Vecinos que residen en las cercanías del Zoológico Municipal nos informan que por la entrada principal de ese paseo público, por la Avenida Juan Harriague, hace más de un mes que funciona una “calesita” con juegos, pero también con música elevada que es molesta a la fauna residente.
“Andan a contramano en calle Cervantes a toda hora”, denunció otra vecina de dicha calle entre Misiones y 25 de Agosto. Las motos son las que encabezan el ranking, aunque algún auto cuyo propietario reside en la zona repite la infracción en horas de la madrugada.
Un barraquero de la Zona Este de la ciudad transmitió a esta Redacción que el “negocio del cuero y de la lana se está recuperando”. La lana tiene buen valor aunque sea en dólares.
El mismo comerciante nos informó que, dada su vinculación con productores, la cantidad de cabezas ovinas ha disminuido drásticamente en los pequeños predios. Y uno de los motivos fundamentales es el abigeato constante que se da en los establecimientos linderos a las rutas y caminos vecinales.
Sin ir más lejos, un productor de la zona suburbana, que a la tardecita lleva su majada a un galpón, encontró una de las noches pasadas a un extraño intentando entrar al lugar, estando prácticamente “colgado” de la parte superior de la puerta de chapa. Los perros se encargaron de sacarlo por la puerta chica.