Sonia Mariela Álvarez : cultivando su pasión motoquera en las rutas
A Sonia Mariela Álvarez (55) le gustaron desde siempre las motos… durante muchos años residió en Buenos Aires y al retornar a su tierra natal se prometió a sí misma comprarse una moto y convertirse en motoquera.
“Desde niña me atrajeron las motos y pude experimentar que en los motoencuentros podemos conocer personas inolvidables… se promueve muchísimo el compañerismo, la solidaridad y muchos otros valores” – aseguró.
Sonia nos explicó que para salir a ruta es necesario tener correctamente acondicionado el vehículo y que un mecánico corrobore que las cosas están todas en su sitio.
Los motoqueros son aquellos aficionados a la conducción de bi rodados y hacen de esta especie de deporte su gran pasión y filosofía de vida.
– ¿Cuál es el sentimiento que aflora en plena ruta?
-”Se siente una liberación total… absoluta… en todo sentido.
Nos olvidamos de los problemas… se disfruta el aire, de la naturaleza y nuestro pensamiento está puesto en llegar a destino”.
Es necesario decir que existen quienes consideran que para ser motoquero, hay que ser propietario de una moto de gran cilindrada,marca internacional y muy costosa… nada más falaz.
Ello no pasa por tamaño, cuestiones de marcas,cilindradas, características o costo de la moto; sino por la actitud y pasión del conductor; de ese espíritu motoquero del que vengo hablando…
Habrá sin duda miles de motoqueros auténticos,que se conducen en sus máquinas de 50 c.c. y ta vez ninguno en esa actitud, aunque conduzca una Harley,una BMW o una Goldwin.
La adrenalina está en la conexión que tiene la moto con el medio ambiente.
La experiencia de un viaje sobre dos ruedas, largo, difícil, lleno de infinitas cosas que ver y contar, no tiene precio.
Varias horas dentro de un casco de protección obligan a reflexionar sobre muchas cosas de la vida, a tiempo de disfrutar plenamente la naturaleza.“No es que las ganas de montar una moto decaigan con la edad.
La vivencia en este deporte en algunos casos – se inicia con un sueño postergado…, lo cierto es que existe un tiempo en el que la responsabilidad de la vida familiar, con hijos todavía en el colegio o la universidad, y la necesidad de realizar otros anhelos; no nos permitieron entregarnos a esta actividad situándola en una especie de latencia.“Sin embargo este sueño de aventura, de libertad igual al vuelo; impulsado por una imagen del verse con un traje de protección armado y en una motocicleta rodando por parajes inhóspitos y teniendo como destino el propio camino, solo concebido hasta el momento por la imaginación misma, se inicia cuando tenemos la oportunidad de adquirir una moto de gran cilindrada.
La Harley Davidson, Classic de 1.340 c.c. aparece en el momento adecuado, reuniendo muchos factores y situaciones que en algún momento pude considerar impensables sucedieran y que más adelante sin mucho detalle explico. A la pregunta de qué tienen las Harley, casi todos responden lo mismo: “Es otro mundo, toda una filosofía diferente para disfrutar de la moto”
Lo cierto es que existe una comunión muy especial con la máquina.“Al principio se trataba de motoqueros solitarios, las distancias recorridas no eran significativas.
Sólo paseaban por la ciudad y sus alrededores.
El peligro de manejar una moto en el radio urbano requiere una atención urgente, activa, inmediata.
La experiencia de manejar una moto a conciencia en la ciudad requiere de tal nivel de concentración y atención que hacen que no sea descabellado analogarla al sereno acto de meditar.
Mantener el equilibro a mínima velocidad es más difícil que hacerlo a una velocidad mayor.
Salir de la ciudad es la mejor experiencia para un motoquero de verdad. Cuando se va dejando la la ciudad, va quedando atrás el olor a humo, los tumultos y la cotidianeidad.
La sensación que vas sintiendo es de independencia. Al principio es un suave cosquilleo en el estómago, que rápidamente se trasforma en placer y olor a libertad.
– ¿Cómo se organizan los motoencuentros?
– “Los motoencuentros se organizan según la situación… puede ser por festejos como también para ayudar a la gente en diferentes necesidades.
En el grupo Ruteros MG de Canelones somos muy unidos. Entre amigos se coordina para salir a hacer rutas y también estamos al pendiente por si alguien nos necesita para aportar nuestro granito de arena”.