Nos encontramos en un cambio de época en el que ha emergido con mucha fuerza la transformación digital como un camino hacia la mejora de la competitividad y productividad, no solamente del sector empresarial sino de los países en su conjunto. No obstante, recorrer la hoja de ruta hacia la Industria 4.0 no se limita al mundo de las nuevas tecnologías; sino que lo trasciende y lleva a la necesidad de repensar los modelos de negocio para llegar mejor al cliente.
En función de la postura a tomar, sea proactiva o indiferente, los avances tecnológicos son una oportunidad o una amenaza. Cuando se habla de la Cuarta Revolución Industrial, Industria 4.0 o la transformación digital se hace referencia al Big Data, la Fabricación Aditiva, el Cloud Computing, el Internet de las Cosas, la Realidad Virtual y Aumentada, la Robótica, y demás. Sin embargo, cuando se acota dicha transformación a un habilitador tecnológico como los mencionados, cometemos el error de omitir lo referido a la cuestión más «blanda» del tema: la reinvención del modelo de negocios, derivada de la adecuación tecnológica.
El objetivo del presente artículo de Link de El Pueblo es profundizar sobre el anillo estratégico de la Industria 4.0 conformado por las decisiones de innovación sobre el modelo de negocios en su conjunto, ello a partir de la incorporación de uno o más habilitadores tecnológicos.
En retrospectiva, es posible afirmar que la velocidad con la que se aplican dentro del sector empresarial los nuevos desarrollos tecnológicos ha venido en aumento, y con ello un efecto dominó que lleva a que todo emprendimiento se ubique en un papel proactivo o indiferente, y con ello de manera probable: el de víctima.
La inexistencia de determinados incentivos para adecuar tecnológicamente los negocios genera dificultades en la mejora de la competitividad por medio de la inversión en I+D, a pesar de ello, resulta imperioso recorrer de menos a más dicho camino.
Podemos pensar a grandes rasgos que la tendencia mundial en Industria 4.0 está más relacionada con la conectividad, no solamente entre componentes tecnológicos, sino más bien entre los distintos actores que conforman su ecosistema: instituciones, empresas y organizaciones que, al trabajar colaborativamente, permiten la creación de nuevos modelos de negocios en los cuales la relación de cadena de valor cliente-usuario-proveedor se reemplaza por el concepto de «socios estratégicos» en redes globales de valor.
Industria 4.0 de Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI)
De lo anterior, se desprende que la transformación digital obliga a afilar la sierra a cualquier empresario, a dedicar tiempo a pesar de que no sea algo urgente o aunque «haya algo más importante» a resolver en el momento. En ese dedicar tiempo a lo importante pero no urgente, es que los resultados irán apareciendo en el tiempo; de forma contraria, estaremos cometiendo el error de no adaptar el negocio al mundo que se nos viene, que ya ha venido, que ya vino.
La perspectiva «4.0»
Primero es fundamental identificar, el objetivo general que se persigue, y seguidamente, las restricciones que limitan el crecimiento de la empresa. De nada sirve comprar un Sistema de Planificación de Recursos Empresariales o también denominado Enterprise Resource Planning (ERP) o invertir en Realidad Virtual si dichos esfuerzos no están tomando en cuenta el modelo de negocios actual y su proyección futura hacia una lógica 4.0.
Hablar de una empresa bajo una perspectiva de «lo 4.0» es priorizar al segmento de clientes como el centro. A partir de allí, una fuert personalización de los productos bajo las condiciones de un sistema de manufactura altamente flexible y la extensa integración del cliente y aliados comerciales; todo ello para llevar adelante procesos que permitan agregar valor, así como la conexión entre la fabricación y servicios de alta calidad para la creación de nuevos productos en función de la demanda.
Si el empresario desea profundizar el cómo innovar tomando en cuenta la transformación digital se encontrarán frente algunos conceptos que se relacionan: la economía circular como nuevo paradigma y la sostenibilidad como oportunidad para innovar.
Sumado a dichos conceptos, los epicentros de innovación como palancas para el cambio de los cuáles hemos hecho abordado el pasado 24 de julio de 2018 en un artículo de Link titulado Entiendo la importancia pero no sé cómo innovar.
Una radiografía de la carrera de la innovación
A la hora de clasificar el tipo de empresa según las estrategias de innovación llevadas adelante, podemos distinguir cuatro tipos de situaciones:
· Empresas tradicionales, en las que no se innova porque no hay incentivos ni motivaciones para realizar modificaciones dentro del modelo de negocios.
Las cosas «siempre se hicieron así». Por alguna u otra razón, falta de formación sobre herramientas para innovar o inexistencia de una cultura que premie la innovación, el personal independientemente de su lugar dentro del organigrama de la empresa no canaliza los esfuerzos de la innovación ni tampoco maneja su importancia dentro del lenguaje diario.
