En página 17, edición del miércoles 3 de febrero, el titular sintetizaba la situación que se creó en Chaná, con una conclusión: «DECEPCIÓN». Ello a partir de un club de la Liga Salteña de Fútbol Femenino, que en el entendido de algunos dirigentes de la entidad del «indio», «están haciendo marketing con jugadoras ajenas».
El paso de las horas, fue decantando clubes y surgió un nombre: el de San Eugenio.

No por nada en el período de pases aún vigente, un total de 8 integrantes del plantel de Chaná solicitaron transferencia para San Eugenio, uno de ellas la goleadora Ana Paula Ferreira, oriunda de Bella Unión y con pasajes en Nacional de Montevideo.
En la medida que la edición de EL PUEBLO llegó a manos de varias de la protagonistas, se dijo a cronistas de este diario que la bronca se fue acentuando «porque varias de nosotras comenzamos a movilizarnos, porque el club descarataba para este año al Fútbol Femenino. Dicho de otra manera más directa: Chaná no iría a inscribirse para ser uno más, bajándose de la competencia».
LOS MENSAJES QUE NO MIENTEN
Es obvio que la información manejada en la edición del miércoles, hizo impacto directo en la interna de San Eugenio, desde el momento que sin ser mencionado el club pasaba a figurar que en medio de la tormenta.
A este medio periodístico se aseguró asimismo «que una buena mayoría de jugadoras de Chaná, algunas de las que solicitaron pase a San Eugenio, tienen en sus celulares los mensajes en las que son notificadas que el club permanecerá al margen».
Igualmente esa notificación llegó a oídos de integrantes de la Comisión Directiva de San Eugenio y al propio director técnico recientemente designado, Maximiliano Galván.
Así concebida la realidad, «fue que en San Eugenio se apuntó a obtener los pases de quienes no irían a jugar y como coincidencia nosotros jugando por primera vez en la Liga del Fútbol Femenino».
Desde la entidad «santa» se interpreta que «nadie aquí pretendió hacer marketing con jugadoras ajenas. Que después Chaná resolviera inscribirse ya deja de ser tema nuestro. Desde el sentido común solo queda pensar que si 8 jugadoras deciden irse de un club, es porque en ese club que estaban jugando, algo pasaba. Y no lo inventamos nosotros, porque los mensajes no mientan y ahí están, para quien los quiera ver»