esta misma página, en alguna otra ocasión, ha mostrado textos suyos; hoy comparte dos más:

EGOS Y VANIDADES
Tú ya no eres tú, el poder te transformó, te endureció, te enfrió. Mides a todos por poco, porque manejas la vida de los demás, en un castillo que te fue conferido, sin límites de riquezas, para poder vender una imagen que no tienes, que no puedes simular, un papel de hombre popular, tu ego y vanidad, rodeado de juglares y cortesanos, que te divierten, piensan y ejecutan un plan macabro, de construir una figura, que no tendrás, el pueblo no compra mentiras, construye realidades. El futuro del pueblo, se define en poco tiempo, cuando el hambre sobrepase la limosna. Nadie escapa, tú no lo harás, las arcas no serán infinitas. Trata de vivir en realidad, la mentira se cae a pedazos.
MIENTRAS TANTO,
SIN EMBARGO
Mientras tanto, vivía, soñaba, esperaba y confiaba. Pero la vida, sin embargo, no te regala esos premios, los anhelos son parte del paquete de las sorpresas y desilusiones. Van alimentando, minuto a minuto, la perecedera juventud, la atormentadora adultez, la tibia y desolada vejez. El viento y la lluvia forman parte de tu espacio, de tu soledad. Las risas, los llantos y hasta los sonidos cortan el frio anochecer de la vida. Y mientras tanto, y sin embargo, se cruzan, en la esquina del umbral, ese delgado entorno, que te rodea, a prisa, se va llevando, te va alejando, del ritmo infernal, de los primeros retoños, de los racimos aún verdes, de los azahares con rico perfume. Y mientras tanto…y sin embargo, respiro.