· Empresas seguidoras, en las que se toma una estrategia defensiva, basada en esperar a que los líderes del mercado lancen sus nuevos productos y servicios para luego hacer lo mismo.
La empresa reacciona en función de los movimientos que lleva adelante la competencia. Dependiendo de la estrategia que se opte, el empresario se encuentra bajo un esquema en el cual opera de manera pasiva en función del entorno y ello, no necesariamente le permite ocupar posiciones de liderazgo; justamente porque no opta por tomar un papel protagónico dentro de su mercado.
· Empresas que buscan oportunidades, las cuáles basan sus estrategias en detectar las debilidades tecnológicas o de mercado de los líderes, elaborando productos o servicios menos protegidos o en los que la competencia es menos competitiva.
Dentro de los estadios ya mencionados, buscar oportunidades en función de un análisis de las Fortalezas, Oportunidades, Amenazas y Debilidades de la competencia, permite trabajar en torno a un posicionamiento apalancado en las debilidades o «puntos grises» que genera el mercado.
Empresas que lideran el cambio tecnológico, estrategia ofensiva y de dominio del mercado, introduciendo continuamente nuevas ofertas.
Para Steve Jobs, la innovación es lo que distinguía a los líderes de los seguidores. En línea con lo anterior, dentro de una de las 22 leyes inmutables del Marketing de Al Ries y Jack Trout, «es ser mejor ser el primero que ser el mejor» se ejemplifica la importancia de innovar para adelantarse a la competencia y con ello, favorecer el posicionamiento dentro del mercado en nichos dentro de los cuáles se tengan ventajas competitivas.
La economía circular como nuevo paradigma
La economía circular es ir más allá del reciclaje de desperdicios como una forma de acciones amigables con el medio ambiente. La misma consiste en una estrategia que tiene por objetivo reducir tanto la entrada de los materiales vírgenes como la producción de desechos, cerrando los «bucles» o flujos económicos y ecológicos de los recursos. A partir de allí, la importancia que tiene el análisis de los flujos físicos de recursos, su origen, recorrido y cierre.
De manera específica, la economía circular dentro de la Industria 4.0 toma un lugar preponderante por las posibilidades que ofrece la aplicación de los habilitadores tecnológicos con la finalidad de ir desde un modelo de negocios lineal a otro del tipo circular. Si la transformación digital lleva a que el manejo de datos tome un rol preponderante, y los mismos se manejen de manera automática, entonces la trazabilidad del flujo de trabajo –digitalización de por medio- contribuirá a que el monitoreo de los flujos físicos de recursos.
La integración de los sistemas de información dentro de la empresa, entre otras cosas, podrá permitir que se generen puentes para la articulación entre diferentes cadenas de producción, tanto fuera como dentro de la empresa, y con ello, una un agregado de valor a los desperdicios y por ende, su reducción como tales.
La sostenibilidad como oportunidad para innovar
Las empresas no operan en tuppers, forman parte de un sistema más amplio llamado planeta Tierra. Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) son la segunda alternativa, no paralela sino que interrelacionada a la economía circular, sobre la cual existe un campo fértil para innovar. El papel del sector empresarial, desde los aportes de Joseph Schumpeter o el rol protagónico dentro de la sociedad que le daba Peter F. Drucker, hacen concluir que la resolución de muchos de los problemas de la sociedad, desde el cambio climático, la educación o la alimentación saludable, pueden y deberían abordarse a través de un apalancamiento junto al actor empresa.
Los ODS son ante todo un nuevo paradigma que permite al empresario identificar oportunidades de negocio de triple impacto (económico, social y medioambiental) si lo que busca ir más allá de la búsqueda de fines de lucro: fines de lucro si, pero con impacto positivo en el entorno.
Conclusiones
La transformación digital es mucho más que tecnología. Si acaso lo fuera, cometeríamos una miopía de entender el camino hacia la digitalización como una compra de robots u el uso de fabricación aditiva dentro de una empresa. El eje de análisis pasa por otro lado, pasa por dimensionar la forma en que el modelo de negocios evoluciona a partir del uso de las tecnologías disruptivas si, pero sin perder de vista que lo más importante nunca ha dejado de ser el agregar valor al segmento de clientes.
Sin lugar a dudas, sin planificación aumentan las probabilidades que la estrategia que se planea tenga desviaciones y que la inversión en una tecnología u otra, sea indiferente a efectos de la empresa en su globalidad, desde una mirada holística, en la que antes de nada, importa el todo para dar sentido a una de las partes.
Lic. Nicolás Remedi Rumi
